Francisco L. JIMÉNEZ/

Inés MONTES

La Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA), adjudicataria del transporte público de viajeros en Avilés, Castrillón y Corvera quiere aplicar un plan de recortes y cambios en varias de sus líneas que supondría, en caso de llevarse a cabo, la supresión de cinco de los nueve itinerarios actuales y la práctica incomunicación de barrios como El Quirinal, Versalles, El Nodo, Bustiello, parte de Llaranes o La Espina, además de mermas sustanciales del número de autobuses que ahora circulan por La Luz y Villalegre, entre otras zonas de Avilés. En Corvera y Castrillón se verían afectadas por los pretendidos recortes localidades como San Juan de Nieva, Las Chavolas, Vegarrozadas, Los Campos y Trasona. Ley en mano, y como prestataria que es de un servicio público, la CTEA no puede decidir unilateralmente sobre la supresión de sus rutas de transporte; la autorización para este recorte debe ser dada por el Consorcio de Transporte de Asturias.

El documento interno que detalla los recortes, que ya fueron comunicados a los representantes sindicales de la CTEA, especifica que las líneas a suprimir serían las siguientes: la 4 (La Luz-Hospital San Agustín), la 6 (Los Campos-Hospital San Agustín), la 11 (Piedras Blancas-Hospital San Agustín), la 15 (Avilés-Parque Astur) y la 17 (Coto Carcedo-San Juan Nieva), si bien en el caso de esta última la medida sólo afectaría a la comunicación con San Juan, no así a la urbanización de Coto Carcedo. Como compensación por este recorte de servicios, la intención de la CTEA es abrir una nueva línea (Parque Astur-Trasona-Los Campos Las Vegas-El Pozón-Llaranes-Avilés) -cuyo itinerario exacto aún está sin definir- pensada para dar servicio a los actuales usuarios de las líneas 6 y 15.

La medida de la CTEA se enmarca, como otros tantos recortes de servicios públicos que son noticia estos meses, en la crisis económica. A la compañía del transporte urbano de la comarca de Avilés no le salen los números y sostiene que debe poner en marcha un plan de viabilidad. Tanto en medios sindicales como en el ámbito de la Administración autonómica, que también es conocedora de las intenciones de la CTEA, la propuesta de la empresa ha sido acogida con recelo. A tenor de los antecedentes, es seguro que la reacción vecinal será más que recelosa, presumiblemente furibunda.

Precisamente ayer, varios directivos de la asociación de vecinos de San Juan de Nieva se reunieron con responsables de la CTEA a los que trasladaron el temor de los usuarios a sufrir recortes en el transporte público con Avilés. La CTEA les aseguró que no tiene proyectado cambio alguno en la línea 17, que comunica San Juan con Avilés. «Los responsables de la CTEA negaron que vaya a haber cambios. Pero a renglón seguido dijeron que ellos sólo son responsables de los autobuses, que la decisión final sobre las líneas la toma el Consorcio de Transportes de Asturias», manifestó con desconfianza el presidente de la entidad vecinal, Juan Requena, a la vez que adelantaba la disposición vecinal a convocar movilizaciones.