Las pymes asturianas, ante el reto de una correcta gestión de sus residuos

LA NUEVA ESPAÑA reunió a expertos para trazar una hoja de ruta hacia la economía circular, «una oportunidad» de negocio para las empresas

Las pymes ante el reto de la gestión ambiental

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Irma Collín

Reducir, reutilizar y reciclar. Con la llamada "regla de las tres R" podría resumirse la jornada organizada por el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, patrocinada por la empresa PreZero y bajo el lema "Las pymes, ante el reto de la gestión ambiental". Cuatro expertos analizaron la hoja de ruta que deben seguir las pequeñas y medianas empresas, las instituciones y la sociedad para poder aplicar correctamente el modelo de economía circular.

Paz Orviz, gerente de Cogersa; Alberto González, director general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE); Pablo García-Vigón, presidente de la Federación de Áreas Empresariales de Asturias (Areas), y Guillermo Salas, delegado de Cuentas Nacionales de PreZero España, participaron en un coloquio en el que expusieron las iniciativas que llevan a cabo cada una de sus entidades y que pueden servir de ejemplo para que las pymes se adecuen a un modelo de economía circular centrado en la gestión de residuos industriales.

"Cogersa no puede faltar en una mesa sobre los retos medioambientales", señaló la gerente de la entidad, Paz Orviz, encargada de abrir el acto, quien puso luz sobre una labor "menos conocida" por parte de la empresa como es la gestión de los residuos de las empresas. Según detalló, Cogersa trabaja anualmente con 2.000 pymes asturianas, lo que, pese a suponer tan sólo el 10 por ciento de la facturación, se refiere al 80 por ciento de los clientes. "Esto pone de manifiesto que las pymes, y su gestión de los residuos, son muy importantes para nosotros", aseveró Orviz, que declaró que aún queda "mucho camino por recorrer".

Y es que, entre los retos que se deben analizar y afrontar, la gerente de Cogersa destacó la interlocución constante con las empresas para que estas cumplan sus obligaciones en gestión de residuos. "Las pymes son generadoras dispares. Unas generan emisiones, otras vertidos y otras ruidos, pero todas generan residuos", afirmó Orviz. En ese sentido, señaló que la principal preocupación de Cogersa es, por un lado, "seguir ampliando" su carta de servicios y, por otro, asumir un "papel institucional" para ejercer como motor de tracción de la economía circular. Para ello, la entidad cuenta con programas de sensibilización ambiental que "ya están programados" para "abrirse" a las pymes, y que consisten en acompañamientos orientados a la prevención y a la generación de "buenas prácticas".

"Nuestra labor consiste en avanzar, en segregar mejor y conseguir una tasa de reciclaje mucho mayor", expuso Guillermo Salas, delegado de cuentas nacionales de la empresa de servicios medioambientales PreZero. En su primera toma de contacto en la charla, Salas detalló su actuación con una cartera de clientes que actualmente conforman una lista de hasta 8.000 entre España y Portugal. PreZero cuenta con 16.000 trabajadores repartidos entre 127 instalaciones para diferentes tipos de residuos.

Salas detalló el método de PreZero para prestar servicio a través de su plataforma digital –Contenedor Online– a sus clientes –en Asturias el 99 por ciento son pymes–, el cual consiste en cinco pasos, y mediante el que se adecua a las necesidades de tipología de residuos a tratar, las características de las instalaciones y la periodicidad de su recogida. Sin embargo, el delegado de cuentas puso en valor "la parte humana" del proyecto. Y es que no sólo se trata de gestión y prestación de servicio, sino de acompañamiento y orientación al cliente. "Tenemos un equipo especializado en dar soporte y responder cuestiones, entre otras, de temática legislativa", destacó Salas, que lo definió como una combinación "digital y humana idónea".

El exceso de normativas, una de las dificultades de las pequeñas empresas para ser más sostenibles

El director general de FADE, Alberto González, señaló que "el impulso" de la actividad humana "tiende a la necesidad de diseñar sistemas mucho más sostenibles" en cuanto al uso de los recursos. Sin embargo, apuntó al exceso de regulación como fenómeno que dificulta la labor de los empresarios –unas 2.700 normas en Asturias, afirmó–. Además, detalló que en el Principado hay 65.000 empresas, de las que un 36 por ciento "no tienen ningún trabajador". "El 99 por ciento son pymes y el 96 por ciento tienen menos de 10 empleados", apuntó González; de ellas, "muchas están dedicadas al ámbito industrial con procesos complejos y sensibles". "Estamos sensibilizando a las empresas a que entren en nuevas dinámicas", señaló.

García-Vigón, presidente de Areas apuntó, por su parte, la problemática existente en los polígonos. En concreto, el de Silvota, el cual gestiona la federación. "La legislación es compleja, con muchas normas. Si gestionas mal los residuos, hay más costes", comentó Vigón, que enfatizó la labor de "sensibilización" para "dar a conocer el problema". "Nuestro nuevo campo de batalla es distinguir la basura común de los residuos industriales, y tenemos que darla en todos los polígonos. Tenemos un importante trabajo por desarrollar", advirtió.

Orviz pide políticas de "ámbito real" para asentar el reciclaje

"Gestionar el medio ambiente no tiene por qué ser más caro, puede ser una oportunidad para generar ahorros, por no hablar de las ayudas y subvenciones en torno a la economía circular", expuso la gerente de Cogersa, Paz Orviz, durante la charla del Club Prensa Asturiana . En ese sentido, destacó la "gran oportunidad" que supone para las empresas desarrollar proyectos sostenibles que repercuten positivamente en el apartado económico.

