Llamedo llama al PP a la "unión" en torno a la ley demográfica y recibe un portazo: "Es papel mojado"

La vicepresidenta del Principado se abre a agilizar los plazos del reglamento que desarrollará la norma si así lo acuerda la Junta

Gimena Llamedo, entre Marta del Arco y Marcos Niño, en la Junta.

Gimena Llamedo, entre Marta del Arco y Marcos Niño, en la Junta. / LNE

"Unámonos en torno a un objetivo común", "Asturias necesita que trabajemos juntos", "les invito a construir una Asturias mejor para todos"... La vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, cerró las comparecencias del trámite parlamentario sobre el proyecto de ley de impulso demográfico formulando de varias maneras distintas un "llamamiento a la responsabilidad de los grupos parlamentarios" y una exhortación a respaldar una ley que es, según su versión, algo más que eso. "Un paso crucial para el futuro", "un manifiesto de esperanza y confianza en nuestro potencial colectivo para superar cualquier obstáculo".

Cuando dijo grupos parlamentarios quería decir el PP, el partido que junto a Vox falta en el principio de consenso que rodea al proyecto del Principado, pero la respuesta fue que no. En un áspero intercambio de pareceres, la diputada popular Cristina Vega empezó preguntando a la Vicepresidenta si "se está riendo de nosotros", Llamedo respondió que "son ustedes quienes se ríen de nosotros" y en eso se les marchó un debate en el que los populares terminaron rehuyendo la llamada al acuerdo y marcando toda la distancia posible con lo que rebautizaron como "proyecto de ley de impulso demagógico".

Desató la discusión el grado de presencia que las propuestas del PP tienen en el texto que impulsa el Gobierno. En su día, los populares habían pedido que se incluyeran referencias explícitas a los planes para el retorno de los emigrantes o a la fiscalidad diferenciada para la Asturias rural y el Ejecutivo las ve en el resultado final, pero los populares sólo identifican una mención de pasada sin la concreción suficiente y denuestan una ley "buenista, técnicamente floja, llena de generalidades y sin una sola medida concreta". En caso de ser aprobada "no cambiará nada para los asturianos", concluye Vega. "Es papel mojado".

El Principado invirtió el año pasado 2,1 millones en ayudas a la natalidad

Llamedo le replicó con lo ya dicho varias veces respecto a que las medidas fiscales se concretan en cada presupuesto año a año y el llamado "plan Retornas", que la ley también menciona, tiene su propia regulación en marcha, pero no consiguió que la otra parte aceptara lo que también dijo en su turno el portavoz de Foro, Adrián Pumares. Que "nos equivocaremos si creemos que una ley va a solucionar todos los problemas del despoblamiento" o, ya en la voz de Llamedo, que la clave de este debate sobre la ambición o la concreción del texto está en la fuerza coercitiva que aporta una ley y en su capacidad de conferir "el rango que se merece" a "la política transversal y prioritaria" de la batalla contra la crisis demográfica. Blindaría la introducción de la perspectiva demográfica en toda la normativa autonómica y haría obligatorias las escuelas rurales con cuatro alumnos y todo lo demás que "ya está haciendo en esta materia este Gobierno sin necesidad de una ley". Pero es que la norma, concluyó, "no está hecha para este Ejecutivo, sino para perdurar en el tiempo" y mantenerse "independientemente de quién gobierne".

No tuvo eco, pero como quiera que el proyecto tiene en principio apoyos suficientes para salir adelante –gracias a los del PSOE, IU-Convocatoria por Asturias, Foro y Podemos–, ayer hubo en la Junta quien quiso pasar a la siguiente pantalla y reclamar que el texto incorpore un plazo explícito para la elaboración del reglamento, llamado a aterrizar en medidas concretas las buenas intenciones de la ley. Así lo hizo Pumares, y Llamedo asintió sin fechas. Si en la Junta "sus señorías deciden que esos plazos se deben reducir en el tiempo, no sería ningún impedimento", afirmó, pero cuando la pregunta se la hizo Cristina Vega y requirió un plazo concreto, la Vicepresidenta dejó la cuestión sin respuesta.

Comparecía Llamedo con su equipo y junto a ella la nueva consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, con el suyo. Sus intercambios de pareceres con los diputados también sirvieron para que el director general de Reto Demográfico, Marcos Niño, hiciese un primer balance de su actividad como sustituto del extinto comisionado de la pasada legislatura. Habló de la aceleración de los contactos para la constitución de los "centros de innovación territorial" en concejos agrarios, del inicio de "un proyecto muy interesante de ‘retorno rural’, para intentar traer población del mundo rural al mundo rural, sin que se utilice como puente para llegar al medio urbano", o del plan "Volver al pueblo" que está iniciando en colaboración con las entidades del tercer sector y las cámaras de comercio.

En las comparecencias que cerraron la ronda de respuestas de los consejeros a los diputados, Marta del Arco previno a la cámara para un futuro con la presión sobre el sistema de atención social que pueden ejercer los 305.000 mayores de 65 años que se proyectan para Asturias en 2030 y puso al día los datos de las ayudas del "cheque bebé", por nacimiento o adopción. Al cierre de 2023, antes de que esta competencia pase de su consejería a la nueva dirección general de Marcos Niño, se habían concedido 1.331 ayudas por valor de 2.121.900 euros. También 232 auxilios del plan de conciliación, "56 en municipios rurales y 34 en los considerados en riesgo de despoblación".

Las políticas de su departamento, concluyó Del Arco, "se verán consolidadas y reforzadas una vez que este proyecto de ley sea aprobado", por lo que ella también hizo una llamada al consenso en torno a esta norma "que busca vertebrar Asturias".

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