"Cualquier proyecto minero puede hoy ser sostenible", afirman los expertos en el coloquio organizado por LA NUEVA ESPAÑA

Empresarios, académicos y sindicalistas vinculados al sector destacan su tecnología "puntera" y peso geopolítico, y reclaman menos burocracia

Coloquio, organizado por LA NUEVA ESPAÑA, "La minería del siglo XXI: industria sostenible sin posibilidad de deslocalización"

Pablo Solares

En 1980, la minería daba empleo a más de 30.000 personas en Asturias. En 2020 la cifra era de 1.861. La comparación de ambos datos es lo suficientemente elocuente como para afirmar el innegable declive del peso del sector no sólo en la economía regional, sino en la misma sociedad. Y aunque el pasado minero aún impregna el imaginario de la mayor parte de los asturianos –los monos azules, los cascos, las caras tiznadas–, el mundo ha cambiado mucho desde su época de apogeo en la región, sobre todo en lo que se refiere a las exigencias de proteger el medio ambiente. Sin embargo, los expertos asturianos del sector consideran que actualmente, gracias a los avances tecnológicos, la actividad minera puede convivir con la protección del medio ambiente, al tiempo que contribuye al desarrollo económico y social de los territorios donde opera. Así lo señalaron ayer los ponentes del coloquio "La minería del siglo XXI: industria sostenible sin posibilidad de deslocalización", organizado por LA NUEVA ESPAÑA.

"Cualquier proyecto minero, sea o no subterráneo, es susceptible de ser reconocido como sostenible", afirmó José Manuel Domínguez, director general de Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC). No se quedó ahí: "Incluso puede contribuir al desarrollo del medio ambiente", añadió Domínguez, cuya empresa, perteneciente al grupo australiano Black Dragon, sondea la posible extracción en mina subterránea de yacimientos de oro en Salave (Tapia de Casariego). "Ciertamente la minería subterránea tiene más elementos de ser sostenible –aislada del entorno, no hay impacto visual, ruidos..–, lo cual la hace más amigable que los cielos abiertos", señaló el directivo.

Parte del público asistente, ayer, al Club Prensa Asturiana. | Pablo Solares

Parte del público asistente, ayer, al Club Prensa Asturiana. / Pablo Solares

En esta línea, Rafael Rodríguez, profesor de la Escuela de Minas de la Universidad de Oviedo, reivindicó la "colaboración" entre las empresas del sector y la comunidad académica para investigar soluciones que mejoren la eficiencia de los proyectos. "La minería es una industria tecnológicamente muy avanzada, con instrumentos muy precisos de geolocalización que permiten, por ejemplo, saber al instante cuántos camiones están llevando cuántas toneladas de un mineral en una explotación al otro lado del mundo", describió. Rodríguez señaló que, por ejemplo, su departamento está trabajando en la investigación de una mina abandonada de mercurio para recrear sus condiciones de trabajo y ayudar a una compañía minera en un proyecto.

Alberto González, director general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), aseguró que "ya es una realidad la minería climáticamente inteligente, que es algo que no tiene absolutamente nada que ver con la imagen tradicional del sector que en Asturias tenemos en la cabeza, es otro mundo".

González reprochó la "demagogia y el miedo" que, en su opinión, abunda en ciertas esferas políticas al hablar de industria: "Hay mucho discurso de boquilla de defensa de la industria, pero luego la legislación no es clara, los trámites se eternizan y se demonizan los proyectos". "Queremos ser los más verdes del mundo y que toda nuestra energía proceda de fuentes renovables, pero para fabricar los equipos necesarios que lo hagan posible se necesitan materiales que proceden del subsuelo", argumentó el director de la patronal asturiana.

Domínguez, director de EMC, defiende la "gran oportunidad" de la explotación de oro en Salave

"A mí me encantaría vivir en una isla virgen del Caribe, pero hay que comer, y para comer hay que trabajar y poner en marcha proyectos de actividad económica. En Asturias hay unos 400.000 jubilados, y a la hora de tomar decisiones políticas pesan más las opiniones de ese colectivo que no de la población que trabaja o quiere trabajar, y recordemos que la región tiene la tasa de actividad más baja de España", remarcó.

Iván García, responsable de Minería del sindicato USO-Asturias, reclamó "un mayor compromiso de las empresas y la Administración para vigilar que los proyectos mineros respeten el entorno natural", aunque también criticó las trabas a la actividad: "Muchas veces no puedes hacer una prospección en tal lugar para ver si hay mineral, porque dicen que contamina".

El dirigente sindical vinculó la existencia de explotaciones mineras con la evolución demográfica: "Indudablemente, la minería es una herramienta para asentar población, ahora que está tan de moda lo del reto demográfico y todos queremos tener una varita mágica para solucionarlo". En este contexto, García puso el ejemplo de uno de los concejos mineros por antonomasia de Asturias: "Mieres tenía 70.000 habitantes en los años 70" dijo de un territorio que ahora ronda los 36.000. Y tachó de "gran hándicap" que en Asturias "todo se vincule al carbón, cuando hay otros minerales con posibilidades, como la fluorita o el oro. "En Belmonte de Miranda, Orovalle mantiene población en toda la comarca, que sí, efectivamente ha disminuido, pero más habría sido de no ser por la mina", resaltó.

