El sistema sanitario de Asturias está “al límite”. Este es el mensaje que estos días transmiten diversos profesionales de la sanidad cuyas responsabilidades les otorgan observatorios de largo alcance. La novedad más reciente, agudizada desde el inicio de esta semana, está siendo la suspensión de intervenciones quirúrgicas que estaban programadas, que no son urgentes pero que, en muchos casos, afectan a pacientes que llevan mucho tiempo acumulado un retraso tras otro. Algunos médicos destacan que adoptar este tipo de decisiones es “preocupante y, en muchos casos, hasta doloroso”.
Hospitales saturados. ¿Por qué sucede esto? Porque algunos hospitales, y de manera especial el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), sufren una saturación creciente de su capacidad. “La habitual en los meses de invierno sumada a la derivada de la sexta ola del covid”, precisan los citados profesionales sanitarios. Ayer mismo, el servicio de Urgencias del complejo sanitario ovetense registraba una elevadísima afluencia de enfermos que generó la protesta de algunos de ellos debido a las largas esperas.
Personal agotado. A todo ello se añade la escasez de personal, que está llevando a solicitar que renuncien a sus días libres de Navidad trabajadores que llevan casi dos años en una situación de máxima tensión. Como resulta habitual, el eslabón más débil lo constituyen las enfermeras, que a las tareas habituales añaden, por ejemplo, el desarrollo de las campañas de vacunación frente al coronavirus y la gripe.
El covid colma el vaso. ¿Cuál es la influencia del coronavirus en esta situación? No es comparable a la de olas pandémicas anteriores, ciertamente. Ayer estaban hospitalizadas por covid 186 personas: 147 en planta y 39 en cuidados intensivos (UCI). Por establecer una comparativa, hoy hace un año había 444 en planta, 92 en UCI y 49 en centros no sanitarios (básicamente el hospital de campaña de la Feria de Muestras de Gijón y el Credine de Langreo). En total, 585, el triple que ahora.
Pruebas PCR y vacunación. Sin embargo, siendo menor la presión hospitalaria generada por el covid, el virus continúa centrando buena parte de la actividad sanitaria. En los últimos días, ha aumentado de forma muy notable la realización de pruebas diagnósticas PCR (las colas en algunos autocovid son muy elocuentes) y ya se ha reseñado la alta dedicación de enfermeras al programa de vacunación frente al coronavirus.
Y la gripe no ha llegado. “Es una situación muy compleja, de las más que he visto, y las soluciones no son fáciles”, señaló ayer un médico que conoce al detalle la red sanitaria regional. Hay que añadir un dato relevante: en el paisaje descrito falta un elemento que apenas ha llegado, que no se sabe si llegará en mayor medida y que, de hacer acto de presencia en serio, agravaría la situación de una manera severa: la gripe.
500 casos nuevos al día. La pandemia de covid continúa avanzando a un ritmo de unos 500 nuevos positivos al año. Anteayer se registraron 510 casos y se registró el fallecimiento de una mujer de 82 años por esta causa.
La quinta tasa más alta de España. La incidencia de Asturias en los últimos catorce días se sitúa en 543 casos nuevos por cada 100.000 habitantes. La del conjunto de España es sensiblemente inferior: 412 por 100.000. El dato del Principado es el quinto más alto entre las 17 comunidades del país. En el momento actual, son seis las autonomías en riesgo muy alto (más de 500 casos), con Navarra (1.267) y País Vasco (936) a la cabeza.
¿Nuevas restricciones? Entre tanto, las autoridades sanitarias continúan vigilando la evolución de la pandemia y del conjunto de la red de salud de la región. Tal y como ayer adelantó este periódico, el fuerte aumento de los contagios está llevando a los responsables de la Consejería de Salud a poner sobre la mesa medidas anticovid más restrictivas y nada deseadas en esta ocasión. Las que se barajan como más factibles, llegado el caso, son limitar los horarios y los aforos de los establecimientos hosteleros.
La hostelería se considera “segura”. Los sectores que podrían sufrir nuevas restricciones severas, especialmente la hostelería, reiteraron ayer mismo que confían en lo que les han transmitido desde el Gobierno regional: que la intención es aguantar esta ola con la única norma de los medidores de CO2 en el interior de los establecimientos. Recalcan que los locales “con medidores por debajo de 800 y ventilación cruzada son seguros” y esperan que, tal y como les han transmitido desde el Principado, el alto ritmo de vacunación con la tercera dosis a mayores de 60 años amortigüe notablemente el impacto en las UCI del esperado incremento de los contagios en la región.
Comienza la vacunación de los niños y se estudia la dosis de refuerzo para el grupo de 40 a 59 años
La Consejería de Salud del Principado quiere avanzar en la vacunación frente al covid-19 con toda la rapidez que sea posible. Para este viernes (pasado mañana) está previsto que concluya la aplicación de la tercera dosis a la práctica totalidad de la población de 60 a 69 años. Hoy, miércoles, comienza la vacunación infantil, dirigida al segmento de 5 a 11 años: en Asturias, unas 60.000 personas. El Principado recibió anteayer 24.000 dosis que administrará empezando por los niños nacidos en 2010, 2011 y 2012. Se prevé que en un plazo de una semana puedan estar vacunados. El resto recibirá el suero en enero, cuando lleguen más dosis. La segunda dosis llegará ocho semanas después de la primera. A nivel nacional, los expertos que forman parte de la ponencia de vacunas estudian hoy administrar la tercera dosis de refuerzo frente al covid a mayores de 40 años y trabajadores esenciales como profesores, policías o bomberos. La decisión de ir ampliando la franja de edad de vacunación de la tercera dosis (hasta ahora estaba recomendada para mayores de 60) se ha visto impulsada por las comunidades autónomas.
