El "kamikaze" de las AS-II condujo con altos niveles de alcohol

Las pruebas forenses descartan que Alberto Fernández Reigada consumiese drogas antes de la brutal colisión

El kamikaze de la AS-II hizo el trayecto a enorme velocidad, según los primeros cálculos

El kamikaze de la AS-II hizo el trayecto a enorme velocidad, según los primeros cálculos

Los forenses han despejado algunas de las dudas que había sobre el kamikaze que se estrelló con otro coche en las AS-II, causando la muerte de él mismo y de la maestra de Educación Infantil Purificación Ramos Villagrasa, «Puri». Alberto Fernández Reigada, más conocido por su allegados como «Beto», conducía en el momento del suceso con altos niveles de alcohol en sangre. El resultado de los primeros análisis forenses habría arrojado un consumo de bebidas alcohólicas muy superior al permitido, según han revelado fuentes cercanas al caso a "Caso Abierto", el portal de Suceso de Prensa Ibérica. El cuerpo sin vida del asturiano fue conducido desde un primer momento al Instituto Nacional de Toxicología en Madrid.

Quizá ese consumo de alcohol podría explicar que este instalador de cocinas moscón de 39 años recorriese a toda velocidad la friolera de 23 kilómetros en sentido contrario, estrellándose finalmente con el coche de la maestra. No obstante, hay otras posibilidades, como que entrase en sentido contrario debido a una trágica confusión, o incluso que deliberadamente buscase la muerte, que es algo que ya se ha dado con anterioridad en las carreteras asturianas. Conocer las causas del accidente será importante de cara a determinar las indemnizaciones.

Por el momento se desconoce por qué el moscón entró en la Autovía en sentido contrario en Gijón, tras pasar por previamente por dos glorietas. En su trayecto a contramano se cruzó con una veintena de vehículos, cuyos conductores se vieron obligados a esquivarlo para evitar el choque. Varios de ellos avisaron de inmediato al 112 y a la Guardia Civil.

A la altura del kilómetro 4,000 de la AS-II, el kamikaze se raspó con un Toyota Auris conducido por un taxista ovetense. El kamikaze continuó su marcha a gran velocidad sin detenerse. La tragedia llegó a la una y media de la madrugada, cuando se estrelló frontalmente contra el Ford Fiesta que conducía Purificación Ramos, a la altura del kilómetro 0,700, en la zona de Pando, muy cerca de la rotonda de Luis Oliver, a la entrada de Oviedo.

La primera llamada la recibió la Guardia Civil a la una y veinte de la madrugada, diez minutos antes del accidente. No dio tiempo a interceptar la Dacia Dokker del kamikaze en los carriles de sentido a Gijón. Tampoco se impidió el acceso a la Autovía desde Oviedo, lo que quizá hubiese evitado la entrada de vehículos y por tanto la brutal colisión.

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