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Ardines, a su hija, sobre el presunto instigador del crimen: "Yo sabía que me estaba grabando, no era la primera vez"

"No tuvo huevos de hablar conmigo en un año, se lo hubiese aclarado", aseguró el concejal sobre Pedro Nieva

Final de la sesión de esta mañana, con los acusados hablando con sus abogados.

Francisco Javier Ardines trató de quitar importancia al contenido de la grabación que Pedro Luis Nieva le hizo hablando con su esposa Katia, y que según las acusaciones fue el detonante del crimen que ahora se juzga en la sección segunda de la Audiencia. En el sumario consta un informe elaborado por el perito de la Guardia Civil que realizó el volcado del teléfono de Javier Ardines, que recoge una conversación por WhatsApp entre el concejal asesinado y su hija, y que en la mañana de este martes trajo a colación el letrado de Pedro Luis Nieva, Javier Beramendi. "No te preocupes, que sabía que me estaba grabando y no era la primera vez ya. Si no fuese en plan de coña a nadie se le ocurre tener una conversación así en medio de un bar, y más a voces que se escuchan bien las que da ella", mandó el concejal a su hija. "Cuando me la mandaste, te lo iba a decir, pero es algo largo", añadió Ardines. Y más tarde: "Si se están separando o no, ni idea. Sé que es una casa de grillos. Si quiere ponerse de cornudo por ahí, se equivoca. No tuvo huevos de hablar conmigo en un año, se lo aclaro todo sin problema".

El mismo perito ratificó el contenido del informe, según el cual, Ardines borró, el 12 de agosto de 2018, cuatro días antes del crimen, un total de 57 mensajes con un usuario identificado como "Bea", y tres mensajes de "Pedro Katia", se entiende que Pedro Luis Nieva. A esa fecha tenía diez teléfonos bloqueados, algunos de los cuales no estaban identificados, y uno de ellos el de una tal Vanesa. El 13 de agosto, borró cinco conversaciones con 39 mensajes con la tal "Bea", y una conversación de tres mensajes con Katia, esposa de Nieva. El 14 de agosto, dos días antes del crimen, Ardines bloquea el teléfono de Katia y el de Pedro Nieva, y borra más conversaciones con "Bea". Finalmente, el 15 de agosto de 2018, víspera del crimen, Ardines borra más conversaciones con "Bea" y también una con la Vanesa antes señalada.

La jornada de este martes se inició con la declaración de los forenses del caso, María Elena Brea Pastor y José Manuel Serrano Hernández, quienes aportaron detalles sobre las lesiones sufridas por Ardines, las causas de la muerte y cómo pudo ser ésta infligida. La causa, indicó Serrano, fue "un shock en el sistema circulatorio", causado por una compresión bilateral de la traquea (es decir, estrangulamiento) y por una hemorragia intracraneal. Ésta fue causada "en principio por un golpe en la cabeza". La compresión bilateral provocó "hematomas" y la fractura de hueso hioides (la nuez). Estiman que fue asfixiado cuando aún estaba vivo, y la compresión fue tan intensa que solo fracturó la nuez, sino que provocó el sangrado del músculo por debajo de la piel. No había marca exterior, lo que hace pensar a los forenses en "una presa de codo", imprimida con el brazo y el antebrazo, que en este caso provocó la pérdida de conocimiento y la parada cardíaca, al impedir la circulación de sangre a la cabeza, lo que impidió oxigenar el cerebro.

La lesión de la cabeza, una contusión parieto-occipital longitudinal, pudo ser infligida, según Serrano, por una persona diestra desde atrás, aunque, a preguntas de las defensas, admitió que Ardines podría haber sido atacado por delante, "en un enfrentamiento", toda vez que presentaba hasta cuatro lesiones de defensa en el antebrazo derecho, utilizado "como escudo". "El golpe fue dado con ganas, no fue al azar, o casual, porque logró fracturar uno de los huesos más resistentes del craneo", indicó Serrano. El golpe fue "intenso, en una zona vital", y causado con un objeto sin resaltes, ni salientes, porque la piel del cuero cabelludo no presentaba lesiones, y además un objeto animado de velocidad, no necesariamente pesado". Por tanto, compatible con un bate o un palo. Ardines presentaba otras lesiones menores, en las rodillas o las falanges, que los forenses atribuyen a un arrastre del cuerpo. El concejal tenía además los labios rotos, "debido a un impacto directo, bien un puñetazo o un golpe con algo contundente como un palo, en ningún caso contra el suelo". Para los forenses, el golpe en la cabeza fue causado cuando Ardines estaba de pie, y fue estrangulado cuando se encontraba de rodillas o en el suelo. No tenía golpe alguno en los gemelos, lo que echa por tierra la versión que dio Benatia a los guardias civiles, que solo había golpeado a la víctima en los gemelos.

Las defensas, como no podía ser de otro modo, trataron de buscar las zonas de sombra que les favorecen. La de Pedro Luis Nieva puso el acento en lo poco concreto de la hora de la muerte, para incidir en la tesis de que Benatia y Kelii no tuvieron tiempo de desplazarse desde el lugar del crimen hasta el peaje de la Variante Sur de Bilbao, donde el coche fue fotografiado a las 7,28 de la mañana del 16 de agosto de 2018. Los forenses explicaron que, aunque dieron como hora de la muerte las seis y media de la mañana, esta hora no es exacta. "No estábamos allí para saberlo", dijeron. Pero resaltaron que el crimen pudo cometerse unos minutos antes. También a la defensa de Nieva, los forenses le aclararon que el hecho de que Ardines tuviese un ojo hinchado no era producto de un golpe, sino de que parte de la sangre de la hemorragia interna causada por el brutal impacto en la cabeza se había alojado en el párpado, del mismo modo que se había vertido en parte por la nariz y la boca de la víctima. Las defensas también quisieron que los forenses apoyasen la tesis de un posible enfrentamiento, lo que eliminaría la posibilidad de la alevosía. También la posibilidad de que Ardines hubiese perdido la conciencia de forma inmediata tras sufrir el primer golpe, lo que también destruiría un posible ensañamiento. El golpe en la cabeza, explicaron "dejó completamente inerme a la víctima, después del golpe no tuvo plena capacidad". Lo que pudieron fue aclarar si en el ataque habían participado una, dos o más personas.

Otro momento interesante de la vista de este martes fue la declaración de dos agentes del departamento de Biología de la Guardia Civil, que analizaron las muestras de ADN y que explicaron que no podían establecer si el hallado de la amante de Ardines en las vallas usadas para tenderle la emboscada, eran producto de una transferencia directa, por haberlas tocado ella, o indirecta, a través de las manos de la víctima.

El juicio se reanuda este jueves, con el inicio de los informes finales de las partes.

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