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El rescate de los “mayorinos” de los Picos: una “falta de sentido común” que sale a más de 6.000 euros

Los dos belgas rescatados por dos helicópteros se metieron en playeros en una canal “dura y que requiere botas y experiencia”, explican expertos

Un rescate en Picos de Europa

El rescate de los “mayorinos” de los Picos de Europa, los dos jóvenes belgas de 25 y 26 años que subieron la canal de Jidiellu con la intención de ascender al Valdominguero, en Cabrales, con apenas unas zapatillas de deporte, y que se vieron atrapados entre neveros y sin posibilidad de escape, ha provocado una cascada de críticas a lo que muchos consideran un acto irreflexivo que además va a costar a las arcas del Principado un mínimo de 6.000 euros, dado que en el rescate intervinieron dos helicóptero. Los dos jóvenes ya no se encuentran en Asturias. Se marcharon en la mañana de este viernes de Sotres con la intención de ir “a Portugal, a la playa”.

Según los montañeros avezados, la canal de Jidiellu, que es uno de los tramos de la Travesera, es “dura y complicada”, explica el guía de montaña Érik Jorge Pérez. “No es que sea una canal difícil, pero al final, en la parte más estrecha, si tienes nieve dura y no vas preparado con unas buenas botas y un poco de experiencia, puedes pasarlo mal. Con unas zapatillas de deporte, la nieve no te agarra”, añade.

La subida de la canal se toma desde el camino que conduce desde los Invernales del Texu a las Vegas de Sotres. Desde los 1.017 metros se asciende hasta los 2.121 metros de altura, un desnivel de más de mil metros y tres kilómetros de ascenso inmisericorde. La mayor parte es una subida relativamente cómoda, pero al final se complica con algunos tramos técnicos de trepada y la presencia de neveros. Hay quien aconseja incluso que se realice con crampones y hasta casco.

Desde la collada de Valdominguero, que estos días aún tiene bastante nieve, se asciende hasta el Pico Valdominguero, a 2.230 metros, con tramos de trepada, alguno muy aéreo. Lo más seguro es que los belgas, una vez coronado el Valdominguero, pensasen bajar por el Casetón de Ándara y el Jitu Escarandi hasta Sotres, donde pernoctaban en un albergue.

“No quiero hacer sangre con los chavales, pero este rescate refleja un poco que hoy en día la gente se mete en sitios que suenan mucho en los Picos sin el material y la experiencia adecuados”, opina Érik Pérez. “Son chavales jóvenes y fuertes, que no tienen ningún problema para subir mil metros de desnivel. Pero luego te encuentras con problemas, te enriscas y ya no eres capaz ni de avanzar ni de bajar porque la nieve está muy peligrosa”, añade el guía de montaña.

Coste inasumible

Todo el episodio evidencia “una gran falta de experiencia, conocimiento y hasta sentido común: tendrían que haber dado la vuelta antes, cuando se les empezó a complicar la cosa”. Érik Pérez llama la atención sobre otro problema, que es seguir los tracks de las aplicaciones sin saber con qué se va a encontrar uno. Este montañero ve además otra cuestión como es el alto coste de los rescates. “Sacar a estos chavales nos ha costado entre 6.000 y 10.000 euros, y vemos normal gastarnos tal cantidad de dinero por la falta de planificación y conocimiento de unos jóvenes”, opina.

Otros se mostraron aún más duros, exigiendo que se les haga pagar el rescate “por su mala cabeza” y su “injustificable imprudencia”. Por las complicadas condiciones del rescate, acudieron hasta dos helicópteros a evacuar a los dos jóvenes, que llamaron a Bélgica al hermano de uno de ellos para dar la voz de alarma. Las emergencias belgas se pusieron en contacto, erróneamente, con las andaluzas, y estas avisaron a las asturianas. Entre 2013 y finales del año pasado se cobraron tasas de rescate en 24 de los 900 casos registrados, un porcentaje “ínfimo”, según indicó en su día la consejera de Presidencia, Rita Camblor.

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