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El exsecretario del Niemeyer, a sus empleados: "Sacar lo que falta, que nos pillan"

La Fundación del centro presenta como prueba cruces de mails en los que presuntamente se revela el caos contable y la deuda disimulada

"Sacar con cuidado lo que falta en la oficina de al lado, que nos pillan", escribió el exsecretario de la Fundación del Niemeyer, José Luis Rebollo, a dos trabajadores de su despacho el 3 de febrero de 2012, cuando la batalla sobre la gestión del complejo estaba en su momento álgido. Así consta en los correos electrónicos que el abogado penalista de la entidad presentó el pasado día 14 en el Juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Avilés, y cuyo titular remitió ayer a las partes, antes de decidir si los acepta como prueba en el procedimiento, comunicaron fuentes próximas al caso. Entre esos documentos destaca también una serie de correos cruzados entre Rebollo, el exdirector del Niemeyer (Natalio Grueso) y el agente de viajes que trabajaba con el centro (J. L. V.) en los que este último les manifiesta su angustia en agosto de 2011: "En relación a la situación actual de la deuda del Centro Niemeyer con Viajes El Corte Inglés, os ruego que tengáis en cuenta que no puedo encubrirlo por más tiempo".

Las relaciones entre la agencia de viajes y los actuales gestores copan buena parte de la investigación del Caso Niemeyer. Los exgestores del centro vienen argumentando que el patronato de la entidad conocía todas las gestiones que se realizaban, y la Fundación del Niemeyer sostiene, al contrario, que los patronos desconocían la contabilidad real de la entidad.

El perito que colabora con la investigación emitió el año pasado un informe que ahora tiene que ampliar. Su conclusión inicial: hubo una serie de manipulaciones en la facturación del Niemeyer "para ocultar y enmascarar tanto los gastos excesivos como los indebidos" y las personas que se beneficiaron directamente de esas falsificaciones y manipulaciones fueron Grueso, su exmujer (J. P.) y J. M. V., quien supuestamente realizó las manipulaciones y las alteraciones en la facturación. El perito de Hacienda también señaló a José Luis Rebollo, porque "no sólo no denunció los hechos ante los patronos, sino que junto al director de la entidad, presentó para su aprobación cuentas que sabía no reflejaban la verdadera naturaleza de la situación económica de la Fundación".

Siempre según la documentación que obra en poder del juzgado y de las partes, J. M. V. escribió aquel 3 de agosto de 2011 a Grueso (con copia a Rebollo): "Mi puesto de trabajo, mi futuro profesional, penden de un hilo y desde este momento ya tengo una inspección de mi central en Madrid, solicitando justificación de una serie de pagos que no se han realizado y que yo he marcado como recibidos por vuestra parte. Esto se considera una falta grave dentro de la empresa, despido inmediato (...)" . Rebollo respondió, siempre según la misma documentación: "Dime que pagos has dado como hechos". "He dado como cobrado todo, es la única manera de engañar a un departamento para funcionar (...). Tenemos que ir entreteniéndolos, con pagos a cuenta, con facturas atrasadas, como veas o como puedas. Ya no puedo más, ni duermo", le respondió el trabajador de la agencia de viajes.

Un correo enviado por un empleado de Rebollo en febrero de 2012 a su jefe dice: "En 2010 existe una cantidad demasiado elevada de abonos de facturas (318.000 euros). Puede que esos abonos tengan una posterior factura o que sean abonos para maquillar la contabilidad del Centro por dar menos gastos. Estas opciones las planteé a C. (J. M. V.) y D., pero no recibí respuesta, por lo que no puedo verificarla". Otro "mail" del mismo remitente y destinatario con fecha de junio de ese mismo año recoge de forma literal: "Aquí lo que es crucial es lo de los abonos de 2010, necesito que me digas cuales se hicieron para tapar un gasto excesivo y cuales son de verdad. De esos abonos para tapar, necesito saber si se llegó a emitir una factura posterior en 2011".

Entre ese intercambio de correos también hay referencias a un reconocimiento de deuda firmado por José Luis Rebollo o a un ipad que formaba parte del inventario de la entidad y que no se localizó.

El "Caso Niemeyer" se centra en la denuncia que interpuso en diciembre de 2012 la actual presidenta de la Fundación del Niemeyer, la consejera de Cultura Ana González. Acudió al juzgado denunciando presuntas irregularidades seis meses después de asumir la presidencia de la entidad. Están imputados en el procedimiento Natalio Grueso, su exmujer, J. M. V., José Luis Rebollo y los extrabajadores de la entidad Joan Picanyol y Marc Martí, estos dos últimos por supuestos cobros irregulares. Martí ha presentado al juez información contable y fiscal de su etapa en el Niemeyer.

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