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La pandemia del coronavirus, en fase de control

El personal sanitario, escéptico ante el plan de choque para la atención primaria

Ministerio de Sanidad y comunidades autónomas se dan dos meses para impulsar una nueva estrategia para la que prometen dinero pero sin concretar cantidades

Usuarios ante el centro de salud de La Lila, en Oviedo. | Miki López

El colapso de la atención primaria durante la pandemia requerirá un plan conjunto del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, que se dieron ayer un plazo de dos meses para poner en marcha una nueva estrategia que, de partida, deberá contar con más dinero. El escueto compromiso de la Ministra de Sanidad, Carolina Darias, y los consejeros de salud de las 17 autonomías fue recibido con escepticismo entre los representantes del personal sanitario en Asturias. “Un problema estructural de años no se resuelve en dos meses”, coinciden sindicatos médicos y el Colegio de Enfermería, aunque reconocen que hace falta más presupuesto para contratar médicos, personal de enfermería y auxiliares administrativos para deshacer el atasco en los centros de salud.

La cumbre entre el Ministerio de Sanidad y los consejeros de Salud de todo el país, entre ellos el asturiano Pablo Fernández, bajo el título “Atención Primaria: retos y oportunidades”, concluyó ayer en Canarias con una declaración institucional leída por la ministra, Carolina Darias, en la que se comprometieron a dar respuesta a la crítica situación que se vive en los centros de salud de todo el país, agravada por la pandemia. Ministerio y autonomías quieren contar antes de fin de año con una nueva estrategia “para cuya consecución se adecuará la política presupuestaria y el desarrollo normativo”. Pero la declaración de intenciones no concreta aún partidas económicas ni el porcentaje que se deberá destinar a la atención primaria.

El consejero de Salud, Pablo Fernández, indicó que el acuerdo sobre el plan de choque se adopta, “conscientes de que el problema que existe alrededor de la atención primaria se genera en todo el país”. Este plan de acción, añadió el consejero asturiano, “entrará en marcha con inmediatez y deberá ir acompañado de medidas presupuestarias que garanticen la consecución de sus objetivos, así como la adecuación del marco organizativo que necesita para que se lleve adelante”.

“Desconocemos absolutamente en qué se traducirá esto. Llevamos muchos años reclamando porque la atención primaria necesita mucha atención y ojalá se haya conseguido que se la presten nuestros políticos. Necesita medios y presupuestos. No poner parches para rebajar tensión. Lo que está claro es que han disminuido los medios humanos, y van a disminuir mucho más con las jubilaciones previstas. Hay que afrontar ya esta situación”, valoró Antonio Matador, secretario general del sindicato médico SIMPA.

Felipe Piedra, del sindicato CSIF, incidió en que “reclamamos desde hace mucho tiempo que la atención primaria necesita un mayor porcentaje respecto a la especializada. Es evidente que faltan médicos de familia, enfermería y personal administrativo y que, además, hay plazas de difícil cobertura. Soy escéptico con este plan. Un problema de años no se resuelve en dos meses”. El diagnóstico de Esteban Gómez, presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Asturias, no resulta más optimista: “La atención primaria está francamente mal. Llevaba décadas de dejadez, aunque se decía, falsamente, que era modélica. Y la pandemia ha supuesto una encrucijada. Hacen falta más recursos y cambios en la organización y en la legislación y los consejeros no están haciendo los deberes. No hay profesionales y tampoco hay de dónde sacarlos”.

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