García lamentó lo que considera una carencia de cultura minera en el Principado: "No sé si las generaciones jóvenes que vienen ahora pierden el arraigo con la cultura minera, pero me parece rocambolesco que ocurra en Asturias. Que suceda en Madrid, que no saben lo que es una mina, vale. Pero aquí, quien más y quien menos ha tenido vinculación".

Tanto USO como la FADE coinciden en la aportación del sector a la demografía

Con todo, José Manuel Domínguez llamó a "no dejarse arrastrar por la frustración del fin del carbón" ni caer preso de la "nostalgia" del pasado minero asturiano. Y por ello defendió las posibilidades de la explotación de EMC en Salave, que calificó como "una gran oportunidad para crear empleo y atraer inversiones en Asturias". El directivo sostuvo que el proyecto tapiego está cambiado, modificado y adaptado para cumplir con todos los requisitos ambientales: "Confiamos en los profesionales que van a abordarlo". Y, si bien admitió que "quizá en ocasiones las empresas mineras han sido no todo lo transparentes que hubiera sido deseable y demasiado celosas de su intimidad", reafirmó la "aportación" de los proyectos mineros a las comunidades locales, "mediante el pago de impuestos, la creación de empleo y la colaboración con organismos o asociaciones de la zona".

José Manuel Domínguez también resaltó que la minería "es una actividad tecnológicamente puntera" y que, por ejemplo, "todas las técnicas que se utilizan en la construcción de las autopistas proceden de la actividad minera". Eso sí, reclamó más administrativa y lamentó que el sector minero "esté sometido a más de un centenar leyes y normas".

Los ponentes también destacaron la dimensión geopolítica de la minería. "La actualidad de los últimos años ha demostrado que la minería es completamente imprescindible. A la minería hay que decirle sí, sin dudas", enfatizó Rafael Rodríguez, mientras que Alberto González se felicitó de que, "aunque con décadas de retraso, Europa por fin ha reculado y se ha dado cuenta de la importancia de tener autonomía minera e industrial".

Domínguez: "Hay un cliché viejo, negro, de la minería, pero hay más que carbón"

M. Riera

"Siempre se mira al pasado y en Asturias la minería ha tenido un potencial enorme en la región. La gente no lo olvida, tiene un cliché fijo, demasiado antiguo, negro de lo que era la actividad hace 50 años. Pero esto no es el carbón, ahora es otra cosa", defendió el director general de Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC), quien pide "no dejarse arrastrar por la frustración del fin del carbón" y centrarse en "explotar otros recursos existentes por interés social y económico". José Manuel Domínguez se refirió en concreto al proyecto de EMC para extraer el oro de Salave, en Tapia, con rechazo social en la zona y que ha sido frustrado en más de una ocasión. "Además de la historia y los antecedentes, hay mucha gente con un cliché equivocado y es difícil cambiarles su visión. Es difícil explicar que será de otra manera y complicado ganarse la confianza de aquellos que tienen una visión fijada", lamentó Domínguez, quien cree que administración, sindicatos, empresas, universidad, deberían implicarse en "explicarlo todo bien y mejor".

"Desde la política se defiende mucho la industria de boquilla", critica González

Y. González

Alberto González, director general de FADE, reprochó a "ciertos ámbitos políticos" que "defiendan la industria de boquilla". "Hay mucha demagogia y mucho miedo a la hora de apostar por el sector industrial, porque por un lado se reivindica su importancia para la economía pero luego la legislación no es clara, los trámites se eternizan y los proyectos industriales y mineros se demonizan", denunció. "

Iván García: "En USO apostamos por la minería respetando las reglas del juego"

M. Riera

"En USO abordamos si hacer una apuesta decidida o no por la minería en un contexto de tanta contradicción social entre mina sí y mina no. Y creemos que debemos apostar por ella respetando todas las reglas del juego porque es una herramienta útil", explicó Iván García, responsable de minería del sindicato en Asturias. En su opinión, una fórmula para combatir el gran recelo que hay hacia la actividad minera – "tenemos el legado de lo que se hizo antes, ríos sucios, entorno dañado, eso está ahí..."– es que haya "total transparencia por parte de las empresas y de la administración". García cree que hay que ser "más did

"Si los jóvenes quieren buenos sueldos, que estudien Minas", propone Rodríguez

Y. González

"Me da pena cuando veo esas noticias de que los jóvenes de hoy tienen problemas para independizarse económicamente. Mi recomendación es clara: ¡Que estudien Ingeniería de Minas!". Con este énfasis animó ayer Rafael Rodríguez, profesor de la Escuela de Minas de la Universidad de Oviedo, a que los jóvenes asturianos opten por esta senda profesional. "Los ingenieros de nuestra Escuela salen bien preparados: pueden trabajar sin problema en cualquier proyecto de cualquier lugar del mundo y están bien valorados y pagados", afirmó Rodríguez. "Todos sabemos que el primer sueldo nunca es muy alto, pero desde luego el que suelen cobrar los ingenieros da de sobra para pagar el alquiler", ejemplificó el profesor, que aseguró que "en toda España, incluida Asturias, se necesitan muchos ingenieros de Minas" y que "continuamente las empresas están contactando con la Escuela para ofrecer oportunidades a los recién licenciados".