Asturias aumenta por primera vez su población desde 2009 en unas cifras oficiales de inicio de año

El Principado pasa de perder una media anual de 6.000 habitantes a ganar 597

El progreso se agrupa en el centro y esquiva Avilés y las Cuencas

Asturias aumenta por primera vez su población desde 2009 en unas cifras oficiales de inicio de año

Asturias aumenta por primera vez su población desde 2009 en unas cifras oficiales de inicio de año

Después de trece años en sostenido descenso, cuesta abajo hacia el millón de habitantes, la curva de la población asturiana remonta. El recuento actualizado a 1 de enero de 2023, elevado a oficial ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), experimenta su primer ascenso desde 2009 en unas cifras definitivas de inicio de año y alienta una esperanza asentada sobre el récord de residentes nacidos en el extranjero. La cuenta de Asturias en la foto fija del primer día de este año da 1.005.283, 597 más que en el mismo punto de 2022. Son también cerca de 80.000 menos de los que tenía Asturias en aquel lejano 2009, e incluso 14.000 menos de los que iniciaron 2020, pero este último recuento oficial invierte una tendencia que en los últimos catorce años no invitaba al optimismo: desde el último año de crecimiento, la pérdida anual media había superado los 6.000 habitantes por ejercicio.

El dato de ayer eleva a oficial una impresión de ascenso que ya había tenido constatación en los últimos recuentos "provisionales" que el INE actualiza trimestralmente. De acuerdo con esas cifras, la población asturiana sube sin apenas pausa desde abril de 2022: de las seis actualizaciones divulgadas desde entonces, cinco marcan una línea de ascenso casi desconocida. No está nada mal para una región cuyo censo venía desplomándose con muy contadas pausas desde los 1.087.885 residentes de 1996 y que mantiene los peores balances de natalidad y mortalidad de España desde mediados de los ochenta. De un tiempo breve a esta parte, no obstante, y tal vez justo desde el momento en el que más cerca veía Asturias la frontera del millón, el saldo de los intercambios migratorios ha logrado compensar la pérdida que siempre, esto no cambia, sale de la diferencia muy desequilibrada entre los escasísimos nacimientos y las muertes disparadas.

El saldo migratorio tradicionalmente positivo de Asturias no daba hasta ahora para compensar el fuerte déficit que traía consigo la aguda crisis de natalidad del Principado. Sin dejar de ser una de las autonomías menos atractivas para la población foránea, pero cobrando los réditos de una tendencia nacional al incremento de la población inmigrante, Asturias batió en 2022 su propio récord del saldo entre entradas y salidas con una ganancia de más de 10.000 habitantes que, ahora sí, compensa los más de 9.000 que se perdieron el año pasado por la resta entre nacidos y muertos, según datos todavía provisionales.

Del resultado sale ganando al fin un censo que, mirado al microscopio territorial, registra crecimientos en 21 de los 78 concejos, uno de cada cuatro. La prosperidad demográfica se cobra pues de modo desigual en el mapa de Asturias, concentrándose sólo en parte del eje urbano central y espolvoreando otros progresos por el litoral occidental y el oriente interior. El grueso del incremento refuerza la agrupación de la población en el centro, donde Oviedo lidera la ganancia progresando cuatro veces más que Gijón y sigue siendo significativa la pérdida de Avilés y los grandes concejos de las cuencas. Para que se vea por dónde crece el Principado basta observar que incluso con esas bajadas puntuales los diez concejos más poblados suman 2.263 habitantes que al inicio de 2022.

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