Adolfo Rivas, el director gerente de la Fundación Vinjoy, reivindicó “la intervención socioeducativa y la innovación social” como apuesta de futuro en Asturias con capacidad para generar empleo y ser una actividad de referencia ante “la situación de vulnerabilidad de la comunidad autónoma” y como vía de respuesta a problemas como el envejecimiento, las altas tasas de suicidio y el cambio de modelo productivo en la región. Rivas, con más de 40 años de experiencia en el ámbito de la intervención social, desplegó ayer su propuesta “Asturias futura” en un acto que tuvo como escenario el salón Europa de la Junta General del Principado.
“Se trata de una idea que surge desde el mundo social para el conjunto de la sociedad para recoger y desarrollar”, explicó, de entrada, Adolfo Rivas. “Y si alguien lo cree pertinente, aquí estamos para, como si picáramos carbón, trabajar en la primera línea”. El director gerente situó la intervención socioeducativa dentro de la evolución de un área, “que ha pasado de la asistencia a un cambio de realidad y a un proceso de acompañamiento, superando el asistencialismo y el gran cáncer del paternalismo”. Y recalcó que, para salir de una situación de vulnerabilidad, “hay que hacerlo con la cabeza alta, caminando y no en brazos de otros”.
Rivas entiende que ha llegado el momento de cambiar la perspectiva porque “la que está en situación de vulnerabilidad es Asturias”. El director gerente de la Fundación Vinjoy incidió en la necesidad de un cambio de paradigma para pasar a entender la intervención social como “un activo del bienestar de nuestra comunidad, y dejar de verla como un gasto para que pueda ser palanca del desarrollo, también económico, de nuestra sociedad”.
El alto envejecimiento de Asturias, con tres mujeres mayores de 65 años por cada menor de 15 años; el avance de la soledad como “problema creciente”, con la región líder en tasa de suicidios; y el cambio de estructura y modelo productivo ya imparable –“lo que conocemos se derrumba”, dijo Rivas–, son algunos de los factores, en su opinión, a los que dar respuesta porque “ante este cambio rápido, también nos encontramos ante una oportunidad”. Rivas destacó el potencial de la innovación social en Asturias “como actividad emergente”, como un campo de actividad que podría recibir financiación europea. “Con el esfuerzo suficiente, podemos ser la primera comunidad autónoma que apueste por este tipo de intervención”, destacó el director gerente de la Fundación Vinjoy, que señaló ese temprano posicionamiento como decisivo y fundamental para “exportar este conocimiento” si se encara como “una opción vertebral de construcción comunitaria”. Rivas finalizó esta exposición admitiendo que la apuesta por la intervención socioeducativa y la innovación social requieren “decisiones y un consenso social”, además de “valentía y rapidez” y “sigilo y prudencia” para no perder la iniciativa.
El presidente de la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, destacó el afán de Adolfo Rivas por “buscar respuestas” y trasladar “un proyecto de sociedad”, desde el ámbito de la intervención social, y subrayó el estrecho vínculo existente “entre democracia, desarrollo y política social”. Entre los asistentes al acto se encontraban la consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, la alcaldesa de Gijón, Ana González, y diputados de varios grupos políticos.
