Una guerra relámpago: Barbón y Puente cierran la crisis de las infraestructuras con la llegada de los Avril

"Se cumple con Asturias", sostiene ahora el Gobierno regional

Transportes espera que se inicie una nueva etapa en las relaciones

Barbón entrega una tarjeta Conecta al ministro Óscar Puente

Barbón entrega una tarjeta Conecta al ministro Óscar Puente / LNE

El Gobierno regional y el Ministerio de Transportes dan por zanjada la crisis entre las dos administraciones por las infraestructuras asturianas tras la recepción este jueves por Renfe de los trenes Avril, los más veloces y amplios. "Se abre una nueva etapa", resumen fuentes del Ministerio dirigido por el socialista Óscar Puente. "Sobre Transportes quisiera poner en valor la noticia positiva de la recepción de los trenes. Se cumplen los compromisos con Asturias", aseguró este mismo viernes Guillermo Peláez, consejero de Hacienda y portavoz del Gobierno de Adrián Barbón.

La escalada de tensión entre ambas administraciones, que se inició tras el último retraso en la llegada de los trenes Avril, tuvo su momento de máximo apogeo esta semana a raíz de la cancelación del proyecto del vial de Jove (Gijón), con un choque hasta ahora inédito. Barbón, según sostienen fuentes de Transportes y como publicó LA NUEVA ESPAÑA, era conocedor de que ese proyecto se caía desde hace dos meses, un extremo que el Presidente niega de forma tajante.

El Ministerio, en un escrito oficial posterior consensuado con el Principado, que estuvo en contacto con el equipo de Puente durante varias horas de tensión, intentó cerrar la crisis recalcando que la comunicación "oficial" sobre Jove se había producido el 20 de marzo, en la reunión en el Ministerio a la que asistieron José Antonio Santano, secretario de Estado; Alejandro Calvo, consejero de Fomento y Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón. El Principado recogió el guante y se dio por satisfecho. Internamente, altos cargos de los dos estamentos coincidieron en que lo adecuado era destensar la situación, "viciada" desde hace semanas y con mucha desconfianza mutua. Desde Transportes no se entendían algunas manifestaciones del Principado dudando de la "credibilidad" del Ministerio y sobre un equipo, el de Puente, que lleva pocos meses en el cargo. Barbón llegó a decir que desde Borrell ningún Ministro había cumplido con Asturias. En el Gobierno regional sostenían que su labor era alzar la voz en defensa de la agenda asturiana. Ahora se observa una tregua. Públicamente, el "cambio de tono del Principado", como apuntan fuentes cercanas, ha sido notable. Barbón dijo el jueves que la recepción de los trenes era una "prueba de credibilidad con Asturias", lo que repitió el portavoz Peláez en un mensaje preparado.

En Transportes estuvieron muy atentos a esas declaraciones, que interpretan como la señal de que se inicia una nueva etapa entre dos instituciones gobernadas por el mismo color político, el PSOE.

Para entender la historia de la crisis entre Puente y Barbón hay que retroceder algo más de un mes. El primer conato se produjo con el retraso de los trenes Avril. Puente había asegurado que la venta de los billetes de los nuevos convoyes empezaría el 1 de marzo, pero Talgo, la empresa que los construye, no los entregó a tiempo. Transportes, también Renfe, salieron entonces en tromba, cargando con especial dureza contra la empresa y reclamando indemnizaciones por otro nuevo incumplimiento. El Principado fue más cauto en su reacción inicial, lo que sorprendió en Transportes, llegando incluso a poner en duda el retraso y confiando en que se cumpliese el plazo. Horas después, con la oposición y los empresarios en armas, el Gobierno regional sí elevó el tono, metiendo en el saco al Ministerio de Transportes, para sorpresa del equipo de Puente. El Gobierno regional pidió compensaciones, obtuvo una oferta de billetes baratos y la promesa de una mejor interlocución. Transportes, en cualquier caso, siguió viendo con recelo las declaraciones de miembros del Principado, apuntando a la responsabilidad del actual Ministerio.

Otro momento clave fue la reprobación del ministro Puente en la Junta General del Principado, que se produjo con todos los votos de los diputados salvo los del PSOE e Izquierda Unida, que conforman el Gobierno regional. Transportes consideró aquello un "show" que, según su parecer, no gestionó bien el Principado. Se llegó en cualquier caso a una cierta calma, pero en los últimos días la tensión fue máxima. Primero, con la fecha de la venta de los billetes de los Avril, que Puente fijó el 18 de abril, como adelantó este periódico. El Principado dudó públicamente de esa fecha (ahora ya la da por buena) y en Transportes no daban crédito ante lo que consideraban una noticia positiva. Luego tuvo lugar la polémica con el vial de Jove. En el equipo de Puente no entendieron las críticas del Principado hacia el Ministerio puesto que, según sostienen, Barbón ya estaba advertido de que ese proyecto no vería la luz.

Las críticas del Gobierno regional y del Ayuntamiento se produjeron al día siguiente de la reunión con el secretario de Estado, no acto seguido, lo que también causó perplejidad en Transportes, teniendo siempre en cuenta que para ellos no podría haber sorpresa, porque sostienen que Barbón estaba informado. En esencia, Transportes llevaba tiempo sosteniendo que el Principado actúa a impulsos, sin un plan claro, con unas críticas que considera injustificadas. En el Gobierno regional, por su parte, sostienen que su papel debe ser exactamente ese: dar un golpe encima de la mesa si consideran que no se cumple con Asturias aunque formen un gobierno del mismo color político que el nacional. Las dos partes han firmado la paz.

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