Asturias exporta talentos

Abraham Mendoza: "Irse está bien pero después hay una deuda moral con la tierrina"

El químico gijonés anima desde Valencia a "potenciar la investigación básica y aplicada para crear masa crítica; no solo produce resultados, también educa a los científicos del mañana"

Abraham Mendoza.

Abraham Mendoza. / Tino Pertierra

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Abraham Mendoza (Valencia). Nació en Gijón en 1982. Se doctoró en Química Orgánica y Organometálica en la Universidad de Oviedo y, tras cursar estudios posdoctorales en California y Cambridge (Reino Unido), inició en 2013 su carrera docente e investigadora en la Universidad de Estocolmo (Suecia). En 2022 regresó a España para liderar el área de Química Orgánica Sostenible en el Instituto de Ciencia Molecular (ICMol) de la Universidad de Valencia.

El químico gijonés Abraham Mendoza, hoy en el Instituto de Ciencia Molecular de Valencia, aceptó una carrera profesional en Suecia. Vaya reto: "Ser profesor de Universidad y líder de un grupo novato en el extranjero, donde imperan otras maneras de entender la administración y la profesión, fue agotador al principio y muy enriquecedor al cabo de los años. En los primeros años de la carrera independiente de un investigador debes encontrar una línea de investigación original y relevante, y hacer eso mientras te adaptas a las particularidades de un país en el que estás solo al principio fue duro. Al tiempo, experimentar la vida en un país nórdico durante diez años te hace conocer Administración estatal muy eficiente y predecible. También te permite ver los puntos en los que incluso esos países aun pueden mejorar".

Mendoza, que creció "en los barrios obreros de Gijón, entre Pumarín y El Llano", afirma que Asturias "siempre ha identificado bien los problemas principales: las dificultades de su orografía, las limitaciones de enfocarse demasiado en solo algunos sectores productivos, la importancia de proporcionar a la juventud una educación excelente y de crear horizontes de empleo sostenibles y diversos... Sin embargo, le ha costado más que a otras regiones tomar decisiones y finalizar acciones que realmente sean efectivas para mitigar estas limitaciones. Por ejemplo, aunque ha habido avances importantes en infraestructuras, se sigue sin dar los pasos decididos que permitan cambiar la situación. Se aceptan los retrasos en las obras, la negligencia en el diseño, y la ciudadanía ve cómo se renuevan las licitaciones, y la resignación se hace mas endémica".

Contó con medios públicos "realmente excelentes. Un colegio gratuito con clases extraescolares de música, informática, y prácticamente todos los deportes; un instituto que ofertaba el Bachillerato Internacional sin coste; y una Facultad de Química que es referencia nacional e internacional para cursar grado y doctorado. Y, sin embargo, no se ha cuidado de continuar la expansión de las estructuras docentes, ni lo que es más importante, la capacidad del tejido productivo de ofrecer carreras profesionales acordes al nivel de formación de los estudiantes".

Asignatura pendiente: "Formar al más alto nivel a nuestros jóvenes para luego exportarlos es demasiado generoso por nuestra parte y Asturias lo lleva haciendo décadas. Si los jóvenes solo reponen puestos de trabajo que ya existían antes de que ellos mismos nacieran, es que Asturias no está cambiando al mismo ritmo que el resto del mundo".

Es un hecho, lamenta, que "la Facultad de Química tiene hoy los mismos laboratorios en los que yo estudié hace mas de veinte años, cuando ya estaban obsoletos. Se han hecho inversiones millonarias entre tanto, pero parece que es necesario recordar que, pese a no lucir tanto, hay que asegurar que mantenemos y mejoramos lo que ya hemos invertido. La investigación química asturiana lleva décadas produciendo ciencia muy por encima de sus posibilidades por una generación excepcional de científicos. Son los que pueden crear o ayudar a las empresas de la región a absorber los avances que permitan a los asturianos ser líderes en nuevos productos y servicios, en vez de clientes de esos mismos productos desarrollados mas allá de nuestras montañas. Necesitamos incentivar ese cambio mental, y potenciar que jóvenes con una formación excelente puedan volver en buenas condiciones y liderar el desarrollo de sectores productivos que ahora mismo no están representados".

