Hablan testigos de la mortal explosión en la pirotécnica de Cangas del Narcea: "Vimos el humo y nos temimos lo peor"

El estallido, en el que perdió la vida un trabajador de 41 años de la empresa, retumbó en los hogares cercanos: "Estaba desayunando, salté de la silla y me asomé"

Grave explosión, con un fallecido, en una empresa pirotécnica de Cangas del Narcea

Christian García

Modesto García, de 41 años y trabajador de la empresa Pirotecnia Pablo, perdió ayer la vida al producirse una explosión mientras manipulaba la pólvora almacenada en una de las instalaciones que la conocida compañía tiene en la localidad de Vallinas, en Cangas del Narcea. 

Ocurrió pasadas las 9.15 horas de la mañana. Un "brutal estruendo", así descrito por los vecinos, sobresaltó a la pequeña localidad canguesa. Según comunicó la Guardia Civil, ocurrió, por causas que se investigan, en una de las casetas de los polvorines de Pirotecnia Pablo. Las primeras averiguaciones indican que el accidente se produjo mientras Modesto García, vecino de Cangas del Narcea y experimentado operario de la citada empresa, trabajaba en el interior de uno de los depósitos. La tremenda explosión arrasó el pequeño inmueble y afectó parcialmente a otro que se encontraba cercano, desprendiendo parte de sus paredes y el techo.

La detonación causó una gran columna de humo e hizo retumbar los interiores de las viviendas más cercanas, provocando algunos desperfectos. "Había restos de la caseta por toda la ladera", aseguraron algunos testigos.

Rápidamente, los servicios de emergencias fueron desplegados en el lugar. Según los testimonios recabados, los primeros en llegar fueron agentes de la Policía Local, que contactaron con los responsables de Pirotecnia Pablo, que se encontraría en el lugar con otros trabajadores.

En cuestión de minutos, se personaron los bomberos del parque de Cangas del Narcea, la Guardia Civil y el servicio de ambulancias. En un principio, dada la confusión que provocó el suceso, se llegó a temer que otro empleado, además de Modesto García, hubiese resultado afectado. Tras las primeras exploraciones sobre el terreno, se descartó que hubiese más personas en el lugar del siniestro.

La caseta que saltó por los aires está situada en la parte inferior del complejo de Pirotecnia Pablo, en una ladera con vistas al pueblo de Vallinas. En su interior, la empresa se guarda la pólvora y otros materiales explosivos. Según informó la Guardia Civil, en el momento de la explosión, el empleado se encontraba "realizando un preparado de pólvora para su uso en pirotecnia". El instituto armado desplegó en el lugar un equipo del Grupo de Especialistas de Desactivación de Artefactos Explosivos (GEDEX), así como efectivos de los servicios Seguridad Ciudadana, Intervención de Armas y Policía Judicial. Un médico certificó sobre el terreno el fallecimiento del trabajador, vecino de Cangas del Narcea.  

Durante la mañana, el alcalde cangués, José_Luis Fontaniella, también se desplazó al lugar del suceso. Según explicó el regidor municipal, la separación de las casetas de almacenaje de explosivos, como determina la reglamentación, evitó una tragedia aún mayor, como la que en 1998 se produjo en Colunga, donde en un accidente semejante perecieron cinco personas. Gracias a la disposición distanciada de las instalaciones y a otras medidas de seguridad, la deflagración no se propagó en el caso de Vallinas a otros polvorines. 

La mortal detonación, que se oyó en Cangas del Narcea, angustió a los vecinos cercanos, entre los que Modesto García, era muy apreciado.

El estruendo fue tremendo. No dejan lugar a la duda los testimonios de quienes sintieron en la mañana de este miércoles la terrible explosión. Los primeros en ver la magnitud de lo sucedido se temieron "lo peor" desde un primer momento.

Pese a que la explosión se limitó a una única caseta de los polvorines, el estallido "fue brutal". José María Fernández, vecino de la Vallinas, se encontraba desayunando a las 9 de la mañana cuando sintió un estruendo y un temblor "enorme". "Me asustó muchísimo. Salté de la silla y me asomé a ver qué había pasado. Entonces vi la columna de humo", relató. El interior de su casa, cuenta, "retumbó entero", hasta el punto de que se rompió el marco de una de las puertas exteriores de la vivienda: "Vi que no estaba la caseta, que había mucho humo y restos por toda la ladera y carretera".

Daniel Lago, también vecino de Vallinas, estaba como Fernández desayunando con su familia pasadas las nueve. Notaron en ese momento un ruido tremendo que hizo temblar su vivienda. Según explicó Lago, no fueron conscientes lo que era, pero enseguida escucharon llegar a los servicios de emergencias a la zona y vieron lo ocurrido. "Fue todo muy rápido", relató.

Jesús Collar, empleado de un aserradero, se encontraba trabajando a poco más de cien metros del lugar de la explosión. Fue el primero en llegar junto a los servicios de emergencias. Se encontraba cortando estacas por la zona junto a otro compañero de trabajo, y el ruido de la explosión sorprendió a ambos. Inmediatamente, se acercaron hasta las inmediaciones del polvorín, donde coincidieron con los primeros miembros de la Policía Local en llegar al lugar del siniestro. "Vimos salir el humo y nos temimos lo peor", explicó Jesús Collar. Rápidamente, añadió, llegaron los bomberos y la ambulancia hasta el lugar.

El fuerte estruendo se pudo escuchar a mucha distancia. Además de Vallinas, cuyas primeras casas se encuentran a unos centenares de metros del complejo de Pirotecnia Pablo y de cara a la ladera donde esta ubicado, en Curriellos también se sobresaltaron con la explosión. "Estaba recién levantada y abriendo las ventanas cuando lo escuché._Muchas se cerraron de golpe y de milagro no se rompieron", comentó una vecina. "Siempre ha sido una empresa muy segura, no se entiende qué ha podido pasar" relató la misma mujer.

Empresa centenaria

A Cangas del Narcea, a un kilómetro de distancia, María Luisa Fernández comentaba ayer: "En un primer momento, pensé que había sido un accidente de coche. Me asomé y no vi nada. Poco después oí sirenas que iban hacia allí". Reside en la salida de la capital canguesa en dirección a Vallinas. "A veces deben hacer pruebas, porque se escuchan leves petardazos, pero lo de esta mañana fue demasiado", añadió.

Pirotecnia Pablo es la principal empresa del sector en Cangas del Narcea y una de las más importantes de Asturias. Fundada en 1895 por Máximino Fernández, cuatro generaciones de su familia continuaron una labor que tuvo uno de sus grandes hitos con la creación del complejo industrial de Vallinas. Los vecinos del lugar aseguran que "jamás" ha habido ningún incidente ni problema en las instalaciones de la compañía, donde se manejan grandes cantidades de pólvora y otro material explosivo.

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