La Asturias de 2022 viene con cierto aire de cambio de ciclo. A vista de presupuesto del Estado, los lustros de protagonismo de la gran inversión en obra pública van cediendo el paso a medida que se anuncia, ahora sí, la última estación de la variante de Pajares. La región se obliga a buscar hueco alrededor de un futuro diferente. De momento, no obstante, la porción asturiana del proyecto de cuentas estatales que acaba de entrar en el Congreso de los Diputados aún continúa mayoritariamente atada a los restos de las grandes intervenciones arrastradas del pasado, tanto que el Principado es la tercera autonomía donde el peso de los proyectos nuevos a iniciar en 2022 es más reducido frente a los restos del legado que viene de los ejercicios anteriores.
En el presupuesto territorializado de las sociedades estatales y organismos públicos –excluida la intervención directa del Estado–, apenas 3,7 millones de euros, un 1,5 por ciento de los 253,7 con destino a Asturias, corresponden a iniciativas que debutan en el próximo ejercicio. Quiere esto decir que el grueso de la financiación, más de 250 millones, viene a prolongar la financiación de obras y programas heredados de años anteriores, proyectos conocidos de aparición recurrente en cada actualización de las cuentas del Estado para la región.
Solo Cantabria y Navarra aparecen en el proyecto presupuestario estatal con una cantidad inferior asociada a partidas de nueva incorporación. Todas las demás autonomías están por encima en su volumen de dinero para obra nueva, en la proporción de esta respecto al total o en ambas magnitudes… La media del Estado duplica el balance asturiano, con un tres por ciento de inversión focalizada en proyectos que prevén su inicio para 2022.
En el desglose de las grandes partidas del Estado para Asturias no cuesta mucho encontrar repetidos los enunciados de los grandes asuntos pendientes de los últimos lustros o decenios. Siguen ahí las obras sin final de la red viaria asturiana, la Autovía del Suroccidente, que viene a los presupuestos desde 2006, o la ampliación de la “Y” –desde 2015–… Incluso algunas no iniciadas, como la Ronda Norte de Oviedo, que tiene presencia presupuestaria desde 2017 y ni ha movido una piedra ni ha llegado a la fase de proyecto, o el enlace de Robledo para conectar la “Y” con la AS-II… La campeona de las visitas sin falta a las cuentas del Estado sigue siendo la Variante, que con el correr de sus diecisiete años de obras ha acabado por dejar de ser –ya no lo era el año pasado– el capítulo más consumidor de fondos del Estado en Asturias. La señal del cambio de ciclo la da aquí la comparación entre la alta velocidad y las cercanías ferroviarias. Ya el diseño de presupuesto para 2021 acusaba una tendencia a equilibrar las partidas del AVE con las de las cercanías, y a medida que la magna obra de la Variante encarrila su última fase, las previsiones inversoras van virando. En el diseño recién finalizado, de hecho, los más de 26 millones de euros que compromete el paso ferroviario bajo la Cordillera dejan espacio para que las cercanías suban a un total de 92 millones, según el cálculo que hizo ayer la delegada del Gobierno en Asturias. Ya el año pasado había partidas similares, aunque la inversión real de 2021 se cifra en 26,2, y aún quedan, a la luz de la previsión incluida en estas cuentas, 69, 173 y 143 millones respectivamente para 2023, 2024 y 2025…
El caso es que el volumen de la inversión programada por el Estado en Asturias tiende a crecer en estas cuentas engordadas por los fondos europeos, en las que únicamente menguan respecto al año pasado las asignaciones de tres comunidades autónomas –País Vasco, Extremadura y Baleares–. Sumando el presupuesto de las empresas públicas con la inversión directa de la administración general, los 393 millones de la aportación total compensan por ejemplo el descenso de la aportación del Ministerio de Transportes con un significativo incremento de la dotación atribuible al departamento de Transición Ecológica y Reto Demográfico, sobre todo destinado a la potenciación de las políticas del agua, saneamientos y depuraciones. El proyecto de cuentas expansiva del Estado eleva en quince millones las aportaciones del presupuesto vigente y proponen para el Principado la inversión más alta desde 2013, el tres por ciento del total de la inversión territorializable en España.