Paz Orviz. | Irma Collín

Paz Orviz. / Irma Collín

"Hay que ser sostenibles como empresas e identificar proyectos sostenibles", enfatizó Orviz, que resaltó algunas dificultades a la hora de gestionar los residuos empresariales. En concreto, por cuestiones administrativas. "La gestión ambiental no puede ser una mochila cargada de piedras", resaltó Orviz, que se refirió a los "múltiples permisos" que se deben obtener para el desarrollo de la actividad, lo que se suma a la "hiperregulación" en forma de leyes, reales decretos y órdenes ministeriales.

"Cada día, llegan a Cogersa 500 camiones al vertedero. Queremos que salgan tantos o más cargados de materiales susceptibles de ser reciclados", expuso Orviz. En ese sentido, la gestora de Cogersa señaló que "las grandes políticas" deben llegar "al ámbito real" para que empresas y ciudadanos den inicio a una rueda mediante la cual el mercado circular "se consolide".

Digitalizar, la clave de PreZero para la gestión de residuos

El delegado de cuentas de PreZero, Guillermo Salas, aportó durante la conferencia una solución para muchas pymes asturianas en su proceso hacia la transición a un modelo circular, y que consiste en "canalizar" la hoja de ruta de las corporaciones "para afrontar sus retos". "No es sólo gasto, sino que son oportunidades asociadas al reciclaje para gastar menos. Las nuevas metodologías impulsan a las compañías a ser más competitivas", destacó Salas.

Otro punto a tener en cuenta, explicó, es que el marco legislativo "es cambiante", lo que supone "un reto mayor" para las compañías, quienes necesitan asesoramiento y conocimiento en las leyes. "La sociedad demanda más responsabilidad social y es fundamental estar alineados con sus valores", expuso Salas. En ese sentido, destacó nuevos procedimientos para dar solución a la gestión de residuos complicados, como el papel siliconado.

Guillermo Salas. | Irma Collín

Guillermo Salas. / Irma Collín

Para allanar el camino a las empresas, Salas demandó una que se acometan simplificaciones "en la medida de lo posible", y que, en su opinión, pasan por el traslado de la documentación a formato digital "de fácil accesibilidad". Y es que, entre las consultas más recurrentes, las pymes demandan asesoramiento en documentación y conocimiento de las tipologías de cada residuo para adaptar los contenedores a las cantidades y espacios disponibles en sus instalaciones.

"No ser sostenibles tiene costes", indica García-Vigón

Pablo García-Vigón, presidente de Areas (la Federación de Areas Empresariales de Asturias), centró su intervención en los polígonos industriales, donde "se concentran las empresas y se producen muchos residuos". En su opinión, la principal labor que se debe acometer es la sensibilización, y explicó que existe una carencia en las empresas respecto a la diferenciación de basuras "ue no acaban de entender", ya que "no es lo mismo basura que residuos industriales", por lo que apuesta por llevar "sensibilizar" a las compañías y a "echarles una mano", para lograr mejores resultados.

Pablo García-Vigón. | Irma Collín

Pablo García-Vigón. / Irma Collín

"En el polígono de Silvota (Llanera), gestionamos unas 900 toneladas al año", apuntó el presidente de Areas, que cuestionó que la todo fuesen residuos industriales. "Es un problema y una pérdida de oportunidad. No ser sostenibles tiene costes. Hay que dar un impulso a las empresas tras la entrada en vigor de las leyes de 2022 y 2023, que afectan al bolsillo", ahondó García-Vigón.

También puso el foco en la "parte administrativa", que "no lo pone fácil". Ahora mismo, cada vez que se tramita un viaje al vertedero, hay que llevar impresos los documentos y por duplicado", señaló. En ese sentido, apuntó a la digitalización de los procedimientos para facilitar las trabas administrativas, lo que, además, beneficiaría en el mensaje de sostenibilidad que conllevaría el ahorro del papel.

FADE propone formación para impulsar la economía circular

El director general de FADE, Alberto González, suscribió las palabras de Orviz durante la conferencia, y afirmó que la gestión ambiental "no es una obligación", sino "una oportunidad de mejorar la competitividad". Del mismo modo, González puso sobre la mesa un proyecto de economía circular realizado en Gijón desde el año 2018. Con él, explicó, descubrieron que "sólo" el 34 por ciento de las empresas participantes –una de cada tres– estaban implementando acciones de economía circular. Desde entonces, afirmó González, "la situación no ha cambiado demasiado". Pese a ello, puso un dato positivo: el 71,6 por ciento de las compañías afirmaron que estaban dispuestas a acometer mayores decisiones en economía circular. "Hay que aprovecharlo", indicó el director general.

Alberto González. | Irma Collín

Alberto González. / Irma Collín

Por otro lado, González también incidió en las trabas burocráticas. "Un empresario con diez trabajadores debe conocer todas las normativas y saber si está afectado por ellas y cómo le afectan", indicó el director general, que concluyó en que "no se lo ponen fácil". Para solucionarlo, propuso que se lleven a cabo procesos de formación y habilidades en las empresas para simplificar tareas. En ese sentido, también criticó la normativa variante entre comunidades autónomas que generan "una complejidad brutal para un mercado pequeño como el español".