“No es un libro de grandes ensoñaciones, sino de problemas y que soluciones se pueden encontrar a corto plazo”. Así comenzó ayer el eurodiputado socialista Jonás Fernández su intervención durante la presentación, en la Colegiata de San Juan Bautista de Gijón, de su tercer libro, titulado “Volver a las raíces: Una izquierda europea contra la desigualdad”. La presentación fue en realidad más un diálogo sobre qué retos enfrenta ahora la Unión Europea, cómo está siendo su respuesta y cómo una política de izquierdas puede influir en estos casos. La conferencia contó con invitados distinguidos, como la moderadora y periodista Carolina Gancedo, el también periodista José Ramón Patterson, y el presidente del Principado, Adrián Barbón. Al acto asistió también la alcaldesa de Gijón, Ana González.
“A mi modo de ver, en este libro se destacan tres grandes cosas: El problema que es el sentimiento de miedo para la socialdemocracia, la necesidad de recuperar la esencia de esta y, por último, la tesis que se presenta sobre que el camino para que se produzca la redistribución de la riqueza pasa por la Unión Europea, porque es la única que puede plantar cara y mirar de tú a tú a los mercados internacionales ”. Fue como resumió Barbón su visión de la obra del eurodiputado, al cual citó para cerrar su intervención, con la frase: “Sin Unión Europea, no hay izquierda posible”.
Jonás Fernández habló sobre las diversas crisis a las que ha tenido que enfrentarse el organismo europeo, como la migratoria, la financiera o la sanitaria y sobre los pasos que se han dado y los que quedan por dar. Sobre la sanitaria opinó que, pese a que comenzó con una gestión que fue “un desastre”, posteriormente sí que hubo “una respuesta contundente”. También habló de entender “las distintas sensibilidades de la comunidad socialdemócrata con el fin de llegar a un entendimiento común”.
Una de las cosas en las que hizo mayor hincapié fue en la distancia que existe entre el ciudadano y la Unión Europea. Fernández expresó que es labor de los eurodiputados “cuidar esa relación con los votantes”, aunque cree que se “hace todo lo que se puede”.
