Nevadas en la montaña asturiana y vientos de hasta 113 km/hora en la costa

El litoral asturiano registró este domingo de madrugada una racha de 113 kilómetros por hora, concretamente en el Cabo Busto (Valdés), la mayor de todo el país, junto a la registrada en el Cabo Machichaco, en Vizcaya. El viento que trajo la borrasca "Mónica" también se dejó sentir en zonas de montaña, como Cabrales, donde hubo rachas de hasta 92 kilómetros por hora poco después de la medianoche. Además, la costa llanisca fue azotada por fuertes rachas. El litoral oriental estuvo en alerta naranja por fenómenos costeros desde las tres de esta madrugada hasta las dos de la tarde, por olas de hasta ocho metros. Ya por la tarde, se redujo la intensidad del viendo y las olas. En el resto del litoral asturiano, la situación fue bastante tranquila. El riesgo en el litoral oriental continúa hasta el mediodía de este lunes.

Diez días para primavera

En la montaña cayeron nevadas copiosas, como la que se registraba esta mañana en la localidad de Valle de Lago, en el concejo de Somiedo, que obligó a activar el vehículo quitanieves municipal y dejó una estampa invernal, cuando faltan diez días para la entrada de la primavera. Se esperaban cinco centímetros de nieve, pero cayeron el doble. Las nevadas afectaron a concejos como Degaña, especialmente Cerredo, en el límite con la provincia de León, que precisaba de cadenas en la primera mitad del día, aunque posteriormente se despejó la carretera.

A última hora de la tarde, se precisaban cadenas en los puertos de San Isidro, en Aller, el Connio, en Cangas del Narcea, que este sábado estuvo cerrado, Tarna (Caso) y Ventana (Teverga). Otros puertos que precisaron cadenas a lo largo de la jornada fueron el de Leitariegos, en Cangas del Narcea, y Valdeprado, en Degaña.

Como este sábado, numerosas personas se han dirigido a las estaciones de esquí para aprovechar este paréntesis blanco, a pesar de la nevada y las gélidas temperaturas. En Valgrande-Pajares no se superaron los cero grados en la mañana de este domingo. Las partes altas de las estaciones fueron cerradas en algún momento por el viento. La borrasca ha dejado tres desparecidos: uno en Barcelona, visto por última vez agarrado a una boya, y dos menores que estaban pescando en Las Palmas de Gran Canaria.