Asturias exporta talentos

Ricardo triunfa en Madrid con el primer comercio fuera del Principado con el sello "Alimentos del Paraíso": "Asturias todavía no se sabe vender como marca"

"Hay gran desconocimiento de lo que tenemos y de lo que se está elaborando, productos innovadores y artesanales que merecen más atención"

Ricardo Gutiérrez.

Ricardo Gutiérrez. / Tino Pertierra

Tino Pertierra

Tino Pertierra

RICARDO GUTIÉRREZ (Madrid). "Nací en Avilés en 1973, pero desde los 5 años viví en Salinas. Resido en Madrid desde 1993, vine para estudiar prótesis dental y aquí sigo. Tengo una tienda de productos asturianos, Planeta Asturias, desde hace casi tres años". Es el primer establecimiento fuera del Principado al que concedieron el sello de calidad de "Alimentos del Paraíso": «Me ayudó en esos primeros momentos complicados para todo el que se atreve a abrir un negocio».

¿Quién le iba a decir al avilesino Ricardo Gutiérrez que un día dejaría su profesión de protésico dental y acabaría reinando en el emblemático mercado madrileño de La Cebada (La Latina) con el primer establecimiento fuera de Asturias que presume del sello de calidad "Alimentos del Paraíso"? Pues ahí lo tienen, un ejemplo de cómo se puede cambiar radicalmente de metas y salir airoso: "Soy feliz".

De guaje pasaba el día jugando por las calles de Salinas, Pravia o por San Pelayo de Tehona, "sin tener que preocuparme del reloj más que cuando tenía hambre y me iba a buscar algo a casa, con la bicicleta siempre presente. Todavía hoy, cada vez que huelo alfilada, me despierto en la casa de mi abuela María Luisa, que usaba cocina de carbón; el olor a pan me lleva con la abuela Alicia, cuando la acompañaba a la compra. Y el pote de berzas de mi madre, que es sagrado, me recuerda a las mejores farturas en casa y con la familia".

Su primer viaje fuera de Asturias fue "aquel que se hacía al acabar la EGB, con 14 años. Fuimos a Granada, Córdoba y Sevilla y lo pasamos como los enanos que éramos. Sobre todo, me impresionó mucho la Alhambra, sus grabados y sus diferentes espacios hechos a mano y tan bien trabajados. Yo creo que de aquí nació mi pasión por viajar y conocer mundo".

Las ganas de poner una tienda llegaron después de muchos años siendo protésico dental: "Quise dar un giro en mi vida profesional y me acordé de las tiendas de ultramarinos de toda la vida, estilo Casa Pire de mi familia en Pravia. Así que pensé que una tienda de productos asturianos tenía todas las posibilidades de hacerme feliz. Trabajar con una materia prima que conozco bien y disfruto mucho, estar en contacto con el público y dar a conocer esas maravillas de la asturianía y, además, ser mi propio jefe. Y me lancé y aquí seguimos casi tres años después, más satisfecho que nunca".

Tiene muy claro que "no solo para este trabajo, en todos, hay que ser responsable siempre con lo que haces, tener amor propio, hacerlo lo mejor posible y aprender cada día un poco más para mejorar y sentirte seguro y feliz. Además, es muy importante conocer el producto que trabajas para saber qué es lo que vendes y dar así un mejor servicio. Lo más importante es ser honesto con uno mismo y con el cliente".

Reveses a los que se haya enfrentado en el trabajo "son los que todos nos encontramos, acertar y equivocarte. Yo, después de 22 años siendo protésico dental, me aventuré y abrí la tienda. Intento disfrutar de mis aciertos y aprender de mis errores, siempre aprendo más de estos últimos, la verdad".

¿Y Asturias qué? ¿Cómo se ve desde fuera? "Unos la ven como el sitio perfecto para vivir y otros para ir de vacaciones, opiniones como en botica. Asturias tiene muchas ventajas: gastronomía, distancias cortas entre los pueblos que dan calidad de vida, playas alucinantes, montañas espectaculares, el tiempo que en verano es maravilloso... Y los asturianos, claro, que nos encanta enseñar todo lo que tenemos y disfrutamos en la tierrina. Respecto al turismo en Asturias deberíamos tener un equilibrio para aprovechar todo ese encanto que tenemos sin permitir que la posible masificación turística arrase con todo y no podamos disfrutar del paraíso en la tierra, como dice mi Pater".

Hay un problema: "Asturias todavía no se sabe vender como marca, para ayudar a los emprendedores a exportar y también a dar a conocer los productos gastronómicos que ahora mismo se están elaborando. Hay muchísimos pequeños artesanos y pequeñas cooperativas que elaboran productos con unas materias primas excelentes. Quesos, claro, pero también cervezas, vermús, embutidos, dulces, conservas variadas y mil cosas más. Se trabaja a mano con mucho mimo, con mucha delicadeza y con el máximo rigor sanitario para elaborar un producto de calidades extraordinarias. Y se conoce poco". ¿Oído, cocina?

Más: "Desde las instituciones oficiales, ministerios, consejerías, asociaciones que trabajan con las diferentes denominaciones de origen protegidas (DOP) y con las indicaciones geográficas protegidas (IGP) deberían trabajar en la dirección correcta para que se conozcan más y mejor esos productos asturianos que toda aquella persona que los prueba se queda prendado de su sabor y por su calidad".

Y es que por la tienda "pasan incluso muchos asturianos que desconocen algunos de los productos que tengo y cuando los aprueban alucinan. El chosco, los embutidos de jabalí o ciervo o los quesos más allá de los tradicionales cabrales o gamonéu, el fantástico vino que se hace ahora en Cangas... son claros ejemplos del desconocimiento que hay en Asturias y fuera de ella de lo que tenemos y se está elaborando ahora mismo. Productos innovadores y artesanales que merecen más atención. Te puedo contar que la gente, y mucha es extranjera, que pasa por la tienda se maravilla al probar los quesos y la sidra natural. No te digo ya con la fabada o las conservas. Abren los ojos y exclaman de placer. Literal".

Todo su trabajo para colonizar Planeta Asturias ha sido una experiencia "gratamente enriquecedora y, sobre todo, un salto personal muy importante. Me ha dado la posibilidad de quitarme miedos y de superar unas barreras que nunca me había planteado si sería capaz de hacer. Llevar mi propio negocio, investigar productos de los miles que hay en Asturias y entablar relaciones de confianza con cooperativas y con pequeñas empresas me ha dado fuerza y seguridad en mí mismo, más allá de lo que yo pensaba. Cuando haces un cambio de actividad tan grande como el que yo hice, tienes miedo. Y es lógico, supongo. Pero casi tres años después puedo decir que está siendo una de las experiencias más maravillosas de mi vida. Y eso que ser autónomo no es nada fácil, que conste en acta". Consta.

Sus guías vitales hay que buscarlas en "la educación y el respeto que me inculcaron en mi casa. A mis abuelas también las tengo siempre muy presentes. Respeto, buena educación, compartir y ser feliz con poco. Lo tengo claro". Igual de claro tiene su día ideal en Asturias: "Comer pote asturiano, chosco, empanadas, rollo de bonito, cualquier plato asturiano cocinado por mi madre, en la casina de mis padres en San Pelayo de Tehona con familia y amigos. Regado con sidra, claro. Y siempre con productos de Asturias".

Como debe ser.

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