"Los jueces no somos legisladores", sentencia Pérez Villamil en su concurrida despedida

Más de doscientas personas de todos los ámbitos, no solo del judicial, homenajean a un magistrado que siempre va "a caminar en pos de la utopía"

Sobre estas líneas, José Ignacio Pérez Villamil, durante su discurso de despedida. Debajo, el juez con el cardiólogo Jacobo Silva y los abogados Braulio Vicario y Carlos Moro; la viceconsejera de Justicia, Encarnación Vicente, le impone al juez la insignia del Principado, y asistentes al homenaje, en el que fue nutrida la presencia de nombres de la judicatura. | |  IRMA COLLÍN

Sobre estas líneas, José Ignacio Pérez Villamil, durante su discurso de despedida. Debajo, el juez con el cardiólogo Jacobo Silva y los abogados Braulio Vicario y Carlos Moro; la viceconsejera de Justicia, Encarnación Vicente, le impone al juez la insignia del Principado, y asistentes al homenaje, en el que fue nutrida la presencia de nombres de la judicatura. | | IRMA COLLÍN / Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Que José Ignacio Pérez Villamil (Luarca, 1952) es un juez querido quedó patente en el homenaje que le brindaron este viernes en el Deloya de Latores más de 200 personas de todos los ámbitos, no sólo el judicial, y además muy trasversales ideológicamente. Pérez Villamil, ya jubilado como magistrado de la sala civil y penal del TSJA, advirtió solemnemente a sus numerosos amigos y compañeros de que se siente "absolutamente capacitado para no hacer nada" a partir de ahora, salvo cultivar sus caminatas. Genio y figura, en su último día como magistrado en activo, reivindicó la independencia que siempre ha guiado sus resoluciones, la reducción de las desigualdades "en constante crecimiento" y la libertad, "ese concepto manoseado y banalizado. Debemos estar vigilantes" para no perderla. "Siempre voy a seguir caminando en pos de la utopía", sentenció.

En su discurso, Pérez Villamil se acordó de un mes de enero de 1979, cuando partió al País Vasco, a bordo de un R8 conducido por el juez Julio García Braga –ya jubilado hace años y presente en el homenaje–, cuando Iban a hacerse cargo de sus primeros destinos en Baracaldo y Santurce. Eran los "años de plomo, afortunadamente ya superados", y allí en Bilbao establecieron una especie de "consulado" para los asturianos. Habló de una de sus grandes pasiones, el fútbol, y también de la gran suerte de haber conseguido el trabajo que colma sus aspiraciones, "ser juez con mayúsculas". Desempeñó la profesión "con independencia y huyendo de la originalidad y del llamado creacionismo jurídico. Los jueces no somos legisladores", sentenció. Y lanzó algunos recados sobre la actualidad española. Por ejemplo, que "las leyes del parlamento son legítimas, además de legales", que debe haber "respeto entre poderes" y que las decisiones del Constitucional deben ser acatadas.

Tuvo un entrañable recuerdo para dos magistrados ya fallecidos, José Manuel Buján y Carmen Hilda González. Y no se olvidó de Jacobo Silva, jefe de Cirugía Cardíaca del HUCA, y su equipo. "Son los artífices de que hoy pueda estar aquí", reconoció.

El presidente de la Junta, Juan Cofiño, leyó una carta del presidente Adrián Barbón, a quien hubiese gustado estar presente. Barbón resaltó su papel en la fundación de "Jueces para la Democracia", y le alabó el haber visto a las personas donde otros ven expedientes. Cofiño aprovechó la trayectoria de Pérez Villamil para ensalzar a quienes entregan su vida al servicio público. Se dolió de que la "separación de poderes no goce de buena salud hoy en España" y llamó a recuperar a Montesquieu.

El presidente del TSJA, Jesús María Chamorro, dijo que Pérez Villamil había sido "un ejemplo y un modelo", y resaltó de él "su compromiso con la Justicia y sus compañeros", su gran base y su preocupación por estar al día, motivo por el que ha sido "un puntal" de la sala civil y penal del TSJA en recursos como los de la "ley del solo sí e sí". Chamorro tuvo palabras además para Luz, la esposa de Pérez Villamil, y sus hijos Jorge y Eduardo, que acudieron a la cita con sus numerosos hijos.

No faltaron a la cita magistrados como Ignacio Vidau –que ocupará la plaza dejada por Pérez Villamil–, Ramón Chaves, Pilar Martínez Ceyanes, José Antonio Soto-Jove (presidente de la Audiencia), Covadonga Vázquez, Javier Domínguez Begega, Begoña Fernández, Francisco Javier Rodríguez Santocildes, Francisco Javier Iriarte, Juan Carlos García López, Julio Martínez Zahonero o Fernando Ruiz Llorente, entre otros muchos, como los ya jubilados Ángel Aznárez y Mariano Hebrero. Tampoco fiscales, comenzando con la Fiscal Superior de Asturias, Esther Fernández, y siguiendo por Gabriel Bernal, Belén Rico, Adoración Peñín o el ya jubilado Joaquín de la Riva. También estaban el presidente de Real Academia Asturiana de Jurisprudencia, Leopoldo Tolivar, o el síndico Antonio Arias, o abogados, como Pedro Hontañón o Pedro Paulino Sánchez, que acudió en representación del decano del Colegio de Abogados de Oviedo. Una lista inabarcable que evidencia a las claras todo el aprecio cosechado por este juez a lo largo de cinco décadas de trabajo.

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