TEJIDO INDUSTRIAL Y TECNOLÓGICO

La biofábrica de Ence impulsa el desarrollo sostenible de Asturias

La planta de Navia genera 6.900 empleos entre puestos directos, indirectos e inducidos en toda la cadena forestal, suministrando bioproductos y energía renovable al tiempo que lucha contra la despoblación

Biofábrica de Ence en Navia.

Biofábrica de Ence en Navia. / Cedida a Lne

Elena Casero

Desarrollo sostenible, compromiso ambiental y contribución al territorio. En base a estos tres ejes, la biofábrica de Ence en Navia contribuye decisivamente a generar valor y actividad en el Occidente de Asturias. A partir de un uso eficiente y responsable de los recursos naturales, la planta genera 6.900 empleos entre puestos directos, indirectos e inducidos en toda la cadena forestal, suministrando bioproductos y energía renovable al tiempo que lucha contra la despoblación.

La celulosa que Ence produce en su biofábrica de Navia es una materia prima procedente de fuentes naturales y renovables, y es igualmente reciclable y biodegradable. Es utilizada por sus clientes en la fabricación de cientos de productos finales, desde la variada gama de artículos de tisú hasta papeles especiales para embalaje o decoración, que en muchos casos sustituyen otros materiales más contaminantes y no renovables, como los plásticos. Además, estas instalaciones se autoabastecen de energía renovable con biomasa, con lo que contribuyen a descarbonizar el sistema eléctrico.

Para seguir avanzando en su compromiso con la bioeconomía circular, Ence ha puesto en marcha un plan inversor para su planta asturiana, denominado Navia Excelente, que tiene como objetivo diversificar la gama de productos y descarbonizar la actividad de la biofábrica. Este proyecto contempla la inversión de 105 millones de euros hasta 2027 para potenciar la fabricación de los productos diferenciados de Ence, incluidos dentro de su línea “Ence Advanced”, diversificar su producción hacia celulosa “fluff” para productos higiénicos absorbentes, con la que la compañía será pionera en Europa en la fabricación de este producto a partir de madera de eucalipto; y para descarbonizar la planta con una reducción estimada de 50.000 toneladas anuales de CO2.

El principal proyecto en el marco de ese plan descarbonizador para la planta de Navia consiste en el uso de la lignina como sustituto de combustibles fósiles en los hornos de cal, lo cual no sólo conseguirá reducir las emisiones de dióxido de carbono, sino que contribuirá a incrementar la eficiencia y competitividad de la planta, lo que supone un claro ejemplo de cómo la sostenibilidad es sinónimo de competitividad. Este proyecto corresponde al plan de descarbonización establecido por la compañía, que prevé, para 2030, una reducción de más del 70 por ciento de las emisiones directas de las plantas respecto a 2020.

La biofábrica de Ence es, además, sinónimo de compromiso medioambiental. La materia prima de la que se abastece, la madera, procede de montes gestionados de manera sostenible, un modelo que la compañía impulsa dentro del sector forestal. Asimismo, esta instalación es pionera en Asturias en adherirse al Reglamento 1221/2009 de la Unión Europea de Ecogestión y Ecoauditoría (EMAS). Su excelente desempeño ambiental ha permitido, igualmente, que su celulosa cuente, desde 2014, con el distintivo Nordic Swan Ecolabel por cumplir con los estándares más exigentes de respeto ambiental, al destacar en aspectos como la mitigación de cambio climático, la eficiencia energética y el uso eficiente de los recursos.

La biofábrica también cuenta con el sello Residuo Cero de AENOR, que reconoce a aquellas instalaciones referentes en la gestión y valorización de residuos que recuperan la práctica totalidad de sus residuos, y la gestión de la biomasa está avalada por el esquema SURE, lo que garantiza su sostenibilidad.