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El escenario tras la sexta ola en Asturias: gripalización del covid y recuperación de la actividad en los hospitales

La retirada de puntos de vacunación y autocovid, claves en la nueva estrategia de la Consejería de Salud

Cola para vacunarse del coronavirus en el área de Docencia del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA, Oviedo). IRMA COLLIN

Con la sexta ola en clara recesión y la situación aparentemente controlada, Asturias ya tiene la vista puesta en el escenario sanitario que viene. Lo hace con dos claves en el horizonte más cercano: la potenciación de la actividad hospitalaria, frenada en los últimos meses a causa del covid, y la "gripalización" de la pandemia, con la intención de "normalizar" los contagios, llegado el punto en el que la práctica totalidad de la población está vacuna y el porcentaje de casos graves es mínimo.

La reactivación de la actividad en los centros médicos irá precedida de “una reorganización de los recursos humanos”, en especial del personal de enfermería. Según explicó este lunes en la Comisión de Salud de la Junta del Principado Conchita Saavedra, gerente del Servicio de Salud (Sespa), van a desmontarse diversos puntos de vacunación y autocovid, lo que permitirá que un volumen apreciable de profesionales de enfermería se dediquen a otras tareas. “Podremos reanudar los planes de choque en los quirófanos y lograr un aumento importante de consultas y pruebas”, señaló la gerente del Sespa. La Administración sanitaria está trabajando para prorrogar hasta el próximo mes de septiembre los planes de choque puestos en marcha el pasado otoño con el objetivo de reducir las listas de espera. En los centros de Atención Primaria también ha disminuido la presión del covid-19, por lo cual “volveremos a retomar las actividades preventivas y la atención a los enfermos crónicos”.

Ante la Comisión de Salud de la Junta comparecieron el consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz; la gerente del Sespa; la directora general de Salud Pública, Lidia Clara Rodríguez; y Sergio Valles, director general de Política y Planificación Sanitarias.

Una de las preguntas formuladas por la oposición versó sobre la intención que tiene el Gobierno central de “gripalizar” la pandemia de covid. O sea, de modificar la vigilancia de la enfermedad, lo que podría implicar, al menos sobre los papeles que se están elaborando, una reducción de las pruebas diagnósticas (PCR y antígenos) que realice la sanidad pública, que pasarán a estar circunscritas a la población más vulnerable, y tender a la autogestión de cada paciente de su propio proceso infeccioso. Lo previsible, señalan fuentes sanitarias, es que la Administración sanitaria se desvincule también del control de los aislamientos y las cuarentenas.

“No me parece muy afortunado el término gripalización”, señaló el consejero de Salud. Pablo Fernández admitió que “necesitamos una adaptación al escenario que tenemos en la actualidad, y que no es el mismo que el de hace un año, sobre todo porque la respuesta de la ciudadanía a la vacunación ha sido ejemplar”.

Ese cambio de escenario en la vigilancia del covid-19 se halla en fase de deliberación en la ponencia de alertas y la Comisión de Salud Pública –en la que participan el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas– alumbrará en breve una propuesta de adaptación de la estrategia. “Asturias participa activamente en este debate, consciente de la necesidad de una estrategia común para todo el sistema de salud”, indicó el titular de Salud. Y añadió: “Es lógico que se establezca una reflexión conjunta para establecer una estrategia de diagnóstico dirigida a las personas y ámbitos de mayor vulnerabilidad y a los casos graves, a la vez que se mantienen los sistemas de vigilancia y control puestos en marcha durante la pandemia para garantizar que se puedan reactivar en caso necesario”.

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