La sección segunda de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo, ha celebrado esta mañana la vista para decidir sobre la permanencia en prisión de Maamar Kelii, uno de los sicarios argelinos condenados por el asesinato del concejal llanisco Javier Ardines, al cumplirse el próximo mayo dos años desde su ingreso en prisión preventiva, situación en la que continúa al estar recurrida y no ser firme la sentencia de 22 años de prisión que le impuso el tribunal del jurado presidido por el magistrado Francisco Javier Iriarte. Kelii ha comparecido por videoconferencia desde la prisión.

La defensa de Kelii, a cargo de Fernando Barutell, pidió la excarcelación al considerar que "no hay riesgo de que se fugue", debido a su "arraigo familiar en España". El letrado ofreció la posibilidad de que Kelii compareciese en el juzgado "incluso diariamente para garantizar su presencia en el país". Tanto el ministerio público como la acusación particular, a cargo de la familia de Ardines, se mostraron contrarios a la excarcelación, al entender que "ya se dio a la fuga en una ocasión" y tuvo que ser extraditado desde Suiza, lo que demoró la finalización de la instrucción.

Como ya indicó en el juicio celebrado el años, Barutell repuso que "Kelii no se fugó ni a Suiza ni a Argelia". En el país norteafricano tenía a su madre enferma, motivo por el que se desplazó a verla, y posteriormente regresó. Luego se marchó a Suiza para hacer negocios de compra venta de vehículos (al parecer también para vender sustancias estupefacientes), y fue allí donde fue detenido por tráfico de drogas y agresión. Tanto la Guardia Civil como la Fiscalía sostienen que sus salidas del país coincidieron con informaciones periodísticas que apuntaban a avances en la investigación.

El tribunal del jurado tomará una decisión en breve sobre la prórroga de la estancia en prisión preventiva de Kelii, que tendrá que volver a comparecer el próximo 17 de mayo, esta vez ante la sala de lo civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), donde tendrá lugar la vista de apelación de las condenas de entre 20 y 22 años impuestas a los cuatro acusados del crimen, uno de los más sonados de los últimos años.