patrimonio industrial

Retos del Patrimonio Minero

Red de recursos, promoción turística y formación, algunos de los elementos del plan estratégico que el Gobierno del Principado debe impulsar para su promoción y desarrollo

Retos del patrimonio minero

Retos del patrimonio minero

A. A

En el año 2015, el SOMA-FITAG-UGT presentó su documento "Patrimonio Industrial Minero, Recursos y oportunidades de desarrollo", en el que recogía propuestas para la rentabilización de los recursos del patrimonio industrial minero en Asturias. El documento se concibió como uno vivo, en constante evolución, huyendo de ser un corta y pega de definiciones o un catálogo de actuaciones realizadas en otras zonas de España o Europa.

Como el sindicato advirtió entonces —y todavía sigue planteando—, se precisa un plan estratégico de recuperación y aprovechamiento del patrimonio industrial minero. Un plan que debe ser coordinado por la Universidad de Oviedo, con la participación de la administración autonómica, ayuntamientos, agentes sociales y la empresa HUNOSA, propietaria de alrededor del 90% del patrimonio industrial minero de Asturias.

Fruto de un análisis exhaustivo, de las aportaciones de expertos y de las conclusiones extraídas de la jornada técnica que celebró en 2015, el sindicato considera que se debe dar un salto cualitativo en el uso, más dinámico, de centros de interpretación o museos. En estos momentos, lo más importante es consolidar los existentes y generar sinergias entre ellos que faciliten su promoción como un producto único y singular. Además debe definirse el uso y quién asumirá el coste del mantenimiento antes de realizar cualquier actuación más allá de la conservación como bien cultural a la que están obligados los propietarios.

El SOMA-FITAG-UGT considera que la mejor garantía para la conservación del patrimonio industrial minero es el uso, porque el uso garantizará el mantenimiento y la generación de recursos económicos para reinvertir en el bien. Las propuestas del sindicato, como el Centro Nacional de Entrenamiento en Rescate, los centros de almacenamiento y gestión de datos o el aprovechamiento del agua de mina van en ese sentido, aprovechar el patrimonio industrial como soporte o infraestructura de recursos de patrimonio industrial minero, manteniendo el empleo existente y abriendo hueco para futuro empleo.

Estas propuestas, ajenas al uso cultural o turístico, no significan que el SOMA-FITAG-UGT renuncie a la cultura y al turismo industrial como elementos dinamizadores de la economía. El sindicato ha participado en el impulso de la marca turística "Naturaleza Minera", una marca turística específica que pone en valor el patrimonio de la mina y que transmite con sensibilidad y fuerza la memoria del trabajo en Asturias. La marca posee un alto valor simbólico, representa a Asturias como un territorio con una identidad inseparable de su esencia industrial minera, describe la fuerza de la minería como algo que está en el alma de la región y refuerza, de forma clara, el carácter y la herencia de la minería.

Ahora bien, la marca turística por sí sola no es suficiente, debe complementarse con una puesta en valor de unos recursos paisajísticos singulares, producto de un entorno moldeado durante décadas por el impacto de la actividad minera tradicional. En el SOMA-FITAG-UGT se entiende que el patrimonio industrial está vinculado con el paisaje. Juntos forman un todo, como quedó de manifiesto en la jornada sobre el Patrimonio Industrial Minero y Rehabilitación del Paisaje Industrial que se celebró en 2018, en el campus de las Comarcas Mineras en Mieres.

El turismo vinculado a la cultura industrial es un turismo de calidad que apuesta por el territorio y por sus productos, es un turismo alejado de la masificación. Desde el punto de vista del sindicato, la oferta turística dirigida al patrimonio industrial minero puede servir para relajar la presión turística en las zonas masificadas. Una mayor oferta de lugares y productos turísticos favorecería una mayor dispersión de los turistas por la geografía asturiana.

Es evidente que, tras la pandemia de la COVID-19, el modelo turístico ha cambiado. Se busca un mayor contacto con la naturaleza y actividades al aire libre. Es en este cambio donde el turismo industrial tiene una ventaja competitiva frente a otros modelos tradicionales. El turista vendrá a Asturias por su singularidad, por aquello que caracteriza a la región. Ahí destaca la cultura minera. Así, el Sindicato de los Obreros Mineros de Asturias (SOMA) considera que la cultura minera es un elemento singular y específico de las cuencas mineras que debe salvaguardarse para su respeto y difusión. El territorio imprime carácter y la cultura minera es seña de identidad.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) entiende por "patrimonio cultural inmaterial" los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas —junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes— que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial que se transmite de generación en generación es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.

En 2012, la UNESCO concedió a la cuenca minera del Nord-Pas-de-Calais, en el norte de Francia, la condición de Patrimonio de la Humanidad, reconociéndola como un paisaje cultural vivo y en evolución que simboliza la historia industrial. Sin embargo, las reticencias sembradas sobre el proyecto no hacen más que reforzar al sindicato en su idea de que, si no se cree en lo propio, no hay futuro; se está condenado a un bucle permanente de lamentaciones. ¿Acaso la cultura minera asturiana es de peor condición que la de los hermanos mineros de Nord-Pas-de-Calais?

Es necesario proteger esta cultura minera con los instrumentos que la ley facilita, promoviendo su declaración como Bien de Interés Cultural Inmaterial por el Principado de Asturias por ser una manifestación significativa y relevante desde el punto de vista identitario y cultural.

El SOMA-FITAG-UGT es realista. El patrimonio y el turismo industrial minero son un elemento más en la transformación económica de las comarcas mineras, pero nunca serán la alternativa a la desaparición de un sector productivo, sino, en tal caso, parte de una solución más amplio.

El sindicato no puede olvidarse de los trabajadores y trabajadoras del sector turístico y de gestión patrimonial. De nada sirve avanzar en el desarrollo de productos turísticos o en el campo de la gestión si los trabajadores o trabajadoras no tienen empleos de calidad que garanticen un sueldo digno y unas condiciones laborales que respeten la normativa laboral.

El SOMA-FITAG-UGT también se refiere a la empresa pública HUNOSA y a su ingente patrimonio industrial minero. HUNOSA es una empresa que afronta un cambio hacia un nuevo modelo de gestión y de actividades. En los últimos cuatro años, HUNOSA ha hecho un esfuerzo considerable en la gestión de su patrimonio industrial, que ha permitido consolidar empleo, tanto propio como contratado, en centros como Sotón, Archivo Histórico o en la conservación y recuperación de material en las instalaciones sin actividad extractiva. Este esfuerzo debe materializarse en el nuevo plan de empresa, pasando de la consolidación a la integración de empleo en la diversificación de las actividades.