La petición de dos expertas asturianas para evitar el abuso de bebidas energéticas entre los jóvenes

Publicidad engañosa y escaso conocimiento de los daños en la salud impulsan el aumento del consumo en Asturias

Los expertos piden informar bien del abuso de bebidas energéticas

Los expertos piden informar bien del abuso de bebidas energéticas

Los niños y adolescentes cada vez consumen mayor cantidad de bebidas energéticas. Y lo hacen sin ser conscientes de lo perjudiciales que pueden ser para su salud. Esa es una de las conclusiones a las que han llegado las enfermeras asturianas especialistas en la rama familiar y comunitaria Cristina Fernández, Eva Prida y Helena Iddun tras realizar un estudio con el Consejo de la Juventud del Principado. En Asturias, actualmente, el gobierno regional se plantea prohibir su venta a menores e incluso hacerlas desaparecer de las máquinas expendedoras y del patrocinio de eventos deportivos.

Las tres enfermeras plantean, para frenar el consumo, concienciar con ejercicios prácticos sobre los ingredientes que las componen y sus posibles efectos nocivos cuando se ingieren en grandes cantidades. Un ejemplo de ello es conocer visualmente cuántos terrones de azúcar contiene una lata de las distintas marcas de bebida energética. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo máximo de 3 ó 4 terrones de azúcar por día para niños y adolescentes. Pues una lata de bebida energética contiene aproximadamente 19 terrones.

Según el último estudio Estudes –una encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España– realizado en 2023 el consumo de estas bebidas está en torno al 47% de los jóvenes en el último mes. Por ello, a juicio de Prida es "necesario tomar conciencia de la realidad", ya que a menudo "se ponen sobre el papel cuestiones que pueden suponer un problema, pero si no los abordas con números encima de la mesa la necesidad de actuar parece menor". A este respecto coinciden en que el mayor responsable del aumento en los hábitos de consumo que experimentan los menores de 18 años son las campañas de marketing que realizan las empresas. "La publicidad va precisamente dirigida a ese público joven, patrocinan deportes relacionados con la velocidad, el riesgo, saltos desde la estratosfera... En general, eventos relacionados con el ocio y la diversión. Pero cuando tomas bebidas energéticas y sufres algún efecto relacionado con el exceso de cafeína no son tan divertidas", explica Eva Prida.

Es precisamente "asociarlo a eventos deportivos, al rendimiento o al éxito lo que hace de estas bebidas un gran atractivo para los adolescentes y que quieran seguir consumiéndolas", opina Fernández. Por su parte, Helena Iddun considera que el exceso de consumo de bebidas energéticas viene del "desconocimiento de sus efectos nocivos para salud, tanto por parte de los niños como de sus padres". El principal problema radica en el exceso de ingredientes que contienen, principalmente la cafeína, el azúcar y las vitaminas. "El consumo de estas bebidas se asocia a peor rendimiento académico, peores notas y peor salud", añade Fernández.

El consumo desmedido se combate con información y conocimiento y por eso "es muy importante trabajar con los niños y los jóvenes, para que sepan la diferencia que hay entre una bebida energética y un refresco, ya que aunque pueda parecerlo no son lo mismo, hay diferencias importantes", razona Prida.

A fin de evitar su consumo descontrolado las enfermeras concuerdan con una regulación que prohiba su acceso a los menores de edad, es decir, todo aquel que no haya alcanzado los 18 años. "Entiendo que alguna medida hay que tomar, ya que cada año va en aumento el consumo entre los adolescentes pese a las advertencias de que no se trata de una bebida inocua para la salud, especialmente cuando se toma a diario", previene Fernández.

Ingredientes y efecto

  • Relacionados con la cantidad de cafeína. El consumo excesivo de bebidas energéticas puede provocar taquicardia –ritmo cardíaco irregular o acelerado–, mareo, temblor, aumento de la tensión arterial, insomnio, alteraciones visuales y/ o problemas digestivos.
  • Relacionados con la cantidad de azúcar. Existe el riesgo de aparición de caries o daños en las piezas dentales, obesidad, problemas cardiovasculares como exceso de colesterol, y/ o diabetes. 
  • Relacionados con la cantidad de vitaminas del tipo B. Pueden aparecer problemas en el hígado, erupciones cutáneas o lesiones en la piel, diarreas, entumecimiento articular, neuropatía periférica –alteración de la sensibilidad sobretodo en manos y pies u hormigueos–.
  • Relacionados con el guaraná. Su consumo en grandes cantidades puede generar insomnio, problemas digestivos y/ o aumento de la presión arterial.
  • Relacionados con la carnitina. Pueden ser efectos secundarios nauseas, vómitos, diarrea, gastritis –inflamación del revestimiento estomacal– y/ o movilización de grasa acumulada.
  • Relacionados con el ginkgo biloba. Hay riesgo de malestar digestivo y/ o reacción alérgica.

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