Asturias, una mina forestal: tiene el mejor roble para el whisky y el castaño más eterno

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"Casi cualquier producto derivado del petróleo, como la vainillina, se puede sacar de la biomasa. Solo hay que tener la tecnología adecuada. Esto marcará un antes y un después en muchos campos, y Asturias tiene una gran oportunidad". Lo dijo ayer Juan Majada, director del Centro Tecnológico Forestal y de la Madera (Cetemas), en la penúltima jornada de la I Semana de la Innovación, organizada por LA NUEVA ESPAÑA con el patrocinio de Banco Sabadell, Ontier y el Ayuntamiento de Siero, y la subvención del Gobierno del Principado –al igual que la VIII Semana de la Ciencia que este periódico celebró el pasado mes de abril–. Es una oportunidad para la región, porque el 73% de su superficie es de uso forestal, frente al 55% de la media de España. Un total de 436.000 hectáreas están arboladas y de ellas muchos bioproductos pueden salir.

Pero no acaban ahí las potencialidades de Asturias. Juan Majada explicó en el Club Prensa Asturiana que en los bosques regionales se encuentra la tercera especie de castaño con más concentración de taninos del mundo. Eso aporta durabilidad y resistencia. "Por eso tenemos hórreos de más de 300 años", apuntó el responsable del Cetemas. La principal función de los taninos es proteger a los árboles de ataques exteriores, ya que resultan tóxicos cuando son ingeridos por los organismos. Además, cuando extraes los taninos –tienen aplicaciones en enología, alimentación animal, cosmética, industria alimentaria...–, "se liberan unos microorganismos que pueden sustituir a los fertilizantes químicos y pesticidas y produce, en el caso del vino, más uvas por racimo", aseguró Majada. "Parece ciencia ficción pero es así. Se está probando ya en muchos cultivos", agregó.

Pellets a partir de cafeína

Majada, que ofreció en su conferencia una visión general del centro tecnológico ubicado en Siero, resaltó que "la mayor industria cafetera del sur de Europa está aquí", en Asturias. Y esto abre también muchas oportunidades. De los residuos de la cafeína se están produciendo pellets para estufas o calderas, y dos empresas ya lo están vendiendo.

El mundo forestal es enorme y va mucho más allá de la producción clásica de tablones de madera y celulosa. Cetemas tiene en marcha múltiples proyectos de innovación como unas tablas que ayudan a clasificar la madera del roble en función de sus condiciones organolépticas con el fin de fabricar los mejores barriles para cada vino. Se está aplicando, por ejemplo, al Vino de Cangas. "Tenemos prototipos con varias bodegas y es una forma de darle valor a nuestros robledales y concienciar a la Administración, porque es una especie que está sin gestionar", comentó. Al igual que el castaño, Asturias tiene un roble excepcional. "El mejor para la tonelería del whisky", señaló Juan Majada.

Hasta aquí las aplicaciones más extravagantes de la madera. Pero el Cetemas también ayuda a la industria forestal con programas de mejora –para, por ejemplo, tener árboles más resistentes a enfermedades y al cambio climático– y tecnología para saber cuántos árboles hay en un monte y cuándo van a estar listos para cortar. Todo ello, en remoto, gracias a la modelización matemática. "Esto no es fácil de conseguir por la orografía tan difícil que tiene nuestra comunidad", recordó. El Centro Tecnológico Forestal y de la Madera también desarrolla perfilería más eficiente para ventanas y hace los informes de confortabilidad de las viviendas gracias a la aplicación de un sistema propio de sensórica de vibración en vez de hacer pruebas de carga.

Por otro lado, una de las primeras cosas que hizo la fundación Cetemas desde su nacimiento en el año 2009 fue desarrollar una normativa específica para la madera del castaño, que hasta entonces no existía y que no permitía vender esta especie en el mercado. "Esto dio lugar a un impulso de la industria y a que haya castaño asturiano esté hasta en obras de Frankfurt", indicó Majada.

Gestión de incendios

En el terreno de la geomática, el Cetemas trabaja con todo tipo de sensores y tiene software libres para extraer de forma online árboles de forma individual y medirlos. Esta tecnología se está empezando a aplicar también para la caracterización de los hórreos. Con Bomberos de Asturias, el centro tecnológico ha probado una herramienta que permite definir las zonas de seguridad –donde hay casas, donde hay riqueza forestal, donde hay animales...– en un incendio. "Después de la oleada de fuegos del pasado mes de marzo hay mucha preocupación y esto ayudará a gestionarlos", dijo. No obstante, hay lagunas todavía: "El personal de extinción no dispone aún de una aplicación móvil con la que puedan consultar qué bosques se ven afectados en las zonas incendiadas. La tecnología más difícil ya está hecha, ahora lo que falta es simplificarla lo más posible para que sea accesible a los usuarios".

Majada, que participó en la I Semana de la Innovación de LA NUEVA ESPAÑA en compañía de la investigadora Elena Canga, reconoció que la Administración asturiana no ha fomentado lo suficiente el consumo de calefacción con pellets o astillas". "No ha incentivado la demanda, y en Asturias no hay muchos pueblos con centrales de biomasa. Además, es cierto que, por ejemplo, los precios de los pellets se han elevado mucho en los últimos meses, ya que muchas personas han recurrido a ellos ante el encarecimiento del petróleo y el gas", manifestó.