La Variante seduce en el aeropuerto

Asiduos al avión para viajar a Madrid se plantean usar en adelante el tren: «No hay que esperar para subir y los nuevos tiempos son fabulosos»

Por la izquierda, Sandra Bárcena, Silvia Mortera, Natalia Roces y Alejandro Fraile, ayer, en el aeropuerto de Asturias, antes de coger su vuelo.

Por la izquierda, Sandra Bárcena, Silvia Mortera, Natalia Roces y Alejandro Fraile, ayer, en el aeropuerto de Asturias, antes de coger su vuelo. / Ricardo Solís

Noé Menéndez

Noé Menéndez

«Los nuevos tiempos para ir a Madrid en tren son fabulosos. Además, a diferencia del avión, no hay que esperar una hora antes de subir». La mayoría de los pasajeros estaba ayer de acuerdo en el Aeropuerto de Asturias. La esperada llegada de la alta velocidad a la región va a suponer un aire fresco para las comunicaciones con Madrid gracias a la comodidad y la flexibilidad de horarios que aporta la alta velocidad. «Es que lo de tener que venir una hora antes...», era lo más repetido entre los viajeros, muchos de ellos deseosos de estrenar la Variante.

«Cuando miramos para viajar a Madrid aún no habían salido a la venta los billetes de la alta velocidad. Por eso, iremos en avión», señalaban Sandra Bárcena y Silvia Mortera, que se desplazaban por trabajo a la capital española. «Al final, vamos con lo que nos mande la empresa, pero si que hubiésemos preferido ir en tren», apuntaban. Ambas destacaban lo mismo: la comodidad de los asientos del tren. «Hay veces que en los aviones vas súper apretado. En el tren por lo menos puedes estirar las piernas», indicaban. «A mí lo que me mata es el tema de los controles de seguridad. Lo de descalzarse o tener que poner en una bandeja todos los metales es muy pesado. Con un tren competitivo nos podemos olvidar de eso», comentaban Natalia Roces y Alejandro Fraile, compañeros de trabajo de Bárcena y Mortera, que llegaron al aeropuerto con el tiempo justo. «Miramos para coger billetes para volver, dentro de tres días, pero estaba todo reservado ya. Pero, tarde o temprano, lo probaremos», aseguraban.

«Espero que ahora las aerolíneas se pongan las pilas y bajen un poco los precios, aprovechando que tienen la competencia apretándoles», sentenciaba Marcos González, muy crítico con el alto coste que tiene volar hasta Madrid. «Es que te sale por un ojo de la cara. Cuando reservé el billete no me la quise jugar con el tren, por si había algún retraso, pero ahora me arrepiento», lamentaba el ovetense, que viaja a tierras madrileñas para visitar a su pareja. «Para mí, el tren es una bendición, porque soy de los que van con el tiempo pegado al culo. No sería la primera vez que pierdo un avión por llegar con poco tiempo de antelación. Ahora me libro de la espera que hay aquí y puedo apurar un poco más», afirmaba mientras pasa con su maleta el arco de seguridad.

Pero no todo son voces críticas en contra de los aviones. «Sí que es verdad que igual el tren es más cómodo, porque si eres alto tienes más hueco para las piernas, pero es que a mi me relaja mucho volar», sostenía Clara Maldonado, que está preparando unos exámenes y tiene que ir hasta la capital para realizarlos. «Además, aquí no tienes paradas, que es una lata. Vas directo, tranquilamente, y no hay trajín de gente, que te deja dormir un poquito», apuntaba la gijonesa, que no tiene en sus planes a corto plazo coger el tren. «Quita, quita. Mientras pueda seguir con el avión y no se vaya de precio prefiero tener que hacer una hora de espera», sentenciaba.

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