La digitalización y la sostenibilidad son los grandes retos que se abren ante el sector turístico, una vez alcanzado cierto grado de normalidad tras la pandemia. El “I Encuentro Destinos Turísticos Inteligentes en Asturias”, foro coorganizado por Prensa Ibérica, LA NUEVA ESPAÑA y SEGITTUR (Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas), abordó ayer en el Hotel Reconquista y con la presencia del secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, el momento actual del sector, con motivo del Día Internacional del Turismo. La jornada, con la colaboración de Caja Rural, permitió escuchar a los alcaldes de Gijón, Avilés y Castropol, concejos integrados en la Red de Destinos Turísticos Inteligentes, así como el concejal de Turismo de Oviedo y a empresarios.
Una apuesta integrada por un turismo sostenible, digitalizado y respetuoso con el entorno y el paisanaje. Ese el objetivo que busca la Red de Destinos Turísticos Inteligentes, una oportunidad para adaptar el sector al turista hiperconectado de la actualidad, atraer inversiones a los municipios y canalizar los fondos de recuperación post-covid, al basarse en la gobernanza, la sostenibilidad, la accesibilidad, la innovación y la tecnología como ejes vertebradores. Todos estos aspectos se abordaron ayer en “I Encuentro de Destinos Turísticos Inteligentes de Asturias”, celebrado en el Hotel Reconquista con la presencia del secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, quien fue entrevistado por el director de LA NUEVA ESPAÑA, Gonzalo Martínez Peón. En este acto coorganizado por Prensa Ibérica, LA NUEVA ESPAÑA y SEGITTUR, Fernando Valdés ratificó el gran momento del turismo en Asturias, “segunda región, tras Cantabria, con un mayor porcentaje de pernoctaciones, un 77 por ciento del total”.
El secretario de Estado aseguró que, “una vez consolidado el turismo nacional, lo que se necesita es recuperar al turista internacional”, algo posible al haberse establecido un escenario de “mayor certidumbre”. Valdés aprovechó para anunciar la creación de “una plataforma digital para el turismo nacional”, con el fin de unificar la oferta. “La otra gran apuesta tiene que ver con la empresa, que debe asumir el compromiso de completar su digitalización”, resaltó. “Los fondos europeos deben fijar esa hoja de ruta”, añadió.
El director de LA NUEVA ESPAÑA se refirió al “furor por Asturias”, y al reto de consolidar ese éxito turístico que se ha experimentado en los dos últimos veranos. Una propuesta que tiene su origen en los incipientes intentos de turismo rural ensayados por el Principado en Taramundi hace ya 35 años. Valdés aseguró que el Principado “lo está haciendo muy bien en esa búsqueda de una propuesta completa, de presentar un país por descubrir”. Pero, ¿qué son los destinos turísticos inteligentes? Valdés se refirió a una metodología, para hacer que los destinos respondan a las necesidades de conexión de los turistas, y que propone cómo debe ser la relación entre el turista y el residente. “Significa hablar de sostenibilidad, que el residente sienta que el turista contribuye al bienestar. También supone una apuesta por la inclusión, y por la gobernanza, la conexión entre administración y sector privado. No puede haber una oferta turística sin estar alienada con objetivos marcados de sostenibilidad y digitalización. Se trata de un concepto colaborativo del turismo”, explicó Valdés.
¿Cómo está Asturias en el reto de integrar la oferta turística? Valdés apuntó a Gijón como el municipio que más ha consolidado esta apuesta tecnológica, pero también se refirió a la propuesta de la Sidra con destino inteligente. “Se trata de una apuesta por la autenticidad, lo contrario que la uniformidad, que el residente forme parte de la experiencia turística, porque el turismo afecta a todos, a la propia oferta turística, pero también al comercio, a la propia industria, a la propia capacidad de producir determinados productos”, resaltó el secretario de Estado.
Valdés advirtió que “estamos ante una oportunidad histórica, hace mucho que no se instrumentaban tantos fondos”. Y es que el sector turístico puede recibir muchas ayudas si logra aunar los objetivos de digitalización y sostenibilidad.
Otra idea que remarcó el secretario de Estado fue la de diversificación del destino. “No podemos morir de éxito, y para evitar colapsos debemos apostar por la diversificación de destinos y ofertas. Los turistas apuestan por una nueva forma de hacer turismo, en busca de relato cultural, patrimonial, conocimiento, gastronomía, desarrollo de actividades deportivas”.
Es ahí donde entra la plataforma digital que se pretende crear. Valdés indicó que no se trata de hacer la competencia a plataformas como Trip Advisor o Booking. “Busca desarrollar la experiencia en destino, integrar la propuesta y la oferta. Nos interesa que los datos que generen los turistas redunden en el destino, que las empresas mejoren el conocimiento del turista”, explicó. La plataforma integraría a grandes proveedores de tecnología, plataformas, con hoteleros, restauradores y demás empresas turísticas. Y todo ellos “para analizar qué se le puede ofrecer al turista para mejorar su experiencia”.
La visión municipal: más calidad que cantidad y enfoque comarcal
El turismo cultural, el de naturaleza, el deportivo y el de congresos centran el interés de los concejos
L. Á. V.
La jornada sobre la Red de Destinos Turísticos Inteligentes contó con la presencia de hasta tres alcaldes de este selecto grupo: la de Gijón, Ana González; Avilés, Mariví Monteserín; y Castropol, Francisco Javier Vinjoy. También quiso sumarse Oviedo, que también quiere sumarse, a su ritmo, a la red, representada por el concejal de Turismo, Alfredo García Quintana.
