Hallado un oso joven muerto tras ser atropellado en la vertiente leonesa de la Autopista del Huerna

La presencia del oso es cada más cercana a núcleos poblados y carreteras en la Cordillera Cantábrica. A primera hora de la mañana de este lunes se localizaron los restos de un oso joven atropellado en la Autopista del Huerna (AP-66), en sentido a Asturias, poco antes del peaje de La Magdalena, en León, según informó la Junta de Castilla y León. El conductor que arrolló al animal no avisó de lo ocurrido a la Guardia Civil. Ahora la Junta reclama a los gestores de la Autopista que revisen los perímetros de la carretera para evitar que otros osos vuelvan a acceder a la carretera.

El accidente se produjo en el kilómetro 111,200, en las inmediaciones de un viaducto sobre el río Luna, a la altura de la localidad de Canales-La Magdalena. El animal perdía sangre por la boca y presentaba un fuerte traumatismo, lo que apunta a un atropello.

Un conductor avisó de la presencia del animal muerto en la calzada poco antes de las diez y media de la mañana. La Guardia Civil comunicó el hecho a su vez al personal técnico de la Junta de Castilla y León, que junto con agentes medioambientales y agentes del SEPRONA de la Guardia Civil recogieron el ejemplar para su traslado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta en Valladolid, donde está previsto que se le realice la autopsia para confirmar la muerte por atropello.

Todo indica que el animal, de unos veinte o treinta kilos, pudo franquear la valla que limita el perímetro de la Autopista. Por ese motivo, la Junta procederá a dar traslado de manera formal al titular de la Autopista de su petición de que revise y repare en su caso los vallados y cerramientos perimetrales de la vía, «tanto para la seguridad de los usuarios como para evitar nuevos atropellos de fauna, en particular de oso pardo, en una zona de especial importancia para la conectividad de las dos subpoblaciones (oriental y occidental), como es la zona de corredor interpoblacional». Llama la atención por otro lado que el atropello se haya producido a tan poca distancia de un núcleo poblado, como es el de Canales, lo que indicaría que los osos están perdiendo el miedo a acercarse a los pueblos. 

Es el segundo ejemplar hallado muerto en pocos días. El pasado día 18 se encontró muerta a una osezna de unos siete u ocho kilos y unos 80 centímetros de altura en la carretera que une Cistierna (León) y Aguilar de Campoo, la CL-626, a la altura de la localidad leonesa de La Espina, en el límite con Palencia. Todo indica que la osezna, de unos ocho meses de edad, fue atropellada, puesto que sangraba por la boca y por la paletilla, lugar en el que habría sido alcanzada. El cuerpo fue descubierto por un particular que avisó a un celador de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Aunque podría pensarse que esta osezna estaba muy al sur, al parecer no son raros los avistamientos en esta parte de la Montaña Oriental leonesa y la Montaña Palentina, cuarenta kilómetros al sur de Riaño (Cantabria).

En cuanto a la Autopista del Huerna, el pasado mes de julio un conductor arrolló a un oso de gran tamaño, bautizado con el nombre de «Fittipaldi», que huyó hacia el monte sin muchos daños. Las indagaciones determinaron que el animal accedió a la calzada trepando por el quitamiedos. Una familia regresaba de sus vacaciones cuando no pudo esquivar al oso, que debía pesar unos 200 kilos. Tras recibir el impacto, huyó trepando por el quitamiedos para salir de la autopista. Como ya advirtió Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso, cada vez habrá un mayor tránsito de osos por las carreteras de los territorios oseros. Y el Huerna está en pleno «corredor interpoblacional».