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Mallada recrimina al Gobierno la situación "cada vez más difícil" de la industria regional

Barbón esgrime el aumento de producción del sector, la carga de trabajo de la Fábrica de Armas de Trubia y que los astilleros "no dan abasto"

Teresa Mallada, en la Junta. | LNE

"Catastrofismo" frente a "realismo". Así resumió ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, el cara a cara que mantuvo en la Junta con Teresa Mallada, líder regional del Partido Popular, en torno a la situación de la industria asturiana. "Su Gobierno lo fía todo a lo que hagan las empresas, sin cumplir los compromisos adquiridos, como el famoso estatuto electrointensivo que ha sido una verdadera decepción", argumentó Mallada en relación a los apoyos anunciados por el Ejecutivo autonómico para las compañías de la región cuyos procesos de producción implican un elevado consumo de energía eléctrica.

En el marco de la sesión semanal de preguntas al presidente ante el pleno de la Junta, Mallada aludió a la "cada vez más difícil situación de la industria asturiana" y reprochó a Barbón que no hiciera "nada" ante el "desmantelamiento" de las centrales térmicas de Lada y Soto de la Barca. Asimismo, se preguntó de qué han servido las reuniones de Barbón y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el máximo responsable de ArcelorMittal, Lakshmi Mittal, unos "teatros que acaban en nada", como se ha plasmado –señaló la responsable del PP– en las medidas anunciadas por Arcelor de parar uno de sus hornos altos y negociar un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE).

Barbón rechazó la visión "apocalíptica" del PP y se atribuyó la visión realista. Admitió "problemas" en el panorama industrial, pero añadió que también hay datos que reflejan "oportunidades". Acto seguido, citó un elenco de situaciones empresariales positivas: un aumento de producción, el año pasado, de casi un 16 por ciento; una reducción del paro de un 20 por ciento; un proyecto de hidrógeno –el de Aboño– aprobado por la Comisión Europea; la carga de trabajo de la Fábrica de Armas de Trubia; los astilleros de la región, que "no dan abasto"; y la regasificadora de Gijón, que está en obras "para entrar en servicio a finales de este año o principios del que viene".

A juicio de Adrián Barbón, lo que "realmente preocupa a Mallada" es que en el debate sobre el estado de la región de la semana pasada "se viera a un Gobierno con un proyecto para Asturias y con iniciativa política frente a la que no hubo alternativa". La presidenta del PP censuró que el Gobierno de Sánchez haya ignorado las propuestas de los populares, actuando "de manera retorcida" y negándose a negociar un plan energético.

En la misma sesión de preguntas al presidente, Barbón mantuvo un debate tenso y frío con el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, sobre las medidas para rebajar el coste de la energía. El jefe del Ejecutivo subrayó las ayudas incluidas en el bono social térmico y destacó el impacto favorable sobre el coste de la energía de la "excepción ibérica" negociada por los gobiernos de España y Portugal. Según Blanco, "quien defiende la energía cara es enemigo de la industria y de los más vulnerables".

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