Análisis de las elecciones europeas en España y en Asturias: el bloque de derechas logró la mayor ventaja histórica sobre la izquierda

El bloque de la derecha consiguió en las elecciones europeas de este domingo la mayor ventaja histórica respecto a la izquierda, logrando superarla en diez puntos porcentuales. Se trata de una situación excepcional, porque han sido pocas las contiendas de carácter nacional en las que la derecha ha conseguido ventaja sobre la suma de la izquierda. Hay que hacer puntualizaciones en esta afirmación: el cálculo se realiza considerando únicamente formaciones de carácter nacional (sin tener en cuenta partidos regionalistas o nacionalistas). En el caso de estas últimas elecciones, la suma de PP, Vox y la plataforma "Se acabó la fiesta" (que ha atraído a votantes con mensajes de corte populista de derechas) supera ampliamente a la que conforman PSOE, Sumar y Podemos.

Con esa premisa, el bloque de la derecha superó al de la izquierda en las elecciones generales de 2000 (mayoría absoluta de José María Aznar), en 2011 (mayoría absoluta del PP de Rajoy), en las de noviembre de 2019 (por la suma de populares, Vox y Ciudadanos, que entonces ya había abandonado la imagen centrista) y en 2023, en las que Pedro Sánchez logró concitar la mayoría del congreso pese a ser la segunda fuerza, y en las que el PP de Feijóo fue el partido más votado.

En los comicios europeos, la derecha nunca rebasó claramente a la izquierda. Aun en las elecciones en las que los populares fueron la fuerza más votada, el bloque de la izquierda resultaba mayoritario gracias a la suma de sufragios de PSOE e Izquierda Unida.

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Históricamente, el bloque de izquierdas casi siempre ha estado por encima, gobernase o no. Ocurrió, por ejemplo, en las elecciones de 1996, en las que el popular José María Aznar arrebató el gobierno a los socialistas de Felipe González. En realidad, esa victoria casi totémica para el PP se convirtió en Gobierno con mucha suerte. Los populares superaron a los socialistas en apenas 300.000 votos, con una diferencia porcentual de poco más de un punto, pero que se tradujo en quince escaños de diferencia en el Congreso gracias a la Ley D’Hondt. En aquellas elecciones, socialistas e IU sumaban más de 12 millones de votos frente a los 9,7 del PP. Y los populares no tenían aliados de ámbito nacional, por lo que tuvieron que mirar hacia las fuerzas nacionalistas.

Los cambios en el mapa político nacional que se produjeron a partir de 2014, con la entrada en escena de Podemos, trastocaron el esquema clásico de una derecha en manos del PP y un tándem izquierdista de PSOE e Izquierda Unida que sufría altibajos en su relación. Aunque antes este bloque tuvo un conato de fragmentación con UPyD, la llegada de Podemos y la posterior irrupción de Ciudadanos y Vox cambiaron la escena política a ambos lados del espectro.

Mientras Ciudadanos jugó a mantener una imagen centrada (recibiendo votos tanto de simpatizantes del PSOE como del PP) los populares sufrieron una auténtica sangría de apoyos, que se acrecentó con el crecimiento de Vox. Pero a la postre, en conjunto, la derecha ha ido recuperando votos, con independencia de las posibilidades que esa suma fragüe en gobiernos de mayoría.

En el caso de Asturias, también son contadas las mayorías de la derecha. En el ámbito autonómico únicamente sucedió en las elecciones de 2011, cuando Foro Asturias alcanzó el gobierno regional tras una fractura en el PP. Salvo eso, ha sido en las elecciones de 2023 el momento en que los bloques han estado más próximos, con 1,6 puntos de ventaja para la izquierda.

En los comicios generales, la derecha asturiana estuvo por encima en las mayorías absolutas del PP de 2000 y 2011, y en las elecciones europeas nunca había sucedido hasta ahora, ni siquiera en las de 1994 que ganaron los populares en la comunidad autónoma. El pasado domingo, la suma de votos de PP, Vox y Se acabó la fiesta, superó en algo más de cinco puntos al bloque de PSOE-Sumar y Podemos.

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