En la carretera de la discordia entre el Suroccidente y León: "Estamos hartos"

Los vecinos leoneses exigen a la Junta que acometa mejoras como las del Principado

Vecinos, en la carretera de Valdeprado

Vecinos, en la carretera de Valdeprado / Xuan Fernández

Es la carretera de la discordia entre Asturias y León. Ayer, con un poco de nieve y a cero grados, estaba prácticamente impracticable excepto para vehículos especialmente equipados para el temporal. "Nos sentimos abandonados, estamos hartos de que no se ocupen de esto", coinciden vecinos de la zona reunidos en Valdeprado, una pequeña localidad leonesa, de unos quince habitantes, que pertenece al municipio de Palacios del Sil. La vía que acaba en ese pueblo, de unos trece kilómetros, ha desatado un conflicto político entre el Principado y la Junta de Castilla y León, donde gobiernan partidos diferentes: el socialista Adrián Barbón a un lado del límite y el popular Alfonso Fernández Mañueco en coalición con Vox, al otro.

La problemática es compleja, pero se explica con un paseo rápido con los afectados. La parte asturiana de la carretera está mucho mejor cuidada que la de la parte leonesa, que tiene numerosos baches y carece de medios para limpiar la nieve, para perjuicio de usuarios y viajeros de las dos comunidades, como se evidencia cuando hay temporal, como sucedió este fin de semana.

Donde hay disparidad de criterios es en la explicación a estas diferencias entre las dos regiones. La gestión de la parte asturiana, algo más de tres kilómetros de vía, recae directamente en el Gobierno regional, que este año tiene previsto invertir 1,8 millones de euros en el mantenimiento. En cambio, el tramo leonés depende de las juntas vecinales, en este caso, la de Anllares del Sil, que pertenece a Páramo, y la de Susañe, en Palacios del Sil, que son unas entidades menores que se eligen en las elecciones, pero que, denuncian sus presidentes, no tienen medios para poder hacerse cargo del mantenimiento de las carreteras. Los vecinos piden que una administración superior, en este caso la junta de Castilla y León, asuma el coste de mantener la vía.

El Principado, en boca del presidente, Adrián Barbón, acusa directamente al Gobierno vecino de no colaborar en ese mantenimiento. Incluso Alejandro Calvo, consejero de Fomento, alertó de la "poca colaboración" en una comisión en el parlameto asturiano. La Junta de Castilla y León recalca en todo caso que esa vía no es de su gestión, pero tras la crítica directa por parte de Asturias pidió una reunión con el Gobierno regional y con el central, al que responsabiliza de un abandono continuo en esa zona.

Alicia García, alcaldesa de Páramo del Sil, junto a Borja Martínez, presidente de la junta vecinal de Anllares, en la carretera de Valdeprado, ayer. | F. F.

Alicia García, alcaldesa de Páramo del Sil, junto a Borja Martínez, presidente de la junta vecinal de Anllares, en la carretera de Valdeprado, ayer. | F. F. / F. F.

El lío, pues, está montado en la carretera de Valdeprado, que pese a su corta longitud es un enclave de primer orden para el Suroccidente asturiano, siendo esa arteria la principal vía de entrada y salida con la Meseta. Ejemplo claro: un vecino de Tineo, de Cangas del Narcea o de Degaña que quiera viajar a Madrid en coche debe pasar por ahí para luego enlazar por la autopista si quiere ahorrarse parte del trayecto hasta Oviedo y el coste del peaje del Huerna. A falta de la eterna petición de la autovía del Suroccidente, un clamor para los asturianos, los vecinos de la zona insisten en que es esencial tener cuidada esa carretera, en la que además, según los usuarios, existe un limbo legal, ya que la parte leonesa es considerada un paso forestal y en la asturiana una vía comarcal. "¿Quién se haría responsable en el caso de que haya un accidente?", se preguntan los vecinos.

Del mal estado de esta vía da fe, entre otros, Alicia García, alcaldesa de Páramo del Sil (PSOE), que prefiere incluso no subir la carretera con su vehículo, por si luego se queda atrapada y no puede regresar al pueblo. Desde la ermita de la localidad explica esta problemática que afecta de lleno a las conexiones con Asturias y lo que supone para su ayuntamiento. "Este verano, los dos Ayuntamientos afectados (Páramo y Palacios del Sil) tuvimos que hacer una inversión de 9.000 euros solo para bachear y yo solo dispongo de un tractor para limpiar la nieve que se acumula", recalca.

