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El río baja revuelto entre los pescadores: las nuevas medidas sobre trucha y salmón no contentan a nadie

El plan de Medio Rural, con bajada de los cupos de salmón y de trucha, no satisface ni a los más conservacionistas: “En realidad se pescará más”

Pescadores en un río

Las normas propuestas por el Principado para la próxima campaña de pesca fluvial enfadan a los pescadores. Incluso a los más conservacionistas, que acusan al director general de Medio Natural y Planificación Rural, David Villar, de “faltar a la verdad” al asegurar que la Administración busca para el año que viene una “reducción global de la presión” piscícola. “En ningún caso se favorece a la especie; se va a poder pescar más”, asegura Román Herrero, presidente de la asociación de pescadores “Fuentes del Narcea”. En el lado opuesto está Antón Caldevilla, al frente de la sociedad “El Esmerillón” del Sella, que denuncia que habrá “más recortes” y advierte de que, de continuar así, la pesca deportiva “se terminará” en Asturias.

Los cupos son uno de los principales puntos de fricción. Según adelantó el Gobierno regional este jueves en nota de prensa, el del salmón bajará de cuatro a tres capturas por pescador y temporada, mientras que el de la trucha común y reo pasará de seis a cinco por día. Sin embargo, el responsable de la asociación de “Fuentes del Narcea”, que no asistió al Consejo de Pesca en señal de protesta al igual que “El Banzao” de Tineo, afirma que, en realidad, se pondrán pescar cuatro salmones, aunque uno de ellos se tendrá que donar vivo para contribuir a la repoblación de la especie. En cualquier caso, añade, “habrá más presión en las zonas libres, pudiendo capturar hasta tres ejemplares, en lugar de dos como el año pasado”.

La pasada normativa establecía como cupo total cuatro salmones, de los cuales solo dos podían provenir de zonas libres –los otros dos se tenían que pescar en cotos–. Con lo cual, opina Román Herrero, “el director general falta a la verdad y el Consejero mira para otro lado”, porque “en ningún caso se favorece a la especie”. Ni a la del salmón ni a la de la trucha, dado que pese a haber reducido el Principado el cupo de capturas, ha autorizado el uso del piscardo como cebo para supuestamente pescar truchas grandes que depredan alevines de salmón y peces pequeños. “No sé quién lo aconsejó. Esa medida solo se aplicó durante el Gobierno de Cascos”, critica Herrero.

Antón Caldevilla, presidente de la sociedad de pescadores más grande de Asturias, la de “El Esmerillón” del Sella, con 1.300 socios, es igualmente duro con la Administración autonómica, pero utilizando argumentos opuestos. “Si siguen recortando y recortando, esto se termina”, avisa. Caldevilla rechaza la propuesta hecha por la Consejería de Cohesión Territorial y Medio Rural de bajar cupos, cambiar zonas libres por cotos y limitar ciertas artes. Aunque lo que de verdad más irrita al representante de los pescadores riosellanos es una medida introducida en la normativa de este año y que se mantendrá en 2022: solo se permite pescar con mosca –no con ninfa, que es más efectiva– durante el último mes de la temporada con muerte. “Eso, en el caso del Sella, es una veda encubierta. Lo único que puedes pescar es una canoa”, denuncia.

Caldevilla no entra tanto en el cupo del salmón, que es “parecido” al que hubo este año, pero sí en el de la trucha, que se reduce de seis a cinco ejemplares por día. “Como lo bajen –lo que hay ahora es un borrador–, estamos dispuestos a dejar de repoblar y que lo hagan ellos (por la Administración). No deberían entrar en el juego de maltratarnos, porque solo este año soltamos 200.000 peces”, apunta. El presidente de “El Esmerillón” también se opone a que en Piloña, en concreto, desde el coto Soto de Dueñas hasta el de Infiesto, haya pesca sin muerte por culpa del Campeonato Mundial que se celebrará en Asturias el próximo otoño y que reunirá a más de 300 deportistas. “Estamos dispuestos a manifestarnos”, subraya.

Enrique Berrocal, presidente de la sociedad de pescadores “Las Mestas del Narcea”, huye de las polémicas y dice que “independientemente de que nos gusten más o menos las medidas, nosotros lo que vamos a hacer es disfrutar pescando”. “La normativa la pone la Administración. Nosotros lo único que podemos hacer es que maticen algunas cuestiones”, indica. Entre ellas, que el uso del piscardo para trucha se aplique tanto en cotos como en zonas libres, y que la cucharilla de un anzuelo se amplíe hasta el cierre de la campaña. Berrocal ve con buenos ojos que uno de los cuatro ejemplares de salmón capturados el próximo año tenga que ser donado a la repoblación, ya que “llevamos años pidiendo que se potencie el proyecto Arca”.

El Principado, según anunció el jueves, elaborará “un plan integral de los ecosistemas acuáticos”, que incluirá un programa específico para el salmón y que se adaptará por cuencas fluviales. El responsable de “Las Mestas del Narcea” sostiene que “todas las cuencas deberían tener estudios”, ahora bien, “lo que puede traer polémica son sus conclusiones y medidas”. Berrocal insiste en que las propias investigaciones de la Administración dicen que el declive del salmón se está produciendo a nivel mundial tanto en ríos donde se pesca como en los que no. “La caña hace daño, pero es una de las cosas que menos impacto tiene y, al final, es la parcela que más recortes sufre”, remata.

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