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Las dudas de los jurados impiden un veredicto en el caso Ardines tras otras ocho horas de deliberaciones

Los miembros del tribunal regresan a su hotel para descansar y reanudar este miércoles sus discusiones

Un momento del juicio.

El “caso Ardines” lleva camino de convertirse en el más complejo de cuantos hayan caído en manos del Tribunal del Jurado. Los miembros del tribunal popular se retiraron de nuevo este martes a descansar tras otras casi ocho horas de deliberaciones, sin llegar a un veredicto para los acusados por el crimen del concejal llanisco.

Los jurados se reunieron a las nueve y media de la mañana, e interrumpieron sus discusiones hacia las dos de la tarde para comer en la misma sala de la Audiencia Provincial donde deliberan. El menú lo sirvió uno de los establecimientos del cercano Centro Cívico.

En torno a las cuatro de la tarde reanudaron las discusiones, para finalizarlas poco después de las siete de la tarde y retirarse a descansar al hotel que tienen asignado, donde curiosamente se aloja uno de los abogados del caso, Luis Mendiguren, defensor de Jesús Muguruza, presunto intermediario entre el supuesto instigador, Pedro Luis Nieva, y los dos argelinos a quienes se atribuye haber cometido materialmente el crimen, Djillali Benatia y Maamar Kelii.

A la hora de la comida, Pedro Luis Nieva –que como el resto de los acusados llevaba en los calabozos de los Juzgados de Oviedo desde primera hora de la mañana– recibió una breve visita de dos de sus hermanas, las que han estado presentes desde el principio en las sesiones del juicio, con el fin de dar ánimos al acusado.

Visita de familiares

Y es que consideran que, en absoluto, se trata de “un monstruo” y quieren darle todo el apoyo en estos momentos de tensión antes del veredicto. Los agentes que custodian a los acusados tuvieron esta deferencia ante la inminente finalización del juicio, previsiblemente en las próximas horas.

Se trata sin duda de una de las deliberaciones más largas que se hayan producido en Asturias, si no la más larga. No es extraño, puesto que los jurados deben dar respuesta a un total de 28 cuestiones, y además de forma razonada, indicando qué elementos en el juicio les han llevado a esa conclusión.

Un trabajo arduo que, contra lo que pudiese parecer, no juega necesariamente a favor de los acusados, como explicaba ayer alguno de los letrados del caso. Suele creerse que una larga deliberación quiere decir que no hay forma de que los jurados se pongan de acuerdo, y que eso puede indicar que no hay suficientes votos para una condena._Sin embargo, la experiencia desmiente esta impresión, dado que largas deliberaciones han dado lugar a veredictos de culpabilidad, y además por unanimidad.

La tardanza del jurado quizá tenga que ver con la advertencia que les hizo el Magistrado Presidente del tribunal, Francisco Javier Iriarte, quien comentó a quienes deben tomar una decisión que “no se les pide la verdad absoluta, sino que lleguen a una conclusión razonable y razonada”, punto este último muy importante que ha motivado que muchos veredictos fuesen anulados, como ocurrió con el que declaró culpable a Dolores Vázquez (luego absuelta), por citar el “caso Wanninkhof” que tanto trajeron a colación, interesadamente, los abogados defensores.

Los jurados, a quienes las fuerzas de seguridad han retirado los teléfonos móviles para no tener contacto con el exterior, volverán a reunirse a las nueve y media de la mañana de este jueves en la que será ya la tercera jornada de deliberaciones de un juicio que se alarga desde el pasado 29 de octubre, día en el que seleccionó a los miembros del tribunal popular.

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