Los asturianos estamos muy beneficiados por la Seguridad Social (y este análisis lo demuestra)

La "caja única" asegura la solidaridad entre los territorios, que nos permite cuadruplicar el saldo negativo de media nacional por habitante entre ingresos y gastos

Seguridad Social

Seguridad Social / LNE

Jesús Arango

Jesús Arango

El sistema español de Seguridad Social "debe garantizar a los ciudadanos su protección y la de su familia ante situaciones de vejez, enfermedad, desempleo y otras carencias sociales que en el transcurso de la vida requieran de ayudas", mediante la solidaridad entre generaciones, a través de un sistema de reparto que implica que las generaciones en activo abonen las cotizaciones sociales para que se financien las prestaciones de los mayores o los necesitados.

Además, debe garantizar, a través del concepto de "caja única", que las cotizaciones recaudadas en todo el territorio nacional sirvan para financiar las prestaciones de todos los españoles: solidaridad entre territorios. Este principio relaja la restricción de que las prestaciones recibidas por cualquier generación en una determinada comunidad autónoma deben ajustarse a sus propias contribuciones.

La reciente publicación por parte del Instituto de Estudios Fiscales de las llamadas balanzas fiscales permite realizar una aproximación a la situación de los desfases regionales entre cotizaciones y prestaciones de la Seguridad Social, incluidas las de las Mutuas colaboradoras, lo que se puede denominar "saldo de los balances regionales" en materia de Seguridad Social.

En qué se gasta

Los ingresos hacen referencia a las cotizaciones sociales realizadas por trabajadores y empresas de los diferentes regímenes, y por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales; mientras que los gastos incluyen las pensiones de jubilación, viudedad e invalidez (94 por ciento del total) y otro tipo de prestaciones sociales (incapacidad temporal, maternidad, etcétera).

Los datos que recopila el Instituto de Estudios Fiscales están referidos al año 2021 y expresados en miles de euros, presentados aquí en forma de ingresos, gastos y saldo para cada una de las diecisiete comunidades autónomas, mientras que el total nacional incluye también las partidas correspondientes a Ceuta y Melilla, así como los ajustes de servicios centrales y partidas no regionalizables.

Para una correcta interpretación de los datos, se debe tener en cuenta que algunas grandes empresas con establecimientos productivos en diversas regiones, centralizan sus cotizaciones sociales en la sede social radicada en Madrid.

En el caso de Baleares, existe un volumen muy importante de trabajadores fijos discontinuos durante la temporada turística que cotizan en esa comunidad autónoma, pero que tienen su residencia en otra distinta, mientras que los gastos únicamente recogen las prestaciones que perciben los residentes permanentes en esa comunidad autónoma. Estas matizaciones son, quizás, la causa que explique que Madrid y Baleares sean las únicas comunidades autónomas con balances positivos entre ingresos y gastos de la Seguridad Social.

Si simplemente se ordenase a las diecisiete comunidades autónomas de acuerdo con la cuantía de la diferencia entre ingresos y gastos, las regiones que registran los mayores desfases son Cataluña y Andalucía: con un saldo negativo de 4.814 y 4.608 millones de euros, respectivamente, lo que significa conjuntamente el 30 por ciento del total del deficit de la Seguridad Social.

Asturias ocupa la sexta plaza con un desfase de casi 2.900 millones de euros, lo que representa el 9 por ciento del total del descuadre del sistema español de Seguridad Social.

Si se relativizan las cifras en función de criterios que reflejen el tamaño de cada comunidad autónoma, los resultados cambian radicalmente. Asturias, región en la que los gastos de la Seguridad Social superan la cuarta parte de la Renta Disponible Ajustada Bruta -frente al 17 por ciento que registra la media española-, pasa a encabezar el ranking regional, ya que su saldo negativo supone el 53 por ciento del total de los pagos realizados por la Seguridad Social en la región, frente a un 20 por ciento que registra la media nacional, o el 16 por ciento en el caso de Cataluña, que encabezaba la lista de déficits en términos absolutos.

Si la comparación se realiza en términos de población, el saldo negativo alcanza los 2.852 euros por habitante en Asturias, frente los 664 euros que registra la media nacional.

Desfase cantábrico

Como se puede apreciar en el cuadro adjunto, la Cornisa Cantábrica (País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia), más Castilla y León, son los territorios en los que el desfase entre ingresos y gastos de la Seguridad Social alcanza mayores cotas cuando se ordena teniendo presente indicadores del tamaño de las distintas regiones.

A la luz de los datos comentados en los párrafos anteriores, debería quedar de manifiesto que el principio de "caja única" es la mayor garantía para mantener la solidaridad intergeneracional entre cotizantes y pensionistas, ya que los balances regionales son el mero resultado de aplicar aquel principio a lo largo del tiempo ante la evolución cambiante del empleo y los niveles salariales en las diferentes comunidades autónomas.

La actualización de las pensiones

Concluyo con un comentario sobre un aspecto que incide significativamente en la cuantía de las pensiones: su actualización.

Desde 2019, primer año en el que se recuperó la revalorización en función del IPC, hasta la actualidad, la diferencia acumulada entre el porcentaje de subida anual de las pensiones y la tasa de inflación del año anterior, arroja una ganancia de poder adquisitivo del 4 por ciento para los pensionistas españoles.

Si hubiese permanecido vigente el Índice de Revalorización de las Pensiones -el famoso 0,25 por ciento de subida- que introdujo la reforma realizada por el Partido Popular en 2013, en el periodo 2019-2024 los pensionistas habrían sufrido una pérdida de poder adquisitivo del 16 por ciento.

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