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La falta de médicos y la presión vecinal atascan el plan de Urgencias de Primaria

El Sindicato Médico lleva hoy a la Junta 450 firmas de facultativos para pedir la reprobación del Consejero por “abandonar” los centros de salud

Acceso a un centro de salud asturiano. RICARDO SOLIS

La organización de las urgencias de Atención Primaria se ha convertido en una molesta piedra en el zapato de la Consejería de Salud. Los médicos escasean y piden agrupar los centros que hacen guardias en las tardes, noches y fines de semana. Los vecinos –principalmente en Gijón– reclaman la reapertura de puntos de atención cerrados durante la pandemia. Un grupo de 200 profesionales sanitarios exige la equiparación salarial con otros colegas que desarrollan la misma labor. Y, hoy, el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) solicitará a los partidos políticos la reprobación del consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, en la Junta General del Principado por “desconsideración y abandono” de la Atención Primaria.

Ya hace años que la atención a las denominadas “urgencias extrahospitalarias” –que no incluyen a los servicios de los hospitales– representa un objeto de controversia en Asturias. La situación se ha complicado con la progresiva pérdida de médicos: jubilaciones, recortes de plazas de formación de especialistas y “huidas” de facultativos a los servicios de Urgencias de los hospitales, que ofrecen condiciones laborales o estilos de trabajo que para algunos resultan más atractivos.

Durante años, en todos los centros de salud, urbanos y rurales, tenían equipos de guardia por las tardes y los fines de semana. En la actualidad, eso que se denomina puntos de atención continuada (PAC) están organizados de la siguiente manera: en el ámbito rural, hay atención durante las 24 horas de los siete días del año. La demanda es muy variable en función de la zona y de la zona y de la temporada del año. En las zonas turísticas, por ejemplo, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) refuerza los servicios durante el verano.

En las grandes ciudades, años atrás, todos los centros de salud tenían personal de guardia las tardes, noches, festivos y fines de semana. En los últimos años se concentró la atención a las urgencias en algunos centros. En Oviedo, el ambulatorio de La Lila es el único punto de atención continuada que está abierto de continuo. Hasta las 20.00 horas también funcionan otros cuatro: La Corredoria, La Ería, Pumarín y Teatinos. En Avilés, es El Quirinal el que funciona de manera ininterrumpida, y hasta las 20.00 horas también lo hace el centro de salud de Villalegre-La Luz. Y, en Gijón, había cuatro centros abiertos de continuo y siete más que abrían hasta las 20.00 horas. En el caso gijonés, desde el inicio de la pandemia se cerraron esos siete para urgencias, y solo funcionan en el horario ordinario, de lunes a viernes, de 8.00 a 15.00 horas, como el resto de la red. Por lo tanto, atienden urgencias cuatro en todo el resto del horario.

La Consejería de Salud pretendía concentrar equipos en Gijón, pero los vecinos tienen más fuerza

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En todo este panorama, la situación está bastante asentada, salvo en Gijón, donde las asociaciones de vecinos llevan tiempo reclamando la reapertura de los siete PAC cerrados al inicio de la pandemia, bajo el argumento de acercar y mejorar la atención a los ciudadanos. Entre tanto, el Sindicato Médico y otros colectivos del sector reclamaban mantener abiertos para urgencias sólo los cuatro centros, esgrimiendo dos argumentos. El primero, que es la manera de que en cada uno haya más de un equipo de médico y enfermera, de forma que es muy improbable que se quede vacío si los profesionales tienen que acudir a un domicilio. El segundo, que es el mejor modo de capear la escasez de facultativos.

El Sespa se había comprometido con los médicos a presentar en el otoño pasado una propuesta global de reordenación de lo que se denomina urgencias extrahospitalarias. Tras numerosas reuniones, los colectivos médicos estaban convencidos de que ese documento recogería su demanda. Así resume Javier Alberdi, presidente del SIMPA, la posición de los facultativos: “La mejor solución es agrupar PAC con médicos suficientes en cada uno de ellos. No puede haber un médico, o dos como mucho, para atender una demanda en urgencias de 100 o 120 pacientes. Es mucho mejor un punto de atención fuerte en cada ciudad que once abiertos como había hasta ahora”. Según Alberdi, lo que hace falta es “valentía política para explicar a la población que no hay médicos para todo”.

La reorganización comprometida por el Sespa iba a llegar en octubre. En realidad, lleva cociéndose varios años. Pero ha ido retrasándose, para extrañeza de los médicos. Y la respuesta a la tardanza llegó a finales de la semana pasada, y fue adelantada por LA NUEVA ESPAÑA: la oposición frontal de los vecinos ha obtenido el apoyo –total o parcial, aun se desconoce– del gobierno municipal de Gijón, y el Sespa difícilmente podrá dejar como definitiva la reagrupación de la ciudad en los cuatro PAC abiertos desde la pandemia.

La Consejería de Salud puede estar más o menos de acuerdo, pero en el sector sanitario se da por hecho que la posición de su titular, Pablo Fernández Muñiz, está debilitada después del error cometido en la licitación de la primera fase de la reforma del Hospital de Cabueñes, que ha retrasado el proceso y generado un gran enfado entre los gijoneses, incluidos los dirigentes socialistas de la ciudad, que no quieren otro frente sanitario.

De otro lado, el SIMPA, con el respaldo de 450 médicos de Atención Primaria del Sespa, registrará hoy miércoles, en la Junta General del Principado, una solicitud de reprobación del consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, para la que reclama el apoyo de todos los partidos representados en el Parlamento regional. ¿Motivos? “La actitud de desconsideración y abandono hacia el primer nivel de la atención sanitaria y, en especial, hacia los médicos de Atención Primaria”. Este malestar y este tipo de movilizaciones están extendidos por buena parte del territorio nacional.

Y, en un tercer frente, unos 200 médicos y enfermeras que cubren urgencias en los centros de salud –muchos de ellos en las alas de Asturia– han dado un ultimátum al Principado para exigir la equiparación salarial con sus colegas que hacen lo mismo en el ámbito urbano. Todos los sindicatos sanitarios, unidos en esta reivindicación. Ya hace casi seis años, el 29 de abril de 2016, la Junta General del Principado aprobó por unanimidad equiparar las retribuciones del personal de tres colectivos: SAC, SUAP y SAMU (este último agrupa al personal de las UVI móviles).

Las claves

Centros de salud abiertos para urgencias.

Los médicos reclaman que se concentren y que haya varios equipos en cada uno, para evitar que el centro quede vacío si se han de desplazarse a domicilios 

Demandas vecinales.

Los usuarios de Gijón reclaman que en las tardes, noches y fines de semana funcionen once centros y no cuatro, como sucede desde la llegada de la pandemia

Reprobación del Consejero.

El Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) solicita a los partidos políticos la reprobación de Pablo Fernández Muñiz por “desconsideración y abandono” de la Atención Primaria

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