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El Gobierno escenifica la ruptura con IU y lamenta su ataque a la "representatividad" de Ciudadanos

Cofiño rechaza el ultimátum de la coalición respecto al aislamiento de la formación naranja mientras Zapico niega "tajantemente" la acusación de haber dado inicio a la campaña electoral

Juan Cofiño.

“Hay un derecho que debe ejercitar, se lo aconsejo. Es el derecho a cambiar de opinión”. El cierre de la intervención del vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, en su diálogo de este lunes en la Junta con el diputado de IU Ovidio Zapico sirve como puesta en escena para la ruptura entre el Ejecutivo autonómico y el que fue su socio de investidura. Del ultimátum que la pasada semana dio la coalición al Gobierno –o deja de “utilizar” a Ciudadanos o rompe con la izquierda–, el conflicto ha pasado hoy a la constatación de la fractura. Muy lejos de aceptar el ofrecimiento, Cofiño acusó al también coordinador general de IU de haber dado ya por iniciada la campaña electoral y refiriéndose sin cita explícita a Ciudadanos se dijo “preocupado” al interpretar que IU “cuestiona la representatividad de los diputados de la cámara”. En el sustrato de la “firmeza” con la que el Vicepresidente quiso dirigirse esta mañana a Zapico burbujean la invitación de la coalición al PSOE a extender un “cordón democrático” en torno a la formación naranja y su sospecha de que el grupo socialista pretende apoyarse en ella para sacar adelante su ley de calidad ambiental, que IU rechaza.

Cofiño defendió la legitimidad de Ciudadanos pidiendo que se respete la constancia de que “se nos elige para cuatro años” e invitando a “no hablar sobre aventuras futuras. Somos los que somos con el mandato de la ciudadanía. Ustedes tienen grupo de dos, y tenemos un pacto que ha dado algunos rendimientos y que debe tener continuidad y puertas abiertas”, afirmó. Pero estas leyes, añadió a renglón seguido, “son sustanciales para el Gobierno y para la región, y con dos diputados el pacto no puede alcanzar a que nos bloquee parte nuclear de la política legislativa del Ejecutivo en esta legislatura”.

En un intercambio de pareceres trufado de pullas y patadas por debajo de la mesa, Cofiño incluyó su sensación de que IU “ha iniciado la campaña electoral con un mal asunto, votando con Vox y haciendo saltar por los aires el cordón sanitario en asuntos sustanciales, que no son de procedimiento. Sea cauto”, le dijo, interpretando que el dique de contención política “se lo quiere poner también al grupo socialista” e invitando a “ponerse en alerta” al resto de la cámara.

Cofiño y Zapico se fueron y volvieron varias veces de los asuntos que motivaban las preguntas del diputado en la comisión de Administración Autonómica y Medio Ambiente de esta mañana. “Tajantemente le digo que no”, ha respondido el coordinador de IU a la acusación de haber  dado ya por iniciada la campaña electoral. “Hace pocos días les hemos trasladado cinco ejes de propuestas sobre las que debatir y acordar a lo largo de las próximas semanas y esa oferta sigue sobre la mesa”. Con ellos, ha reiterado, “podríamos recuperar el espíritu del acuerdo de investidura, del que vemos cómo día a día, durante los últimos ocho meses nos estamos alejando”. Algunos de los puntos del posible compromiso se refieren, dijo, a competencias propias del Vicepresidente, como “la mejora de la administración social, de forma que permitan que sea ágil y eficaz”, o la controvertida ley de calidad ambiental, de la que por si hubiera dudas ha vuelto a quedar claro que el Gobierno no se apea.

Hablando del medio ambiente replicó Cofiño que “cuando usted andaba con calzones cortos yo ya estaba aquí, trabajando en políticas sociales y ambientales. (el eslogan) ‘Asturias, paraíso natural’ y lo que siguió a eso fue el ejercicio de una acción de éxito sostenida durante años. No ponga en duda mi afición ni la de este Gobierno por estos asuntos. Este un caso de éxito de la sociedad asturiana, que ha adquirido el compromiso de ser persistente en estas políticas en favor del medio ambiente, del empleo y las políticas sociales. Y yo ya estaba allí”, concluyó “con el cariño que le tengo, pero con firmeza también”.

Los que quieran sostener que el Gobierno del Principado está más cerca de Ciudadanos que de las fuerzas de la izquierda podrían encontrar unas cuantas pruebas más en la sesión de esta mañana de la comisión parlamentaria de Administración Autonómica y Cambio Climático. Además de su agria polémica con Ovidio Zapico, Cofiño también tuvo la suya con el diputado de Podemos Ricardo Menéndez Salmón, que le había hecho comparecer para explicar los contratos de confidencialidad que el Gobierno regional firmó con Amazon como paso previo a la instalación del gigante de la logística en el polígono industrial de Bobes.

A la pregunta, que llegaba repetida, “¿por qué se firma ese acuerdo bajo el paraguas de la legislación de Luxemburgo?”, el Vicepresidente contestó que este tipo de contratos “son moneda corriente en las operaciones mercantiles en todo el mundo occidental” y que la empresa tiene su domicilio en el Gran Ducado, donde por otro lado “se aplica la misma legislación de transparencia que en España, la del derecho comunitario”. Repitió que Amazon “no ha recibido ni un solo euro de la administración pública asturiana” y que no le constan retrasos en las obras o en el horizonte de apertura del centro logístico de la empresa, que por otro lado “nunca dio un plazo cierto” Eso sobre el fondo de la cuestión. Cuando ya no quedaba turno de réplica, el Vicepresidente afeó a los diputados de Podemos que “tienen una piel muy fina, casi una crisálida, cuando encajan la crítica del adversario, pero se proyectan hacia los demás en otros términos”. Excluyendo a Menéndez Salmón del objetivo, lamentó haber tenido que “soportar calificativos que no puedo reproducir aquí por respeto a la institución”.

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