Susana Acle: "Los grandes acuarios y zoos somos como una gran arca de Noé"

"El pez payaso es muy cañero. Cada vez que metemos uno en el estanque, se lía. Hay una lucha tremenda para ser el macho dominante, y casi siempre tenemos que sacar a otro lleno de heridas". Este ejemplo ayuda a entender parte del trabajo de Susana Acle Olivo, responsable de Veterinaria e Investigación del Bioparc Acuario de Gijón, que ayer protagonizó la cuarta jornada de la IX Semana de la Ciencia "Margarita Salas", organizada por LA NUEVA ESPAÑA.

Acle es una reputada profesional en su campo: el año pasado fue nombrada una de las 50 personas más influyentes del mundo en los ámbitos de los zoológicos y los acuarios, según la revista "Blooploop". Tras una introducción a cargo de Amador Menéndez, coordinador de las jornadas, la científica explicó el funcionamiento del acuario gijonés, situado junto a la playa de Poniente. Allí, Acle supervisa la salud y el comportamiento de más de 4.000 animales de 450 especies distintas, contenidos en 62 tanques de agua dulce y salada. En total, la instalación acoge doce ecosistemas diferentes.

"Los acuarios ya son mucho más que lugares donde se exponen animales: son centros de investigación y divulgación, siempre bajo el paradigma del máximo bienestar animal", señaló la veterinaria. Así, mencionó algunas de las estancias que, aunque desconocidas para los visitantes, resultan esenciales para el funcionamiento del Bioparc, como el sistema de captación de aguas, las salas de filtración, el laboratorio o las salas de buceo.

Acle explicó que "los grandes acuarios y zoos funcionamos en red, con una gran cooperación entre nosotros, intercambiando información y también animales en función de las necesidades de cada uno". "Somos como una gran arca de Noé", ilustró.

La científica expuso algunos de los proyectos en los que está embarcado el centro. Entre ellos, uno sobre bienestar animal con la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y varios con la Universidad de Oviedo. Por ejemplo, para ofrecer animales marinos como "modelos" para estudios biológicos, caso de la medusa inmortal en el departamento impulsado por Carlos López-Otín; o para fabricar plantas marinas artificiales con impresión en tres dimensiones.

También han colaborado en el análisis de vertidos de microplásticos en la costa asturiana. "Los resultados, la verdad, fueron complicados: de las 50 muestras de agua que se recogieron, se encontraron residuos en más de la mitad", aseguró. Según Acle, "los microplásticos son un asunto preocupante". "Evidentemente, en este sentido el Mediterráneo es más problemático, porque el Cantábrico es un mar más abierto y conectado al océano Atlántico, pero aún así es un problema que requiere de una solución coordinada", señaló.

Una de las iniciativas más recientes es el Centro de Recuperación de Animales Marinos de Asturias (CRAMA), ubicado junto al Acuario y centrado especialmente en tortugas y focas. Su propósito es recoger criaturas marinas extraviadas en la costa de la región, cuidarlas y curarlas en caso de lesiones o enfermedades y, llegado el momento, devolverlas al mar. Uno de los casos en los que han trabajado recientemente es el de una tortuga con tres aletas que, tras dos años de travesía desde aguas de Colombia, apareció en Bañugues (Gozón). "Cuando un animal enferma en el mar, en poco tiempo se lo acaba comiendo un depredador, mientras que en un acuario están protegidos", explicó la veterinaria.

Asimismo, el centro gijonés alberga actualmente una exposición sobre tiburones que procede del Museo de Historia Natural de Nueva York. Un joven asistente a la conferencia preguntó a Acle si los escualos no suponen un peligro para las demás criaturas. "Intentamos mantener siempre saciados a los tiburones, pero nunca olvidamos que se puede despertar su instinto depredador en cualquier momento", advirtió la científica.

Acle hizo un llamamiento a proteger el medioambiente marino: "La salud de los océanos está amenazada por la contaminación y la pesca, y a veces podemos pensar que la desaparición de una sola especie no tiene ninguna importancia, pero no es así: supone un desequilibrio para el ecosistema y nos puede llegar a afectar a todos".

La IX Semana de la Ciencia cuenta con los patrocinios del Ayuntamiento de Oviedo, el Instituto Fernández-Vega, Bayer, Asturagua, Unicaja, Química del Nalón, Telefónica, Gilead, Ieducae y Fertiberia, así como con el respaldo de la Consejería de Ciencia.