El Principado aspira a prohibir la venta de bebidas energéticas a menores

"Están en las tiendas de gominolas", critica el director de Consumo, partidario de aplicar las mismas limitaciones que al alcohol

¿Un impuesto a las bebidas energéticas en Asturias? Una cuestión que ya está sobre la mesa

¿Un impuesto a las bebidas energéticas en Asturias? Una cuestión que ya está sobre la mesa

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

El consumo de bebidas energéticas por parte de menores de 18 años está en el punto de mira del Gobierno regional. El director general de Consumo, Faustino Zapico, destacó ayer que el Ejecutivo autonómico tiene la "voluntad política" de avanzar hacia la regulación de estos productos con el fin de situarlos "exactamente al mismo nivel que el alcohol y el tabaco".

Dicho de otra manera, el objetivo sería prohibir su venta a los menores de edad, dado que "son bebidas que están en las tiendas de gominolas, como si fueran gominolas líquidas, y no son gominolas líquidas, sino otra cosa que tiene un efecto mucho mayor sobre el organismo", precisó Zapico.

A juicio del director general de Consumo, en esa futura regulación deberían estar implicadas numerosas áreas de la Administración autonómica, entre ellas Salud, Educación, Juventud, Deportes y Comercio, así como representantes de la sociedad civil y, en particular, de los consejos de la juventud, profesorado y asociaciones de madres y padres.

Faustino Zapico observa "un abuso absoluto" en el consumo de bebidas energéticas entre preadolescentes, además de un estado de desinformación entre la ciudadanía sobre sus características y efectos. "Nuestra intención es estudiar en detalle cuándo, quiénes y cómo se consumen, en qué cantidad y qué efectos causan sobre el organismo", señaló el director general de Consumo.

Zapico efectuó estas valoraciones en la presentación de la memoria de actividades de 2023 de la Dirección General de Consumo, en la que intervino con la jefa de servicio, Isabel Ardura, con motivo del Día Mundial de los Derechos del Consumidor, celebrado ayer.

La Red de Centros de Formación para el Consumo, pionera en Europa y que este año celebra su 25.º aniversario, recibió el año pasado 19.725 visitas, 5.479 más que en 2022. Esta cifra se aproxima al récord anterior a la pandemia, cuando 21.506 personas recibieron orientación sobre consumo responsable, consciente, sostenible y solidario en los centros de Blimea, Lugones, Ribadesella, Tineo y Vegadeo.

Además, el Servicio de Consumo tramitó en 2023 un total de 1.524 reclamaciones, la mayoría sobre comercio minorista (297), suministros de gas y electricidad (199), venta y reparación de vehículos (121) y telecomunicaciones (119). Estas denuncias dieron lugar a la incoación de 72 expedientes sancionadores, con un importe superior a los 108.000 euros.

La inspección verifica el cumplimiento de la normativa de protección de las personas consumidoras, tramita las denuncias y controla la seguridad de los productos. El número de actuaciones realizadas el año pasado asciende a 2.073.

La Dirección General de Consumo retiró del mercado 27.911 artículos inseguros en 2023, fundamentalmente juguetes. De ellos, 353 fueron devueltos, 15.212 destruidos y para 12.346 se solicitó el reetiquetado.