Una de las empresas contratadas por el Principado para la vigilancia de edificios públicos vuelven a dar problemas. Ahora es la sevillana Mersant Vigilancia, que se encarga, desde el año 2020, de la seguridad de la residencia de vacaciones de Perlora (Carreño), el Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de la Violencia de Género “la Casa Malva”, en Gijón, el Hospital “Valle del Nalón” y los centros de salud de Langreo, la que ha dejado de pagar a la veintena de trabajadores que tiene en Asturias. Al parecer, se retrasó en el pago de la nómina en el mes de noviembre, que solo se hizo efectiva después de que el Principado presionase a la empresa a instancias de los trabajadores afectados. En ese momento adujo un problema transitorio.
Sin embargo, más tarde, la empresa no hizo efectiva la paga extra de diciembre, ni la nómina de este mes, que debería haber pagado, como muy tarde, el miércoles de la semana pasada, día 5. Los trabajadores están indignados por el hecho de que la empresa les haya dejado colgados en plenas Navidades, la época en la que más se disparan los gastos.
“El problema es que se contrata a la empresa más barata y luego pasa lo que pasa. Exigimos al Principado que rescinda de inmediato el contrato con esta empresa y contrate a otra que reúna las condiciones adecuadas”, indicó un trabajador, de Alternativa Sindical. Lo curioso es que Mersant Vigilancia se hizo cargo de la seguridad del Hospital del Nalón y de otros centros de salud después de que quebrase la anterior empresa, RMD.
Impago generalizado
Mersant Vigilancia está inmersa en varios conflictos por el impago de las nóminas en Sevilla, donde trabaja para el Ayuntamiento; Cádiz, donde vigila los edificios municipales; y Galicia, donde trabaja para Xunta, el Consorcio Santiago y el Ayuntamiento de La Coruña. Según la última lista de deudores hecha pública por la Agencia Tributaria a finales del año pasado, Mersant Vigilancia debe al fisco 1,2 millones, aunque otras fuentes indican que esa cifra sería de tres millones.
La empresa envió un comunicado interno en el que informaba de que estaba atravesando “por un momento delicado”, aunque estaba trabajando “para resolver la situación y encauzarla a la mayor brevedad”. La empresa anunciaba que iba a retrasarse en el pago de la extra de diciembre. “Os pido un poco de paciencia y comprensión ante esta situación que estamos atravesando, no sin antes daros las gracias, pidiendo disculpas por las molestias que puedan ser derivadas de la misma”, finalizaba el comunicado interno.
