Aunque el sol lucía sin una nube en el cielo en Boal Miguel Pérez, uno de los cuatro hermanos naturales de la aldea de Fontescavadas/Fuentes Cabadas, recordaba que el día de la fiesta, siempre llueve. Y lo cierto es que el agua no faltó a la cita durante la mañana, sin embargo cuando tocó sacar en andas al patrón, la lluvia se detuvo por completo.
Fontescavadas fue noticia en su momento cuando estos hermanos, que no residen en el pueblo pero se sienten muy arraigados al mismo, decidieron hacer una campaña de micromecenazgo en las redes sociales para luchar contra el despoblamiento con actuaciones como rehabilitar la capilla, en mal estado, o ceder su casa familiar, Casa Rigueiro, que llevaba años sin habitar, a una pareja y su hijo durante 25 años. Fue cedida para que pudieran establecerse en la aldea y crear un negocio turístico. que, al mismo tiempo, sirva para revitalizar el lugar y atraer viajeros que quiera disfrutar de este enclave, sin duda, de un belleza tremenda y que invita al descanso y a disfrutar del entorno.
La respuesta de los donantes, tanto de Asturias como de otros lugares de España, fue un éxito llegando a la cantidad necesaria para llevar a a cabo la restauración de la capilla, tanto exterior como interiormente, que ayer lucía renovada gracias al gran trabajo y también a las donaciones de los propios vecinos y familiares de esta aldea, que trabajaron duro muchos meses para disfrutar, desde ayer, de una capilla hermosa y donde también estrenaron los bancos de madera y hierro que realizó el vedor y alcalde pedáneo del pueblo, Carlos Martínez Pérez.
“Aquí somos un rebaño de ocho o nueve”, afirma sonriente este vecino de Fontescavadas que no podía disimular su alegría por volver a celebrar la fiesta de su patrón, Santo Domingo de la Calzada, que no se celebraba desde 2019. “Esto antiguamente era camino de Santiago, pasaban por aquí a San Roque, donde hay una capilla en el monte con un espacio para curar a los peregrinos; seguía a Tamagordas, San Emiliano y llegaban a Grandas, yo creo que de ahí viene que tengamos de patrón a Santo Domingo”, explica. Y, como buen alcalde pedáneo, pide para su pueblo “ servicio de internet, más cobertura de telefonía y buenos accesos por carretera”.
Cerca de 70 personas, entre los vecinos y otras llegadas tanto del concejo como de otros lugares de Asturias y España se dieron cita ayer en el interior y exterior de la capilla donde ofició la misa el párroco Adán Fernández. Al finalizar, los asistentes sacaron en andas al patrón junto con las imágenes de Santo Domingo de Guzmán, San Antonio y la virgen de Fátima.
Entre esos vecinos estaban Elsa Fernández Fernández y su marido, Javier Suárez Rodríguez, este último de Castrillón (Boal), que llegaron de Gijón; Emilia Fernández Bolaño, residente en Illano y Estrella Pérez, que vive en Miudes, en el concejo de El Franco. "Vine para recordar cuando era pequeña, con ocho años. Vi el cartel y me dije, tengo que ir", señaló. Estrella y Emilia, por su parte, dijeron que les hacía mucha ilusión acudir a la misa y ver la capilla restaurada. "Mis abuelos y mi madre eran de este pueblo. Es muy emocionante estar hoy aquí", afirmó Estrella.
Otros que no faltaron a la festividad fueron Teodoro Vázquez y su mujer, Mercedes Vita, residentes en Madrid y que, al menos tres o cuatro veces al año, vuelven a Fontescavadas. "Venimos muchos, en verano solemos subir siempre. Mi madre era de aquí. Mi abuelo estuvo en Cuba y, cuando volvió montó, primero un bar, y luego un negocio de ultramarinos". Ambos recuerdan que, durante las obras de mejora de la capilla, echaron una mano. "Hemos visto su evolución desde el principio. El tejado era lo más dañado, incluso participamos en labores de limpieza del entorno", recuerda Teodoro Vázquez.
Sólo faltaba en la capilla la imagen del Cristo de Fontescavadas, que podría datarse en el siglo XVI, y que está en proceso de restauración en la Escuela Superior de Arte de Avilés. Esther Roca Fernández, profesora de Conservación y Restauración en la especialidad de Obras Escultóricas, dirige los trabajos de restauración del mismo en la Escuela Superior de Arte de Avilés. "Mi compañera , María José Rodríguez Ruitiña, vio el llamamiento en las redes sociales para ayudar a la restauración de la capilla y al conocer el estado del Cristo, y como no tenían fondos, nos postulamos para hacer su restauración, lo que se está llevando a cabo con los alumnos del taller", explica.
La datación del Cristo, según el historiador Javier González Santiso, podría ser del siglo XVII "aunque tiene un detalle como la corona de espinas que podrían hacer pensar que es del siglo XVI", señala esta experta que recuerda que la imagen "tenía un repinte con Titanlux ocultando los colores reales de la figura. El trabajo desarrollado hasta el momento ha sido la eliminación de esa capa así como la fijación de la policromía y la madera que, con el paso de los años, estaban dañadas. Hemos avanzado muchísimo en la reintervención del Cristo, pero aún queda trabajo por delante", afirma. La imagen será trasladada en breve a la capilla y, el 19 de junio, serán las alumnas que intervinieron en los trabajos, quienes expliquen a los vecinos en el pueblo cómo se han desarrollado los trabajos".
También se inauguró una placa en memoria de los vecinos de Fontescavadas y el de Llombatín (Illano), que se ahogaron en el embalse de Doiras el 29 de junio de 1952. "Fue una tragedia muy grande", -explica el alcalde pedáneo-, "Unos vecinos del pueblo estaban cruzando en barca el embalse de Doiras cuando el barquero se puso enfermo y perdió el conocimiento. Nadie sabía nadar ni remar y pidieron auxilio a otra barca, que se acercó a ayudarles. Empezaron a pasar a la parte de atrás de la barca y el pesó no se compensó, empezó a entrar agua y la barca terminó volcando. Murieron seis del pueblo y el barquero, que era de Llombatín (Illano). "
Por supuesto no faltó la sesión vermú y la música durante la mañana, así como una buena comida en familia y, posteriormente , una verbena amenizada por Los Adrianos.