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Los hoteles asturianos, con sus costes disparados, confían en llegar al lleno en Semana Santa: “Las facturas se han duplicado y las tarifas siguen siendo las mismas”

El perfil del visitante que llegará al Principado: procedente de Madrid, Castilla y León o País Vasco y con la intención de quedarse entre dos y tres días

Turistas a la entrada del hotel 40 Nudos de Avilés. | Ricardo Solís

“Se prevé una Semana Santa muy parecida a la de antes del covid”. Optimismo moderado en la hotelería asturiana. Las buenas perspectivas de ocupación, de en torno al 90%, suponen un cierto alivio para uno de los sectores lastimados por la crisis sanitaria. Si nada se tuerce, turistas nacionales, eminentemente madrileños, castellanoleoneses y vascos, harán rozar el lleno en hoteles, campings y casas rurales. Pese a todo, los empresarios del sector no lanzan las campanas al vuelo y advierten que se asoman a un nuevo precipicio, el que trae consigo la inflación: “Las facturas de luz y gas se han duplicado y cualquier obra de reparación o mantenimiento cuesta hoy un 20% más. Y pese a todo, no podemos repercutir eso a los clientes”.

Oviedo será uno de los lugares en los que más difícil será encontrar una cama de hotel libre. Al turismo de la Semana Santa hay que sumar el tirón de la Oviedo Cup. Sus organizadores estiman que el torneo de fútbol movilizará a unos 7.000 jugadores y 28.000 visitantes. “De Jueves a Sábado Santo estamos en el 90% de ocupación”, resume Beatriz Pendás, recepcionista del céntrico AC Hotel Oviedo Forum, sobre unas cifras alcanzadas a base de turismo nacional “muy superiores a las registradas en las mismas fechas de los últimos dos años”.

Algo muy parecido a lo que se palpa en Avilés, con cifras de reservas que rondan el 90%. “La media en las estancias es de dos o tres días. La mayoría de los visitantes, nacionales”, explica María José Arias, gerente del hotel 40 Nudos. Aunque satisfecha con la perspectiva de pernoctaciones que, de hecho, augura que podría llegar al 100% con las reservas de última hora, Arias muestra su preocupación por la situación actual del sector. “Las facturas de la luz y el gas han subido mucho y esos sobrecostes son muy difíciles de repercutir en las tarifas”, expone la avilesina, quien cree que el sector deberá llegar a acuerdos a nivel nacional o regional para acondicionar los precios a la coyuntura actual.

También lo ve así Alberto Lázaro, gerente del Hotel Asturias de Gijón. “Los gastos se multiplican por tres y los precios solo los podemos subir un 3%. Ni siquiera como el IPC”, explica el empresario, que ya tiene reservadas entre el 80 y el 85% de sus camas para esta Semana Santa y que considera que para atajar los daños de la inflación las cifras de visitantes “deberían ser mejores que antes de la crisis del coronavirus todavía”.

No solo los hoteles de las principales ciudades asturianas estarán rozando el lleno. También las casas rurales de la región. “Primero se llenaron los alojamientos de la zona de Picos de Europa pero ahora mismo está todo rozando el completo”, afirma Jaime García Martínez, presidente de ARCA, la asociación de empresarios del ramo, quien afirma que la demanda sufrió un frenazo con el inicio de la guerra y que los pequeños empresarios también están padeciendo la crisis de la inflación: “Cualquier remodelación cuesta ahora un 20% más que antes y esos incrementos aún no se han trasladado a los precios”.

Idéntica radiografía a la que hace Ramón Álvarez, presidente de la Asociación de Campings de Asturias, un tipo de alojamientos que lleva años en auge y que para esta Semana Santa también prevé el lleno. “En lo que son cabañas y bungalows prácticamente ya no hay hueco. Queda, eso sí, espacio para autocaravanas y campistas, que suelen venir más de última hora”, relata.

José Luis Álvarez Almeida, presidente de Otea, la patronal de la hostelería y el turismo de Asturias, celebra las buenas perspectivas aunque alerta de la importancia de la previsión meteorológica. “Si se avecina una tormenta es probable que haya cancelaciones. Si pronostican buen tiempo, es probable que los turistas se abalancen sobre Asturias”, explica. Sobre el incremento en los costes, Álvarez Almeida prevé que las empresas irán subiendo precios por pura necesidad y que será el mercado el que termine por regular la presión de la inflación.

Sin turistas extranjeros

Pese a que Asturias cuenta desde noviembre con conexión aérea directa con París y que la semana pasada se retomó la línea directa con Londres, los alojamientos de la región aún no han percibido el impacto de las nuevas rutas. Pero aunque no está, al visitante extranjero se le espera. “Se notará en el futuro. Trabajé 30 años en agencias de viaje y puedo decir que tener diversas conexiones aéreas internacionales es fundamental”, destaca María José Arias, quien destaca la importancia del enlace con la capital francesa: “Es un aeropuerto que te saca al mundo”.

La previsión es que el Aeropuerto de Asturias sume a sus conexiones internacionales Düsseldorf (Alemania), Bruselas (Bélgica), Roma (Italia), Ámsterdam (Países Bajos), Milán (Italia) y Lisboa (Portugal). A estas rutas hay que añadir los destinos nacionales: a Alicante, Barcelona, Gran Canaria, Lanzarote, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Sevilla, Tenerife y Valencia.

El “auge” del aeródromo de Santiago del Monte (Castrillón) trae aparejadas nuevas iniciativas privadas. Una de ellas es la reapertura del Hotel Cristal, ubicado en una parcela aneja al aeropuerto. La previsión es que el alojamiento y su aparcamiento de grandes dimensiones, adquirido por el grupo Arias en 2019, puedan abrir sus puertas este mismo verano. “Será la guinda del pastel, ya que tener un hotel en el aeropuerto es fundamental”, destaca Arias.

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