Se formó desde Preescolar hasta el doctorado "entre Gijón y Oviedo. Así que cuando conseguí una beca para mi primer contrato de investigador posdoctoral, en el centro de investigación Scripps (California), obviamente temía no poder adaptarme con suficiente rapidez a la investigación en ‘la élite’. Me sentía como un juvenil de tercera al que ceden para jugar en un equipo de Champions un par de temporadas. Lo que me sorprendió muchísimo es que no estaba fuera de nivel allí, y lo único que tenía alrededor eran otros chicos y chicas con el mismo conocimiento técnico que yo. El asturiano no era un impostor, sino un líder en California, y eso fue un shock". La diferencia fundamental era que "contábamos con unas instalaciones cómodas que se renovaban completamente cada pocos años, los mejores instrumentos, incentivos y cursos impartidos por los mejores, un sistema administrativo que facilita el dinamismo de la investigación, y la financiación para un flujo constante de entrada y salida de investigadores a todos los niveles. Eso es clave en ciencia, las mejores ideas salen de un entorno internacional con gente diversa".

Toda esa gente sabía que "tenía una oportunidad única de contar con los mejores medios posibles para su investigación. Y toda esa gente estaba decidida a aprovechar el tiempo allí para optar a trabajos interesantes y bien remunerados. Eso es muy distinto que hacer el mismo esfuerzo sabiendo que no hay trabajo para esa cualificación, y al final se opta a los mismos trabajos sin necesidad de tanto esfuerzo. No se puede pedir a los jóvenes que se esfuercen cuando saben que tendrán que separarse de su entorno y sus familias para prosperar".

Es primordial "abrir nuevos sectores productivos alejados de la industria primaria, los recursos naturales y el turismo, apostando por liderar nuevas áreas de desarrollo de negocio. Las oportunidades en economía circular, energía y datos son inmensas pero puede que no sean tan amplias en unos años. Asturias debe posicionarse cuanto antes".

En los sistemas de investigación más exitosos, el presupuesto de investigación está comprometido en el largo plazo y gestionado por una agencia independiente de los ciclos políticos. Esa fórmula funciona fuera y funcionaria en el Principado también. Si hay leyes que cambiar para que eso sea posible hay que cambiarlas, la alternativa es ir en contra del futuro de los asturianos".

Es importante "ofrecer unas condiciones de vida atractivas a los profesionales que se quiere reclutar y pueden dar a la empresa una mayor competitividad. Asturias puede tener una ventaja para asentar empresas o equipos de trabajo en la región, si se potencia decididamente. El reto de extender este desarrollo a toda la geografía asturiana es aún mas ambicioso".

Un patrón a seguir de los países mas avanzados de nuestro entorno cultural: "Potenciar la investigación básica y aplicada para crear masa crítica en la región. La investigación no solo produce resultados, también educa a los científicos del mañana. Si estos se educan en los problemas mas difíciles, habrá profesionales mejor formados. Cuando una región cuenta con estos profesionales tiene sentido para las empresas asentarse allí y reclutar a esos científicos y obtener soporte técnico de los grupos, sus equipos humanos diversos, y su equipo de última generación. Es posible que Asturias pueda adoptar esta hoja de ruta, pero tiene que haber un consenso político a largo plazo, no ser la bandera de ningún ciclo electoral. Eso no funciona en innovación".

A quien quiera salir fuera, un consejo: "Que vaya al lugar de referencia en su ámbito, para poder conocer y aprender de los mejores. Si sale bien, no habrá mejor trampolín profesional para decidir qué hacer con su futuro. Si sale mal, en sitios así quedará claro cuáles son las aptitudes en las que trabajar para ponerse al nivel de los mejores en ese momento. Irse está bien pero después hay una deuda moral con la tierrina. Creo que es de justicia tener la intención de intentar devolver a Asturias la oportunidad que nos dio en su día de irnos".

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS