La multinacional Arcelor-Mittal ha presentado al Principado un plan que recoge una serie de medidas con las que pretende mantener la actividad en las baterías hasta 2019 cumpliendo con la normativa ambiental vigente en la actualidad. Esta es la respuesta del gigante siderúrgico a las condiciones que le exige el Gobierno regional para renovar la licencia ambiental integrada de la instalación, que está previsto cese su actividad en dos años. Como informó este periódico, Arcelor busca cómo cumplir los requisitos en materia ambiental que solicita el Principado sin necesidad de realizar una inversión millonaria "en unas instalaciones que se van a tirar en 2019".
La compañía intenta renegociar el endurecimiento de las exigencias de la licencia ambiental integrada hasta el cierre de la coquería y para ello ha presentado "un plan alternativo con un conjunto de acciones que permitirían mantener la actividad" hasta 2019 "cumpliendo con las exigencias actuales, pero hasta donde resulta económica y técnicamente viable dada la antigüedad de la instalación y la vida útil que va a tener", explicaron fuentes próximas a la multinacional siderúrgica.
