Las 220.000 visitas que acumula la exposición "Julio Verne. Los límites de la imaginación", inaugurada en Madrid hace cuatro meses, avalan su próxima llegada al Centro Niemeyer de Avilés, que será el primer sitio de España, fuera de la capital, donde podrá contemplarse la que pasa por ser la muestra más exhaustiva y original dedicada en España al escritor francés que inventó un género y cuya obra ha trascendido hasta el presente con toda su frescura e interés. Los comisarios de la exposición son María Santoyo y el periodista y escritor ovetense Miguel Ángel Delgado, uno de los divulgadores científicos más reputados del país y en este caso un hombre ilusionado por la oportunidad de traer al centro cultural avilesino un trabajo que no deja indiferente a nadie: "Verne tiene el poder de atraer a todo el mundo, independientemente de la generación a la que cada cual pertenezca: unos le descubren, otros amplían el conocimiento sobre su obra y todos, sin excepción, se maravillan y sorprenden de lo rico de su universo e iconografía".

Delgado atiende a este diario por teléfono desde Madrid, donde ultima el embalaje y transporte de todo el material que compone la exposición sobre Verne para su inminente montaje en Avilés y la posterior inauguración el 4 de noviembre. "Cuando la Fundación Telefónica, que es la promotora de la muestra, nos propuso el tema dudamos sobre el enfoque: ¿debería de ser sobre el Verne literato o sobre el universo que creó? La duda se despejó pronto y la realidad es que la exposición explora la riquísima iconografía, el vasto campo tecnológico y los mundos de fantasía que Verne concibió y apenas repara en el literato; tanto es así que, por no haber, no hay ni una biografía del hombre", explica el comisario del proyecto.

Otro reto fue la adaptación de la exposición a las características de la cúpula del Niemeyer y a la región asturiana, esto último por el deseo de que la muestra tenga un comportamiento "vivo" y sea identificable de algún modo con el territorio a donde viaja. Y así, hay guiños a la región, como la copa que acredita a Jesús Fernández Duro como la primera persona que cruzó en globo la cordillera de los Pirineos. "El universo de Verne da para mucho: son paisajes, animales, personajes, aventuras, tecnología, ciencia... y fundamentalmente es un alegato en pro de la fe en las capacidades del hombre. Julio Verne personifica el espíritu de superación de una época tremendamente evocadora", explica Delgado.

La exposición que exhibirá el Niemeyer hasta el mes de abril aspira a captar público familiar llegado de la comarca avilesina y de Asturias, pero también de otras provincias; tal es el poder de atracción de la imaginación que desplegó Julio Verne en sus novelas. Los visitantes verán láminas, objetos, reproducciones de máquinas, mapas y fotos antiguas (como las que ilustran cómo era el mundo cuando Phileas Fogg lo recorrió en 80 días); también podrán interactuar en salas temáticas que recrean los microcosmos de la literatura verniana: la Tierra, el mar, el cielo, el espacio, la Luna... También se exhiben joyas bibliográficas, como varias primeras ediciones españolas de las novelas de Verne y una rareza exquisita: la primera edición absoluta de "20.000 leguas de viaje submarino", la única de las obras del genio nacido en Nantes lanzada al mercado en otro idioma diferente al francés; en concreto se publicó antes en español debido a la escasez de tinta y papel que había por entonces en el país vecino, inmerso en la guerra con Prusia. "Aunque no es una exposición pensada para los lectores sino dirigida para el gran público, muchos de quienes la visitan marchan diciendo que les han entrado ganas de leer a Verne, lo cual resulta gratificante", confiesa el ideólogo asturiano de la exposición.