El fármaco para la diabetes que también adelgaza se hace esperar en las farmacias asturianas: esta es la demora para conseguirlo

La demanda del Ozempic aumenta y los diabéticos con obesidad piden prioridad para recibirlo: "Según compro un envase, encargo el próximo"

Una caja de Ozempic.

Una caja de Ozempic.

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Las esperas en el ámbito de la salud no se limitan a la demanda de asistencia médica o de pruebas. También en la vertiente farmacológica existen demoras importantes debidas a los problemas de suministro. Hasta quince días, e incluso más, están teniendo que aguardar los asturianos enfermos de diabetes para recibir el medicamento "semaglutide" –cuyo nombre comercial es Ozempic–, debido a unas dificultades de abastecimiento que, lejos de resolverse, parecen estar aumentando.

¿El motivo? Que estas inyecciones ayudan con gran eficacia a bajar peso, lo que está provocando que un creciente volumen de personas que desean adelgazar –y que no sufren diabetes– recurran a ellas aunque tengan que pagar su coste íntegro.

En España, el fármaco sólo está financiado por la sanidad pública en caso de padecer diabetes mellitus tipo 2 y presentar un índice de masa corporal (IMC) igual o mayor de 30. Además, la subvención pública requiere un visado de la Inspección médica.

Según llega a las farmacias, siempre a cuentagotas, el Ozempic desaparece de inmediato. "No lo entendemos. Nos parece injusto que, en una situación de escasez, a unos nos pongan unos requisitos estrictos para recetarnos Ozempic, teniendo en cuenta que tenemos una enfermedad severa, y a otros se les dé simplemente porque quieren adelgazar de manera fácil", explicó ayer a este periódico una paciente diabética de Oviedo que lleva en "lista de espera" en su farmacia desde el pasado día 12. La estimación de esta mujer es que le den su medicación a mediados de la próxima semana, "pero no sé si será así", matiza.

Desde septiembre

El Colegio de Farmacéuticos de Asturias, consultado por este periódico, señala que el Ozempic "está en problema de suministro desde septiembre del 2023, sin fecha de restablecimiento". La situación afecta a toda España. La institución colegial añade que "existen alternativas terapéuticas para este medicamento que sí se suministran con normalidad y constituyen una alternativa segura y de garantías para el paciente".

El tratamiento con Ozempic se lleva a cabo con un inyector tipo bolígrafo que se pincha en el abdomen. El envase consta de cuatro dosis que se administran con periodicidad semanal. Su coste real en España es de 130 euros. Con la financiación pública, la factura que ha de afrontar el usuario es de 4,24 euros. "En Estados Unidos, por ejemplo, el precio es casi diez veces mayor. Quizá esto explique el déficit de suministro en España", señala Elías Delgado, jefe de la sección de Diabetes del servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). En nuestro país, ese precio lo fija el Ministerio de Sanidad, que también determina si un determinado fármaco puede ser financiado por el Sistema Nacional de Salud y en qué condiciones.

Las "alternativas terapéuticas" para la diabetes a las que alude el Colegio de Farmacéuticos son pastillas que se toman todos los días y que deben ingerirse media hora antes de cualquier medicamento, con el objetivo de garantizar su eficacia. Estas incomodidades explican parte de las reticencias de los consumidores de Ozempic a volver a las pastillas. "No es lo mismo un medicamento que otro. Los que sí tienen una alternativa clara son las personas sin diabetes y que sólo quieren adelgazar", argumenta la citada ovetense que espera desde hace días por su medicamento. Esta paciente ha adoptado una estrategia: "En el momento en el que compro un envase, ya dejo encargado el próximo". Obviamente, este mecanismo no resuelve el problema global.

Por otra parte, especifica el doctor Elías Delgado, la sustitución de un tratamiento por otro no puede realizarse en la farmacia de manera automática, sino que "debe ser pautada por el médico especialista".

El del semaglutide es un caso, infrecuente, de éxito arrollador de un medicamento. Diseñado originariamente para la diabetes, ha resultado ser eficaz y seguro para la diabetes, pero también para el sobrepeso y el riesgo cardiovascular. Para la diabetes, su nombre es Ozempic y ha recibido todos los parabienes de las autoridades sanitarias españolas: están aprobadas su comercialización y su financiación pública, lo que permite que las personas diabéticas, con el preceptivo visado, lo obtengan a bajo precio.

Para la obesidad, el medicamento recibe otro nombre: Wegovy. Está aprobada su comercialización por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). En España, los médicos están pendientes de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) dé luz verde a su comercialización, fije su precio y, eventualmente, apruebe su financiación por la sanidad pública. Sin embargo, amparados por la autorización europea, que lo declara seguro, hay facultativos que lo recetan a personas no diabéticas, pero que quieren perder peso, y eso hace que escasee aún más, pese a que el precio es muy superior.

Elías Delgado sostiene que el Ministerio de Sanidad "debe agilizar la fijación de precio del Wegovy, porque su eficacia está demostrada y porque la obesidad es una enfermedad de difícil tratamiento y que genera graves problemas de salud, con independencia de que se decida o no darle financiación pública. Habida cuenta las elevadas tasas de obesidad y sobrepeso en las sociedades occidentales, a nadie se le escapa que "el coste de este paso para las arcas públicas sería muy elevado". El especialista del HUCA entiende que otro cambio necesario es "suprimir el requisito de un índice de masa corporal de 30 para prescribir el Ozempic".

Las claves

Un medicamento de éxito. El «semaglutide», diseñado originariamente para la diabetes, ha resultado ser eficaz y seguro para la diabetes, pero también para el sobrepeso y el riesgo cardiovascular. Para la diabetes, su nombre es «Ozempic» y ha recibido todos los parabienes de las autoridades sanitarias españolas: están aprobadas su comercialización y su financiación pública, lo que permite que las personas diabéticas, con el preceptivo visado, lo obtengan a bajo precio. Para la obesidad, el mismo medicamento recibe otro nombre: «Wegovy». Está aprobada su comercialización por la Agencia Europea del Medicamento (EMA); aún no en España. Amparados por la autorización europea, que lo declara seguro, hay facultativos españoles que lo recetan a personas no diabéticas, pero que quieren perder peso.

Déficit de suministro. El Ozempic es objeto de desbastecimiento en toda España desde septiembre del 2023, sin que actualmente se maneje una fecha de restablecimiento. El laboratorio danés que lo fabrica está realizando una distribución controlada al existir unidades limitadas. En Estados Unidos, el precio del fármaco es casi diez veces superior al de nuestro país. 

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