Renovación a marchas forzadas en la plantilla del Principado. La Administración autonómica perderá en la próxima década a uno de cada tres empleados de sus distintos ámbitos de sanidad, educación, justicia y residencias de mayores y personal de consejerías. En total, serán 13.286 trabajadores fijos los que entrarán en edad de jubilación desde este año hasta 2030, según las estimaciones que maneja el Principado, aunque la cifra puede variar si se añade el personal temporal que pueda alcanzar la edad jubilación en este período.
El área sanitaria supondrá un reto para los responsables del Sespa presentes y futuros, ya que entre 2021 y 2030 podrían darse de baja por razón de edad casi 7.000 trabajadores. El creciente número de jubilaciones, que ya se ha empezado a notar en los últimos años dejando en cuadro a algunas especialidades, puede plantear serios quebraderos de cabeza en el próximo trienio, un período en el que está previsto el retiro de nada menos que una tercera parte, 2.304 trabajadores de la sanidad pública asturiana, tras verse sometida a un auténtico test de estrés en la pandemia del coronavirus. En estos próximos tres años, del 2022 al 2024 entrarán en edad de jubilación 750, 776 y 778. Dichas estimaciones están sujetas, tanto en la sanidad como en el resto de áreas, a los posibles cambios que se puedan derivar de situaciones como la jubilación voluntaria, que en los últimos años ha experimentado un repunte, o la opción inversa, las solicitudes para prolongar la vida laboral.
La plantilla de la educación pública también necesitará un relevo generacional en esta década. En total entrarán en edad de jubilación cerca de tres mil profesores, aunque en este caso las mayores cifras, por encima de los cuatrocientos docentes anuales, se concentran en los ejercicios de 2027, 2028 y 2029. Uno de los factores que habrá de tener en cuenta el Principado a la hora de definir las necesidades de plantilla será la acusada caída de la natalidad en los últimos años, que podría acarrear menores necesidades de profesorado en el futuro en la región.
El tercer ámbito con mayor volumen de jubilaciones previstas para la década 2021-2030 es el de las consejerías que integran la Administración autonómica, con cerca de dos mil trabajadores que llegarán a la edad del retiro profesional, con cifras anuales bastante homogéneas, ya que oscilan entre los 124 previstos para este año y los 247 que la alcanzarán en 2026. Se trata de la evolución biológica de una Administración autonómica que echó a andar hace poco menos de 40 años y que en sus inicios reclutó, vía oposición, a muchos jóvenes para los distintos servicios administrativos. De hecho, el personal fijo que se jubilará de esta área también supone, aproximadamente, un tercio de una plantilla total con unos diez mil empleados en la que hay un gran volumen de personal interino o temporal.
La última de las competencias asumidas, hasta ahora, por el Principado fue la de justicia, un servicio en el que tiene que gestionar en torno a 1.200 empleados, de los que se prevé la jubilación de cerca de 500 en esta década, alrededor del 40 por ciento del total.
Ley de empleo público
La reordenación de la plantilla del Principado, que durante la pandemia del coronavirus superó por primera vez los 40.000 trabajadores por las contrataciones extraordinarias para la sanidad y la educación, es una de las misiones que ha encomendado el presidente Adrián Barbón al vicepresidente Juan Cofiño dentro de la reforma de la Administración autonómica. Un proceso ya en marcha y en el que está incluida una nueva ley autonómica de Empleo Público, en cuya negociación con los sindicatos ya trabaja la Consejería de Administración Pública después de haber sometido su contenido a consultas desde el pasado mes de julio.
Relevar a un mínimo de 600 sanitarios en cada ejercicio
El agujero que dejarán las jubilaciones en la plantilla del Principado durante los próximos diez años encuentra su epicentro en la sanidad, un sector en el cada año habrá, como mínimo, 600 bajas entre personal médico y de enfermería. Este año ya ha rozado casi cifra, pero es que la tendencia se mantendrá de una manera constante hasta 2030, de tal forma que las bajas por edad del personal sanitario supondrán más de la mitad del total en cinco de los diez años de esta década. El año con más personas que alcanzarán la edad de jubilación y podrán retirarse, si no piden ampliar su vida laboral o no han pedido antes la jubilación anticipada, será 2026, con 1.533 trabajadores en dicha situación.