Otro matiz que explica, en parte, el abandono de esta vía, es la descarbonización y el fin de la minería. Hasta hace una década, Hullas de Coto Cortés se ocupaba del mantenimiento de la carretera, al trasladar el carbón en camiones desde la mina en Asturias hasta la central térmica de Anllares, que ya no tiene actividad. Con el fin de la actividad minera acabó también la gestión empresarial en este paso, perfectamente ancho, en el que caben bien dos vehículos en cada carril. Aquellos eran tiempos de más bonanza en esta zona limítrofe con Asturias. Incluso en medio de esta carretera había un restaurante que daba de comer a camioneros y trabajadores y que hoy no da servicio, pero sirve de punto de reunión de varios vecinos, que opinan de la problemática.

Antonio José López, vecino de Valdeprado, es vocal de la junta vecinal del pueblo por el PSOE, pero insiste en que habla como vecino afectado de la zona. Es de los más tajantes. "Para solucionar esto hay que llegar a las malas y cortar la carretera en el límite de Asturias con León, para que no la use nadie. Ese es el único arreglo, porque mientras que esto este así es un desastre. La gente de Asturias pasa por aquí y no hacen nada. Leí que el presidente Barbón está metiendo presión a Castilla y León, poque ellos hicieron su trabajo. La diputación de León, en su caso, dice que no puede afrontar el gasto, pero aquí hay un pueblo que paga impuestos y tienen que dar unos servicios", explica mientras cae la nieve.

La bifurcacion hacia Ponferrada o Villablino de la carretera de la discordia.

La bifurcacion hacia Ponferrada o Villablino de la carretera de la discordia. / F. F.

El problema en esta carretera se da especialmente en invierno, por el peligro que se crea por la nieve, mientras que en verano el asfalto aguanta, pero con un sinfín de baches que puede incluso provocar accidentes. "Barbón tiene razón", insiste por su parte la alcaldesa de Páramo del Sil. "La junta de Castilla y León no quiere arreglar esto, ni siquiera han venido", explica.

Borja Martínez, al lado de la Alcaldesa, habla como afectado y como representante, ya que es el presidente de la junta vecinal de Anllares, que tiene la mayoría de la propiedad de esta carretera, aunque en realidad los propios vecinos no se ponen de acuerdo de qué institución tiene cada porcentaje, por la "compleja" administración de Castilla y León, con ayuntamientos, juntas vecinales, consejo comarcal, diputación... "La carretera se la hubiésemos cedido al primero que venga desde que cerró la mina, esto hay que solucionarlo como sea. Estamos abandonados y solo queremos que se hagan responsables", indica. "La pista es muy transitada, por aquí un domingo pasan más coches que en otras carreteras de la zona", recalca.

La alcaldesa continúa. "La reivindicación de la autovía del suroccidente está muy bien y es necesario, pero lo primero es que alguien e haga cargo de este mantenimiento", finaliza.

Roberto Fernández, regidor del Palacios del Sil (PP), que es el otro ayuntamiento afectado, no contestó a las llamadas de este periódico para conocer su posición en esta problemática.

Julio Rubial, presidente de la asociación vecinal "El Sil sí", nacido en Toreno (León), pero vecino de Oviedo, verbaliza la posición asturiana en este asunto. "Hace más de quince años que prometieron llevar la autovía desde Toreno a la Espina y seguimos esperando. Ni siquiera tenemos una vía rápida y no mantienen lo que hay, es un abandono continuo", se queja. Y pone un ejemplo: "Mantener esta vía no requiere una gran inversión, y no estamos hablando de una gran obra como la Variante", indica. Rubial pone el foco en el "laberinto" que supone la estructura política de Castilla y León, lo que puede provocar, como pasa en este caso, que las administraciones se "echen el muerto unas a otras", aunque es claro con el reparto de culpas: "La principal responsable es la junta de Castilla y León".

El presidente de esta asociación, que hace dos años consiguió juntar a 300 vecinos de la zona para pedir mejoras en la vía, dice que "los beneficiados de esta comunicación serían los vecinos del Suroccidente de Asturias, por su rápida conexión con la Meseta, además de la gente que está aquí, que aportó mucho a la economía nacional cuando funcionaba la minería". Según este ovetense adoptado, los problemas no acaban ahí, porque en Valdeprado ni siquiera hay cobertura o incluso televisión TDT en muchos puntos, pero lo primero tiene que ser la comunicación". Los vecinos lo tienen claro: "Que arreglen la carretera".

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