La mancomunidad de Avilés (integrada por Avilés, Castrillón, Corvera e Illas) es la única que cuenta con un plan de sostenibilidad aprobado por el Gobierno. Monteserín explicó que se trata de 1,8 millones de euros para reforzar las palancas que se deben desarrollar. La alcaldesa resaltó que los cuatro municipios son complementarios, ofreciendo turismo de playa, pero también de patrimonio cultural e industrial, y también de naturaleza y rural, sin olvidar el atractivo del Camino del Norte. Monteserín puso en valor espacios como el Centro Niemeyer, el Teatro Palacio Valdés y la Casa de Cultura de Avilés, e indicó que “hay que ir diversificando, preparando muchas pequeñas actuaciones, sin olvidar el turismo deportivo (Avilés recibirá a 1.500 atletas del Mundial de Triatlón este noviembre)”. Y consideró “positivo que los territorios compitan, porque eso diversifica la oferta”.
Ana González planteó la dicotomía entre cantidad y calidad. La primera, dijo, “puede llevar a efectos negativos”. La segunda “aporta un plus”. “Apostamos por que venga turismo de calidad, que abrace y crea en la sostenibilidad, que utilicen las herramientas tecnológicas para profundizar en el conocimiento del territorio”, explicó. Prefirió el término “visitante” a “turista”, al entender que integra el concepto de convivencia. Gijón, además de “construir ciudad”, está interesada en atraer el turismo de congresos. No obstante, resaltó una característica muy asturiana: “Allí donde pernocta el visitante, es una puerta al resto de la región, la diversidad pasa por la generosidad”.
Para Castropol, explicó Vinjoy, pertenecer a la Red de Destinos Inteligentes, le está permitiendo “desarrollar proyectos holísticos, de mejora energética, extensión de fibra óptica..., iniciativas que benefician tanto a los residentes como a los visitantes”. El concejo trata de desarrollar comarcalmente una senda costera entre Vegadeo y la playa de Penarronda, potenciar el turismo de memoria histórica, el turismo deportivo y también el náutico, al tratarse de un municipio con una historia de navegación, que trata de desarrollar un turismo de arqueología marina.
El concejal de Turismo de Oviedo, Alfredo García Quintana, resaltó que la capital del Principado es “una ciudad amable y hospitalaria, que puede ofrecer experiencias de turismo cultural, deportivo y de naturaleza”, con cinco monumentos patrimonio de la humanidad, dos espacios para albergar actuaciones y representaciones, con una planta alojativa y hostelera de todas las categorías y una relación calidad-precio de las mejores en la Cornisa Cantábrica.
Los empresarios, a la espera de un “orbayu” de fondos en la región
Reclaman “democratizar la digitalización” y no perder de vista “la pasión y el trato humano”
L. Á. V.
Para completar la visión sobre el estado del turismo asturiano, el I Encuentro de Destinos Turísticos de Asturias contó con la presencia de empresarios que convinieron en el “momento histórico” al que se enfrentan, “más que una época de cambio, un cambio de época”, como recalcó Carlos Fernández del Valle, de la empresa Delta Contenidos Digitales.
Enrique Jáimez del clúster TIC, que agrupa a empresas tecnológicas, considera que “estamos viendo una oportunidad histórica, un momento clave para crear empleo en el sector turístico y la industria digital”. El turista necesita datos “tanto para decidir a qué lugar va, para moverse en destino y, una vez de regreso, para mover en las redes su experiencia”. Jáimez indicó que le preocupa “que los fondos europeos no lleguen a las pequeñas empresas, porque lo que necesitamos es un orbayu de ayudas que empape el territorio”. Jáimez advirtió de la pérdida de competitividad de las empresas si no cuentan con asesores digitales, “debe verse la tecnología como un aliado”.
Carlos Fernández del Valle indicó que “la transformación digital es un aspecto del que se habla mucho, pero pocos son consciente de sus consecuencias”. “Sin la tecnología, el cambio será imposible, es un eje, un tren de cambio, que exige de la cooperación de todos los sectores, porque necesitamos definir cómo va a ser el futuro”. Y añadió que los fondos europeos “son una gasolina que no podemos desaprovechar”.
José Alberto Concha, miembro de Otea en Llanes y representante de la Mesa del Turismo de FADE, recalcó que la sostenibilidad debe ser también económica, y que “sostener una empresa en Asturias se está convirtiendo en algo heroico”. Reclamó, al hablar de gobernanza, que la administración cuente con el conocimiento de los empresarios, que son los que tratan con los clientes. Y sentenció: “Todas las aplicaciones tecnológicas no pueden sustituir la pasión y el trato humano que transmiten las personas”. No obstante, admitió que los servicios digitales “pueden hacer menos gravosas tareas como el check in o la consulta de las cartas en restaurantes”. Su idea es que el cliente medio no existe, y que hay que personalizar el trato. Y pidió “democratizar la digitalización”, que se beneficien solo las grandes empresas hoteleras, y sí la restauración y la hostelería, más retrasada en este campo.
Además, pidió regular el acceso a rutas como la del Cares, y facilitar a los turistas información de qué lugares se acercan a la saturación. También reclamó que las ayudas europeas sean un “orbayu”, especialmente ahora que cunde cierta “sensación de chasco”, ya que se viene hablando de las ayudas desde hace dos años y no acaban de llegar.
Liliana Valdés, directora de Autónomos y Profesionales de Caja Rural, resaltó el esfuerzo que ha hecho esta entidad bancaria para ir evolucionando junto a sus clientes conforme a las exigencias de la pandemia, primero dando apoyo a la liquidez, y luego tratando de responder a las necesidades de inversión. Resaltó que la “oportunidad de las ayudas es única”, y reclamó profesionalidad para aprovechar un tren que “no puede pasarnos por delante”.
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