“Deva”, uno de los diez ejemplares de pigargo europeo (Haliaeetus albicilla) liberado el pasado año en Ribadedeva, apareció ayer muerto en Francia, junto a un poste de un tendido eléctrico. El anuncio de la muerte lo hizo público en la mañana de ayer el grupo “Proyecto Pigargo”, solo veinticuatro horas después de que diera cuenta de su presencia en el país galo, gracias a los datos ofrecidos por el dispositivo GPS que portaba. Esta joven hembra de pigargo europeo, que había sido liberada el pasado 4 de octubre, protagonizó un viaje de más de 1.600 kilómetros, desde Asturias hasta el punto en el que murió, en una zona agrícola de Francia.

El Principado y la Delegación del Gobierno, por otro lado, prometieron ayer intensificar el dispositivo de vigilancia puesto en marcha por la muerte de tres quebrantahuesos y dos buitres en la zona suroriental de Asturias en las últimas semanas. Al menos en dos de ellos se detectaron sustancias tóxicas.

Ante esta situación, se han reforzado los dispositivos de vigilancia y se han realizado batidas con perros especializados en la detección de veneno. Además, se ha activado la Red Centinela de Venenos del Principado. Las autoridades han subrayado que la muerte de especies catalogadas en peligro de extinción, como el quebrantahuesos, está tipificada en la legislación como “delito grave”, con multas que van de los 3.001 a los 200.000 euros, y conlleva penas de prisión.