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Asturias, obligada a pedir sangre a otras regiones tras varios años de suficiencia

Los hospitales de la región aumentan la demanda hasta las 200 bolsas diarias, una cifra superior a unas donaciones mermadas por el covid

David Veiga, atendiendo a Óscar Lueje, ayer, en una unidad móvil de donación emplazada en el paseo de La Florida (Oviedo). | Fernando Rodríguez

Después de varios años de autosuficiencia, Asturias ha tenido que pedir sangre a otras comunidades autónomas para dar respuesta a las necesidades de los hospitales de la región. Ha sucedido en dos ocasiones: el pasado mes de abril y el jueves de la semana pasada. En los últimos meses, hay días –y no pocos– en los que las cuentas no salen; y, cuando salen, los números van muy ajustados.

Para satisfacer la demanda de los centros hospitalarios, son necesarias entre 180 y 200 donaciones diarias, una cifra “desorbitada, mucho más alta de lo habitual, que solía rondar las 150”, explicó ayer a este periódico Ana María Ojea, directora técnica del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias. El ritmo medio de extracciones es insuficiente debido, en buena parte, a la alta incidencia del covid-19 en Asturias, particularmente en el mes de abril, cuando el virus impidió donar a muchas de las personas que suelen hacerlo. “Necesitamos un stock mínimo de 800 bolsas, y ahora estamos en unas 600”, añadió la doctora Ojea.

¿Por qué es tan elevado el consumo de sangre en el momento actual? La causa es clara y ha sido publicada por este periódico en varias ocasiones, entre ellas ayer mismo: el intenso ritmo de actividad quirúrgica de los hospitales del Principado, que han reactivado los planes de choque para acortar las demoras que sufren los pacientes.

Lo acontecido el pasado jueves fue una situación “crítica”, señaló la directora técnica del Centro de Sangre y Tejidos. No hubo más remedio que cursar una petición de ayuda a los bancos de sangre de otras regiones. Muchos de ellos sufren escaseces similares a la de Asturias. Con todo, la ayuda llegó, como ya había sucedido el pasado abril. En consecuencia, no fue necesario suspender intervenciones quirúrgicas.

En paralelo, los responsables de la recogida, procesamiento y distribución de sangre realizaron un llamamiento a la población general. Esta iniciativa “está dando buenos resultados, y la situación se ha aliviado”, indicó Ana María Ojea. Lo que no ha podido hacer Asturias es atender las peticiones de ayuda que le han planteado otras comunidades que también han visto mermadas sus existencias.

De lo dicho se desprende que en abril y mayo confluyeron en el Principado un recorte de la donación y un incremento del consumo de sangre. Y eso ha sucedido pese a que las extracciones están siendo este año más numerosas que el pasado. Entre enero y mayo de este año, se registraron en Asturias 17.564 donaciones, lo que representa un aumento del 6 por ciento con relación al mismo periodo de 2021. Entre tanto, la demanda de los hospitales en los cinco primeros meses del año fue de 16.663 concentrados de hematíes, un 5,4 por ciento más que en el mismo intervalo de 2021.

De cara al futuro y, a más corto plazo, al verano que pronto comienza, la directora técnica del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos emplaza a la población más joven para que “tome el relevo” de las personas que, por edad u otras razones, se ven obligadas a dejar de donar. La cifra de nuevos donantes sufrió una fuerte caída en 2020, primer año de pandemia de covid-19: el descenso de incorporaciones con relación al año anterior fue del 35 por ciento. Esta disminución se vio compensada de manera parcial en 2021, cuando los nuevos donantes aumentaron un 28 por ciento con respecto al ejercicio precedente.

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