El de ayer en la rotonda de Los Canapés, al lado de Versalles, fue el segundo atropello de extrema gravedad que se registra en la ciudad en los últimos dos meses. A mediados de octubre una avilesina sufrió un atropello brutal en la calle Fernando Morán, e ingresó en el Hospital Universitario Central de Asturias con politraumatismo craneoencefálico grave, diversas fracturas y un posible edema pulmonar. A día de hoy sigue luchando para reponerse de las lesionas causadas por un conductor que se dio a la fuga, aunque las fuerzas de seguridad lo detuvieron poco después, cuando ya estaba en su casa.

La mujer, de 56 años, se encontraba en la acera cuando un Peugeot rojo con matrícula 1324GYZ que bajaba a gran velocidad por Severo Ochoa y se dirigía hacia El Quirinal, se subió al bordillo, arrancó de cuajo un semáforo y una señal vertical y se llevó por delante a la peatón, explicaron testigos presenciales. El impacto fue tan brutal que la mujer salió despedida unos seis metros. El conductor no paró en ningún momento y siguió su ruta con la luna totalmente destrozada y con la defensa rota.

Hace casi dos años se produjo otro suceso, en aquella ocasión irreversible. El entonces cura de La Carriona, Santos Sánchez, falleció unos días después de sufrir un atropello en la confluencia de la avenida de Portugal con Doctor Marañón, al complicarse el derrame cerebral que le causó el impacto.

El accidente se produjo a primera hora de la mañana en enero de 2015, cuando el sacerdote cruzaba la calle por un paso de cebra. El conductor ya fue juzgado y fue absuelto de un supuesto delito de homicidio imprudente al considerar el juez que la desatención con que circulaba el acusado, y que fue la culpable en última instancia del accidente, desaconsejaba la tipificación por la vía de delito de homicidio por imprudencia grave.