"Asturias está de moda, sobre todo, como refugio climático", ha señalado este miércoles el presidente del Principado, Adrián Barbón, tras resaltar que el pasado mes de julio la región batió todos los récords históricos de ocupación. "Recibimos a muchos visitantes que huyen del calor extremo", ha recalcado, a la vez que ha destacado el atractivo que supone para los visitantes el paisaje natural de Asturias, conservado gracias a una "política muy proteccionista" de los sucesivos ejecutivos autonómicos.

Barbón ha revelado que su gobierno ha enviado una propuesta complementaria a la estatal para propiciar el ahorro energético. "Nuestra preocupación principal es afrontar el otoño y el invierno en las mejores condiciones posibles para no sufrir apagones que afectan a las personas, las familias y las empresas". Ha recordado que buena parte de la industria asturiana es "hiperelectrointensiva".

El presidente asturiano ha explicado que entre las medidas para la racionalización del gasto energético figuran la instalación de paneles fotovoltaicos y el adelantamiento del cierre en los edificios públicos.

Ha manifestado su "preocupación" por el incremento del precio de la luz y ha resaltado la "suerte" de que los gobiernos de España y Portugal hayan logrado convertir a estos dos países en una "isla energética", lo que supone que los precios de la electricidad son mucho menores que en países como Francia o Alemania. Ha defendido ampliar eses sistema a toda la Unión Europea.

El jefe del Ejecutivo asturiano se ha referido asimismo a la reactivación de las centrales de carbón en otros países de Europa y a la posibilidad de que ocurra lo mismo en España. Ha subrayado que no sería posible hacerlo, porque los países en los que se ha vuelto a utilizar carbón son aquellos en los que las centrales térmicas "no se clausuraron al cien por ciento, porque decidieron mantenerlas como fuentes de respaldo", y con un añadido importante: "no reciben ayudas públicas".

Adrián Barbón ha explicado que en España, el Gobierno y las empresas del sector decidieron en su día que las fuentes de respaldo fueran "las centrales de ciclo combinado", al no poder subsistir la minería del carbón sin ayudas estatales, y que reabrir ahora las centrales térmicas resultaría "imposible" por el elevado coste que supondría.